El Temible Capitán Darwin

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Contuvieron la respiración y cuando no escucharon nada abrieron los ojos, pero lo hicieron con rapidez al sentir que de nuevo la lluvia los empapaba. Erik parpadeó para saber si aquello no era su imaginación, no, no lo era.

Charles vio a su alrededor confundido, sus ojos se encontraron con los del mayor y ambos no supieron que decir por unos segundos hasta que cayeron en cuenta de su situación.

Ambos se alejaron del contrario al ver que aún se encontraban abrazados, se sintieron avergonzados por unos cortos segundos. Pero eso no impidió que volvieran a la realidad pronto, Erik bajó la mirada al "suelo", si sus ojos no lo engañaban estaban de pie sobre una nube.

¿Qué fue lo que pasó?

- ¿Qué hiciste? -preguntó al menor dirigiendo su atención a él.

- ¿Disculpa? -Charles lo miró con una ceja alzada.

- ¡Pregunté qué hiciste! -elevó un poco la voz- ¡¿Dónde demonios estamos Charles?!

- ¡Yo hice lo que tú me pediste! -se defendió el ojiazul.

- ¡No lo hiciste! -abrió los brazos señalando su alrededor- ¡Ve donde estamos!

- ¡No me culpes a mí! -Charles se acercó a él picándole el pecho con un dedo- "Piensa en casa" -trató de imitar su voz- ¡Oh, que gran idea Erik!

- ¡¿Ahora es mi culpa?!

- ¡Claro! -asintió- ¿Acaso no lo vez? ¡Pensaste en tu hogar y yo en el mío, por lo tanto, ahora estamos a medio camino de los dos! -explicó, se alejó dos pasos y puso sus manos en su cintura, viéndolo con el ceño fruncido.

Erik abrió y cerró la boca sin poder decir nada unos momentos, entonces recuperó su voz...

- Pe-pero...¡Pero que idiota eres!

- ¿Cómo dices? -Charles lo vio indignado.

- ¡¿Para qué pensaste en tu casa?! -el ojiverde llevó sus manos a su cabello, desordenándolo a pesar de lo empapado que estaba.

- me dijiste "piensa en casa". -gruñó apretando los puños- ¡No fuiste específico; si querias que pensara en tu casa debiste decirlo desde un principio!

- ¿Que fuera específico? Una vieja loca quería sacarte el corazón...¡¿y querías que fuera específico?! -rebatió Erik- Oh claro, podría haberle dicho: Espere un momento, solo voy a explicarle al joven cómo vamos a escapar...¡no seas tonto!

- ¡Pudiste haberlo dicho rápido! -volvió a la carga- ¡No necesito de tu sarcasmo, grandísimo imbécil!

- En vez de insultarme deberías agradecerme. -Erik se acercó a él hasta estar a centímetros, pero el menor no bajó la mirada ni se apartó, no dejaría que lo intimidara.- ¡Salvé tu vida Charles!

- No estoy negando lo obvio Erik. -dijo entre dientes.- Solo no...

Iba a decir más pero se vio interrumpido cuando una enorme red cayó sobre ambos, tropezaron y se sintieron caer de la nube. En un acto reflejo se abrazaron de nuevo, buscando de qué sostenerse. La caída no duró mucho, ambos cayeron con un ruido sordo, Erik se incorporó rápidamente y Charles le siguió, al levantar sus miradas se encontraron con varios hombres con capas negras y que los veían con extrañeza.

- ¡Capitán!

Escucharon a uno gritar, ambos aguardaron algo temerosos y en silencio cuando escucharon pasos dirigirse a ellos, otro hombre, un poco más joven que algunos otros se acercó y los observó con el ceño fruncido. Charles trató de escudarse tras Erik inconscientemente.

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