Esperaré por ti; fillie

𝙝𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙧𝙖𝙯𝙤́𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙖 𝙢𝙞

El amor es una acción.

Y cuando Millie me dijo esto estoy seguro que pensé que hablaba de comprar regalos, de besos,de abrazos, de tomar a alguien de la mano, hacer algo lindo, todo ese tipo de acciones. Pero no, eso no era a lo que se refería.

Hablaba sobre esas acciones que le demuestran a otros que los amamos, no solo debe ser contacto físico, no, demuestras amor cuando dices la verdad aunque no quieras hacerlo, demuestras amor cuando haces algo bueno por alguien si esperar nada a cambio, demuestras amor cuando cedes con persona que amas, demuestras amor cuando te sientas a hacer la tarea con tu hermano aunque te tome horas, demuestras amor al apoyar a alguien cuando está pasando por un duelo, demuestras amor cuando le ayudas a tu mamá aunque no tengas ganas, demuestras amor cuando le das tu espacio en el autobús a otro sin importar que debas quedarte de pie el resto del camino, demuestras amor al sonreírle a alguien aunque te sientas mierda por dentro... hay muchas maneras, solo que no lo entendí de inmediato, claro.

Pero lo hice, lo hice todas esas veces que me quedé cuidándola durante su quimioterapia en vez de salir de fiesta o con mis amigos, cuando la llevaba al medico y cancelaba mis compromisos como entrevistas y demás, como cuando la cargaba si era necesario, cuando sostenía su cabello y acariciaba su espalda en el momento que terminaba vaciando su estómago en el retrete...

Yo por esa chica, hacía de todo, la amaba.

— Vomité tus botas. — murmura lavándose los dientes después de recomponerse esa mañana, yo solo le paso una toalla y niego restándole importancia para luego quitármelas, luego las limpiaría.

— Está bien.

— Finnegan... no tienes que hacer esto. — asegura escupiendo su enjuague bucal y luego me mira, yo me acerco y acomodo su cabello tras su oído con cuidado, se ve algo opaco y desordenado, aún así me gusta.

— No, no tengo. — exclamo con una sonrisa ladina — Pero quiero hacerlo. — digo besándola en los labios rápidamente — Me quedaré contigo siempre. — ella rueda los ojos entretenida y ambos nos dirigimos de nuevo a su cuarto, se mete bajo las mantas y yo la abrazo, hoy lleva de nuevo una de mis camisetas, de hecho le gusta mucho usar mi ropa, honestamente, es algo tierno.

— Gracias Finn Wolfhard, eres muy fácil de amar. — susurra mientras tomo el control para darle play a la película que mirábamos unos minutos atrás, hoy vemos Star Wars, episodio número 3 para ser específico, Millie parece muy fanática de estas películas, sonrío y la jalo para acomodarla entre mis brazos.

— ¿Eso es bueno? — pregunto entretenido — Es decir, tú también eres fácil de amar.

— Supongo. — responde encogiéndose de hombros, parece ida en la película — Aunque el reto está en amar a las personas difíciles o las que no quieren ser amadas.

— ¿Y eso qué quiere decir? — mis cejas arrugan y poso mis ojos en su cabello castaño por que no puedo verle la cara.

— Bueno Finn, es que el amor es una habilidad, porque tú lo has dicho es muy fácil amar a algunas personas, personas buenas, simpáticas, personas que se dejan querer, personas que te caen bien, todo el mundo puede hacer eso pero la habilidad radica en amar a aquello que te lo pongan complicado, los que no quieren ser amados, eso te hace alguien diferente, eso puede hacer a cualquiera un mejor cristiano, Jesús amaba a todos, no importa si lo hicieran de vuelta, lo hirieran o lo odiaran. — se levanta un poco y se sienta en la cama al decir esto — Pero como humanos para nosotros es difícil hacer esto, porque hay gente que nos lastima o que no deja que la amemos, por eso lo que te digo, por eso el amor es una habilidad. — por unos segundo no digo nada solo le observo pensativo.