Capítulo 3

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Xavier

Al verlo caer de rodillas ante mis palabras hizo que mi pecho doliera, porque quisiera aceptarlo o no, era mi pareja y el rechazo también le dolía a mi lobo.

Me di la vuelta sintiendo sus alaridos, bajé mi pared de mentira y dejé de pensar en él.

Mi lobo gruñia furioso conmigo, queria controlarme, pero la experiencia había hecho que lo tuviera totalmente controlado.

Entré a la casa, suspiré al ver el lugar vacío como siempre y me acosté aún con ese pequeño dolor en mi pecho.

Ignóralo Xavier, es solo un estúpido reflejo de tu lobo.

Adriel

Fue muy difícil verlo en el entrenamiento y mas al saber que estaría todo el dia pegado a él ya que el Alfa de su manada me había puesto como comandante en su misma categoría.

Él había hecho como si nada, ni siquiera me saludó en la mañana y todo eso dolía mucho, pero no se lo iba a demostrar.

Sacudí mi cabeza, arreglé mi cabello y sonreí como si nada pasara.

Caminé hacia mi grupo de chicos que entrenaría junto a otro lobo que no conocía, al llegar pude ver que era un jóven de mi edad de brazos fuertes, piel algo pálida, unos bellos ojos azules y un cuerpo de infarto.

-Buen dia-saludé con una sornisa, el otro lobo me miró y sonrió al igual que yo.

-¿Tu eres mi compañero, verdad?-me estiró la mano-Soy Micah.

-Soy Adriel, un gusto-apreté su mano.

-El placer es mio-sonrió coqueto el Beta, tomando mi mano por un poco tiempo más de lo normal.

-¿Ya habían empezado?-miré a los chicos quienes me miraba con curiosidad.

-Nop, te estábamos esperando-aplaudió Micah-Comiencen dando vueltas en el bosque, en 10 minutos los quiero aquí y nada de correr en su forma de lobo-advirtió, en un abrir y cerrar de ojo los lobeznos salieron jugueteando entre ellos.

-¿Asi que eres de la manada de sur, no?-me preguntó mirándome a los ojos-Siempre quise visitarla.

-Es muy grande y buena pero me gustan mucho las tácticas que utilizan-miré de reojo a Xavier, él entrenaba a los Lobeznos de su grupo ignorandome.

-Oh ni lo pienses, es inalcanzable y bueno un grosero también-Micah hizo una mueca.

-Dimelo a mi...-susurré.

-¿Que?-me miró confundido.

-Nada-sonreí-¿Desde pequeño estas aquí?

-Si, naci aquí-se acercó a mi oído, mi piel se erizó-No le cuentes a nadie pero aún vivo con mis padres.

Lo miré con una sornisa divertida y juntos carcajeamos sobre lo que había dicho.

-Yo vivo con mi hermano y su pareja asi que no tienes de que avergonzarte-añadí.

Un garraspeo nos interrumpió.

-¿Piensan trabajar o tendré que avisarle al Alfa que parece que andan de fiesta en vez de hacer su trabajo?-Xavier nos retó con la voz dura.

-Mandamos a nuestros chicos a calentar, no te metas en lo que no te incumbe-dijo Micah, me sorpendió su voz hostil hacia Xavier.

Xavier me miró de arriba a abajo y se dió media vuelta hacia su grupo, este parecía que cada uno de sus integrantes iba a morir de cansancio con todas las flexiones que habían hecho.

-Es un idiota-gruñó Micah-Se cree que es mejor que los demás, solo tiene fuerza y nada mas.

-Lo he notado si-asentí viendo como su grande espalda desaparecía de mi vista.

-No le des corte, vamos que los chicos llegaron.

Nos acercamos a los chicos y estuvimos toda la tarde entrenando, les enseñamos tácticas de defensa y ataque.

Al terminar Micah se ofreció a acompañarme a casa, me negué pero él me insistió.

-Fue un gusto trabajar contigo hoy...y bueno el resto de los dias-me miró con una sornisa pícara, era muy guapo, pero no se comparaba con Xavier.

-Igualmente, nos vemos mañana-le dí un apretón en la mano.

Sus ojos se encontraron con los mios y me sonrió por última vez para después desparecer por el bosque.

Al entrar a casa cinco pares de ojos me miraban curiosos.

-¡¿Quien es es guapo beta que te acompañó hasta aquí?!-gritó Katrina emocionada.

-Es mi compañero de grupo-le resté importancia.

-Si y tiene unas ganas terribles de meterse en tu culo-levantó las cejas mi hermano.

-No digas bobadas-bufé.

-No decimos ninguna bobada, al tipo prácticamente se le paró cuando le diste la mano-rió pícaro Artax.

-Debes aporvechar y poner a Xavier celoso con él y tal vez un buen polvo...-me guiñó el ojo Jhon.

-¡Ya basta chicos!-grité sin fuerza-No quiero nada con él y menos ahora, es mi compañero de grupo y ya.

Todos se miraron entre ellos y rieron, bufé cansado y subí las escaleras hacia mi habitación.

Me puse a pensar y los pensamientos de mis amigos no eran tan malos después de todo.

Nunca es tarde (Gay) #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora