Esperaré por ti; fillie

𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙧𝙚́ 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙞.

Un mes se va  volando, entrevistas, conciertos y cuando me doy cuenta estamos cerca de diciembre, pienso en cuando vuelva a casa a final de año para la navidad y en lo agradable que será ver finalmente a mi familia, a mis amigos de ahí, a Millie, quiero que el tiempo se pase rápido para poder estar en Canadá lo más pronto posible.

Así que me la paso practicando con la guitarra, comiendo, hablando con los chicos o con Emmy, las cosas van bine, una mañana particular Jack me llama cómo a las ocho, sorpresivamente estoy despierto viendo caricaturas.

— ¿Qué? — digo al contestar.

— Finnegan ¿Podrías recogerme? — pregunta en la línea, yo arrugo las cejas al escucharle ¿Y dónde carajos está a las 8 de la mañana? Es ahí cuando recuerdo el alboroto que se formó la noche anterior cuando nos dimos cuenta que Ellie le había termianado y él no apareció en toda la noche.

— ¿Dónde estás? ¡Ayer te buscamos toda la noche! — le grito molesto, pero es mentira, en realidad Jaeden y Wyatt lo buscaron, yo "me quedé a esperar por si llegaba" cuando la verdad es que me quedé dormido viendo Rick y Morty.

— En casa de Emmy. — apenas suelta esto abro la boca y un extraño sonido sale de esta, no lo puedo creer ¿Con que esas tenemos? — ¡NO! No lo mal interpretes, no es lo que tú piensas Wolfhard.

— Estoy pensando en muchas cosas. — afirmo entretenido, no, también es mentira, solo estoy pensando en una.

— Solo ven a recogerme ¿De acuerdo? — algo en su voz parece bajoneada y al mismo tiempo apenada, Grazer es un idiota.

— Estaré ahí en 15 minutos. — segundos después termino la llamada y aunque me cuesta un poco levantarme del sofá finalmente tomo las llaves del auto para conducir por un rato hasta llegar a la casa de la morena y estacionarme justo enfrente, cuando estoy apunto de tocar el pito solo veo como Jack comienza a salirse por la ventana con dificultad, luego salta hasta un árbol que crecer junto al hogar de los Perry y termina por deslizarse hasta el piso, al verme Emmy me saluda con las mejillas completamente rojas, yo le devuelvo el gesto contiendo la risa, ahí es cuando mi amigo se sube y noto que está del mismo color, trato de ignorar el hecho de que su cabello es un desastre, pero no puedo por lo que estallo en carcajadas cuando cierra la puerta y se abrocha el cinturón.

— No digas nada. — sentencia furioso antes de que yo encienda el carro — Solo llévame por un café y luego a casa.

— No puedes pedirme eso, tengo muchas cosas que preguntar. — contesto aún riendo — Ya dime ¿Qué pasó? — por unos segundos el vocalista mira hacia la ventana tratando de ignorarme, pero es obvio que no me voy a quedar callado — Jack ¡Dime! — chillo una y otra y otra vez con mi voz más aguda, por suerte es fácil de irritar.

— ¡MIERDA! — grita exasperado — ¡La besé y me dejó en la friendzone! Eso fue lo que pasó ¿Feliz?

— Te lo mereces. —suelto burlón, Emmy tiene todo el derecho, además, me agrada demasiado — Por no darte cuenta antes, te lo dijimos demasiadas veces, pero eres un idiota. — aseguro mientras miro por la ventana tratando de encontrar una cafetería para que se baje, y justo en ese instante el destino me juega la más enorme de las bromas.

— Sí ya sé, lo soy y... — Grazer no puede terminar por que mi pie se va al fondo del freno y el auto se detiene abruptamente — Finn ¿Qué cara... ? — no lo escucho por que ya me estoy bajando mientras corro detrás de una cabellera castaña corta que se me hace muy conocida, sin embargo aún no confío en mis instintos, tal vez solo es mi cabeza molestándome porque la extraño.

— ¿Millie? — la chica da una vuelta sobre sus talones y es ahí cuando veo esos enormes ojos color miel y ese hoyuelo tan lindo en una de sus mejillas. Era ella. Sonreí cómo un idiota cuando me miró, corrió hacia mí y se aferro a mi cuello con sus manos mientras enredaba sus piernas en mi cintura cómo una pequeña pulga. Yo la envolví por completo y posé mi nariz sobre su cabello, era demasiado, tenerla devuelta, aquí ahora — ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunté, separándome un poco pero aún sosteniéndola — ¿Por qué no me dijiste nada?