Capítulo 6

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Adriel

Luego de la confesión de Micah, él se despidió y se fue con la obligación de que mañan de mañana me vendría a buscar para entrenar juntos.

Por mas cariño que le hubiera agarrado a Micah y lo increíble que me pareciera, además de un excelente compañero, no podía engañarme, mis pensamientos solo iban una y otra vez hacia aquellos fríos ojos verdes.

En la mañana nos fuimos al campo donde el jefe de comandantes nos había citado, allí se encontraban Artax, Jonatan, Xavier, Katrina y Micah junto con algunos lobos mas.

-Los cité aquí porque vamos a ir a una pequeña misión al limite del territorio para controlar algunos lobos salvajes que se metieron, conmigo irán Sheila, Xavier, Donovan, Clarisse, Marcus y Adriel. El resto se quedará a cargo de los lobeznos-ordenó Giovanni.

-Jefe-lo llamó Micah-¿No puedo ir?

-No, Micah. Debes quedarte en mi lugar hasta que regrese, en menos de tres días estamos aquí de nuevo. En cinco minutos partimos, preparen todo y avisen a sus familiares.

Jonatan, Artax y Micah se acercaron a mi.

-Si ese idiota te llega a tocar un pelo juro por mi madre que lo mato-gruñó Artax mirando de reojo a Xavier quien hablaba con una chica a su lado,Sheila creo.

-No me va a pasar nada, no pienso acercarme a él-rodeé los ojos-¿Cuidate si?...bueno mas bien tú cuidalo-miré a Jonatan.

-Sabes que si-rió este con su característica sonrisa con hoyuelos.

-Yo puedo cuidarme solo-bufó Artax.

-Nadie dijo que no pequeñín-rió Jonatan pasando sus brazos por la cintura de Artax.

-Ya, ya, mucha melosidad-se quejó Micah, la parejita me saludó y se fue hacia un costado para dejarme a solas con Micah.

Micah se acercó a mi y me sonrió de costado con esa sonrisa ganadora que siempre hacía.

-No me extrañes eh-me empujó juguetón.

-Imposible-reí de la misma manera.

Micah miró de costado y luego se acercó a mi, prácticamente quedando pegados.

-Si ese idiota te pone una mano encima, no dudes en llamarme que en menos de cinco minutos estaré allí para quebrarle su feo cuello-volvió su vista hostil hacia Xavier, él le dio una mirada igual o peor.

-Ya tranquilo-puse mis manos en su pecho, su mirada cambió totalmente y mordió su labio inferior.

-Me voy a enojar mas seguido si me tocas así.

-Eh, no te pases-le di una cachetada juguetona-No me coquetees.

-Es imposible no coquetear contigo, con lo lindo que eres no me resisto-me guiñó el ojo.

-Eres tremendo-reí sorprendido por su actitud hacia mi,que no me desagradaba en absoluto.

Mientra seguíamos hablando mi mirada se iba una y otra vez para ver si Xavier estaba mirando, dentro de mi existía una pequeña esperanza de que tuviera celos, la cual se iba al ver que no nos prestaba atención en lo mas mínimo.

-Oye-Micah agarró mi barbilla y me miró a los ojos-Ese idiota no te merece

-Gracias-sonreí levemente.

-No agradezcas,cuídate,te estaré esperando ansioso.

-¡Nos vamos chicos!-gritó Giovanni.

-Nos vemos-Micah besó mi mejilla y me empujó sin fuerza.

Le tiré un manotazo riendo y me di la vuelta para seguir al resto.

Miré a Xavier y suspiré,se me venian unos dias difíciles.

Xavier

Bufé por quinta vez, me tenían cansado la nueva parejita.

-Mira, y si con lo bueno que está era obvio que alguien mas lo iba a querer. Micah desde que llegó le había hechado el ojo y al parecer lo logró...estas perdiendo tu última oportunidad-me miró esperando mi reacción.

Me reí, era inútil su intento de convencerme.

-Por mi el puede coger con quien se le cante, ni siquiera es mi conocido así que no me interesa lo que haga-caminé detrás de Giovanni.

-No puedo creer que seas tan frío-me miró con seriedad.

-Si no lo siento no es mi culpa,no lo siento y punto.

-Iré a hablar con él.

Sheila caminó hacia él y lo saludó, él al reaccionar le sonrió.

Giovanni ordenó que nos transformemos en lobos para así poder ir mas rápido.

Un enorme lobo de color gris y ojos rojos apareció junto a mi, era verdaderamente un lobo impactante.

Gruñí en señal de advertencia cuando su lobo se acercó al mio, él sin importarle ni un poco se pasó por mi costado, mi lobo sintió su olor y jadeó.

-Aléjate-gruñí mostrando los dientes.

Su lobo bajó las orejas en señal de sumisión y se alejó unos pocos metros, el resto del camino se mantuvo lejos.

Al llegar la noche ya había caído.

-La primera guardia la harán Xavier y Adriel, la segunda irán Sheila y Donovan-ordenó Giovanni, genial.

Todos se acostaron en su forma de lobo, Adriel y yo nos mantuvimos en la forma de lobo.

Me acosté con la cabeza en alto, atento a todo mientras que Adriel caminaba mirando hacia todos los lados.

Luego de un rato de silencio, Adriel se recostó a unos metros de mi.

-¿Tienen muchos lobos salvajes por aquí?-preguntó en su forma de lobo.

-No, saben que es peligroso, pero a veces hay algunoa rebeldes-respondí sin mucha explicación.

-¿Porque vienen tan pocos a la guardia?

-Somos fuertes, podemos con ellos.

Gracias a la diosa luna él se calmó con las preguntas al darse cuenta de que no me interesaba entablar una conversación con él.

Solo nos quedaba una hora sola de guardia, miré atentamente a Adriel cuando se paró y comenzó a olisquear el aire.

-Siento un olor extraño-gruñó.

-Como a sangre...-añadí mirando hacia los costados.

-¡Cuidado!

Sentí como un cuerpo me empujaba contra un árbol, reaccioné con rapidez y clavé mis dientes en su pata derecha.

El lobo de Adriel se lanzó sobre el lobo que tenía encima de mi y lo tiró hacia un lado, el resto ya estaba despierto y peleaba con el resto de los lobos salvajes.

Otro lobo se lanzó hacia mi con sua fauces abiertas, lo esquivé y mordí su cuello hasta quebrarlo.

Dos lobos salieron a defender al ahora lobo muerto entre mia fauces, el lobo gris de Adriel se tiró sobre uno de ellos.

Corrí hacia Giovanni al verlo rodeado por tres lobos, en cuestión de minutos habiamos matado a casi todos, los restantes huyeron asustados.

-Bien hecho chicos, lo mas probable que vuelvan mañana.Si les damos otra paliza como estas no volverán-aulló orgulloso Giovanni.

Sheila y Donovan se pusieron alerta para seguir con la guardia.

Me acosté y me acurruqué contra el árbol para dormir.

A la mitad de la noche sentí un lobo junto a mi, por el olor sabía que era Adriel.

Sin ganas de pelear y con sueño lo dejé, eso no significaba nada.

Nunca es tarde (Gay) #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora