Esperaré por ti; fillie

𝙚𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖 𝙡𝙖 𝙛𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙚 𝙫𝙚𝙣𝙜𝙤 𝙖 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚𝙜𝙖𝙧

Millie se vuelve parte de mis días.

Las dos semanas que nos quedamos en Ottawa para promocionar el disco ella también lo hace, dice estar cuidando su abuela, pero siento que es algo más lo que la hace quedarse, sin embargo trato de uno hacerme ideas locas en mi cabeza.

Cada minuto libre que tengo lo pasamos juntos ¿Por qué? Porque cuando está cerca, mis demonios desaparecen, se van y es como si no estuvieran aquí adentro, se esfuman, con cada cosa buena que dice, o las veces que sonríe, la castaña es como luz, cuando estamos los dos soy importante, soy suficiente, al compartir las tardes, todo parece estar bien.

Trato de etiquetar lo que siento por la chica y se me ocurren muchos nombres pero prefiero quedarme con: Admiración, la admiro demasiado por quién es, por estar tan llena de vitalidad y energía, por ser pura e inocente, por ser ingenua y creer que todo el mundo puede salvarse.

Hasta yo.

Esa tarde la convenzo de dejar sus buenas obras y simplemente conduzco por la ciudad casi una hora completa, ella va en el asiento del copiloto mientras la música suena desde el estéreo conectado a mi celular, hace algo de frío ya que el invierno está entrado pero el sol apenas se asoma entre las nubes, justo para crear una sensación cálida.

— ¿Estás emocionado por sacar un nuevo disco? —pregunta sacando la cabeza por la ventana.

— Oye ten cuidado. — murmuro riendo y en respuesta me saca la lengua — Sí lo estoy, hemos esperado mucho para que salga, este es... pues, está escrito con más corazón. — alza una ceja y vuelve a sentarse — Te gustará más que al primero.

— Imposible. — niega quitándome los lentes oscuros de sol para luego colocárselos y entonces empieza a imitarme, quiero ponerle toda la atención del mundo pero mierda, conduzco — El primero es hermoso y perfecto.

— ¿Mimi? — me mira expectante — Espéralo. — y sé que no me creerá debido a que no lo ha escuchado aún, realmente pienso que es nuestro mejor trabajo y conociéndola lo adorará — Algunas de esas canciones me recuerdan a ti.

— ¿A mí?

— Sí, es decir, algunas veces son las letras, otras la melodía, hay una en especial... — me quedo callado dejando la oración al aire porque no se supone que pueda hablar del disco con nadie, la chica ladea la cabeza y sonríe sin mostrar lo dientes, pero se le marcan los hoyuelos y por alguna razón esto causa estragos en mí ¿Qué sucede Finnegan?

— Supongo que no puedes decirme nada. — arruga su nariz y se encoge de hombros, si lo pidiera le pondría todo el álbum, pero no insiste, por suerte.

— Saldrá en Canadá en un par de semanas. — extiendo la mano y de debajo de mi asiento saco la copia especial que nos ha regalado la disquera, la dejo sobre sus manos, ella lo observa con cuidado — Cuando salga tendrás la tarea de averiguar de cuál canción hablo.

— Suena más como un reto. — comenta entretenida mientras ojea los títulos — Yo puedo con eso Wolfhard.

— Bien, entonces déjate la copia, solo promete no abrirla hasta que salga aquí. — al llegar a una luz roja le miro.

— ¿Confías tanto en mí?

— ¿Y por qué no habría de hacerlo? — pregunto con curiosidad — Has guardado mis más oscuros secretos, no los vendiste a una revista famosa por una buena cantidad de dinero, sé que puedo confiarte mi nuevo álbum, tú no harías nada malo con él, eres demasiado correcta y haces las cosas siempre bien.

— El amor nos hace hacer las cosas correctas. — murmura desviando su mirada hacia la ventana — Ya sabes, es porque es una acción.

El silencio se hace en el auto y detrás de mí varias autos me pitan para que avance, pero he quedado estático por unos segundos hasta que finalmente arranco y nos movemos ¿Eso qué quiere decir? ¿Qué me ama o algo por el estilo? estoy consciente que puede estar hablando de nosotros cómo amistad, ella jamás me vería de otra manera, no lo merezco.