Emma resopló, el carruaje siguió avanzando desde que llegó el amanecer, la bruja no había visto otra opción pues los caballos necesitaban descansar y comer algo e incluso ella lo necesitaba por lo que no podía quejarse al respecto.
Pero eso no evitó que al despertar con el primer rayo de sol se pusiera a toda marcha. Observó las runas en sus manos y luego el anillo en la otra, había acudido a sus hermanas antes de dormir un poco, esperaba que le dieran algo de información que la ayudara a avanzar.
No había usado tanta magia por ahora y esperaba no llegar al extremo de hacerlo o de nada serviría después, porque si alguien más se enfrentaba a ella por la estrella no podría hacer nada sin las fuerzas suficientes. Y entonces sus hermanas y ella perderian la oportunidad de rejuvenecer de nuevo. Claro, eso suponiendo que ella siguiera viva después de que le quiten al chico.
Emma sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos, aún tenia tiempo, aún podía encontrarlo y llevárselo. Con determinación, y buscando algo de ayuda, frotó el rubí de su anillo y espero.
Raven y Ororo la veían con enormes sonrisas, Emma frunció el ceño, para ella no había nada de lo que estar feliz aún.
- Hermana querida, precisamente estabamos buscando la forma de llamarte. -dijo Ororo acomodándose la peluca que le caía de lado.
- Que sea algo bueno. -murmuró rodando los ojos.
- Lo es. -respondió Raven esta vez- Emma, estás muy cerca de la estrella, el chico está en el mercado cerca del muro de Wall. -soltó una risita junto con Ororo.
Emma soltó un suspiro y las vió con enojo.
- Oh, ya siento cerca el regreso de nuestra gloriosa juventud. -expresó la menor de las tres, meciéndose de un lado a otro con expresión soñadora.
- Ay, no puede ser. -refunfuñó- ¡No lo están entendiendo! -elevó la voz lo suficiente para que las otras dos borraran sus sonrisas y la vieran confundidas.
Emma casi gruñó por la frustración.
- Lo dicen como si fuera algo bueno el hecho de que esté en ese mercado. -comenzó- ¡Si ese chico tiene como destino llegar al otro lado del muro, el viaje que he hecho hasta aquí no habrá servido para nada y lo saben muy bien!
- ¿Que no habrá servido? ¡Claro que sí! -exclamó Raven- No te das cuenta que ya estás a poco de...
- ¡Ustedes son las tontas que no lo comprenden! -estalló Emma- ¿Acaso necesito decirles lo que pasaría si atraviesa el muro?
Ororo abrió la boca pero su hermana ya había tenido suficiente, así que no dejó que dijera nada y siguió.
- Wall no es parte de nuestro mundo.
- ¡Eso ya lo sabemos! -se quejó Raven.
- ¿Ah sí? -Emma alzó una ceja y sonrió con petulancia- Pues no lo parecía hace unos minutos cuando me decías con una gran sonrisa que aquello eran buenas noticias.
Raven apretó los puños, quizo defenderse pero Ororo la detuvo.
- Wall y todo lo que está del otro lado del muro es parte del mundo humano, sí Emma, ya lo sabemos. -habló colocándose un paso frente a Raven.
- Me alegro, porque también les recuerdo otra cosa: -el tono de su voz bajó pero no así la molestia que demostraban sus gestos y su mirada- Si el chico pone un pie del otro lado, nuestra valiosa y brillante estrella se volverá roca...¡Una inservible y estúpida roca! -casi gritó la oración final.
- ¡Entonces me atreveré a sugerirte que te des más prisa Emma! -devolvió el grito Raven con la misma furia.- Corre, vuela, lo que te apetezca, pero debes interceptarlo antes de que se acerque a ese muro.
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Stardust
Fanfiction- De acuerdo, tienes una semana. De lo contrario, me casaré con Bolivar. -sentenció mientras chocaba su copa con la del joven. Erik estaba decidido, encontraría esa estrella y le llevaría un trozo de ella a Magda para ganarse su afecto y hacerla su...