Al despertar me dolía un poco la espalda por dormir en esa posición incómoda, pero ya muchas veces eh dormido ahí así que el dolor no era nuevo para mí. Me levante lentamente y talle mis ojos para que se abrieran completamente, abrí lentamente la puerta y antes de abrirla por completo asome un poco mi cabeza para ver si había alguien además de mí en el ático, ya que confirme que, como siempre, no había nadie salí rápidamente hasta las escaleras las baje sin hacer ningún ruido y al salir completamente del ático no logre ver luz que se colara por las ventanas así que supongo que no es tan tarde pero aún planeaba darme prisa.
Comencé a caminar por los pasillos mientras acomodaba un poco mi cabello intentando hacer que no se vea como que acabo de despertar, una tarea un poco complicada si no me eh bañado. Me dirigí hacia los el dormitorio caminando algo rápido pues no sabía qué hora era y podía ser un poco tarde, hoy era Lunes así que tenía que ir a la “escuela” del orfanato, no sé si sea como una escuela común porque digamos que nunca eh estado en una, lo que sí sé es que en los grados más superiores, como en el que yo estoy, hay muy pocos alumnos puesto que solo hay huérfanos y no somos tantos los que pasamos de los 10 años.
Cuando llegué al dormitorio vi el gran reloj arriba de la puerta que marcaba las 5:30 a.m. no era tarde, para nada, la alarma general suena de lunes a viernes a las 6:00 a.m. y los sábados y domingos a las 7:00 a.m. claro que siempre te podías despertar antes que esta suene pero muy pocos lo hacían.
Yo casi siempre despierto antes de que suene no importa el día que sea, y es que me cuesta mucho trabajo lograr dormir bien con otras personas tan cerca de mí, y si duermo en mi cuarto del ático despierto porque es muy pequeño justo como hoy, pera la verdad es que ya me había acostumbrado a dormir mal y no descansar mucho, aunque por algún extraño motivo, cuando me duermo en clases, si descanso y duermo bien, no sé el porqué, yo supongo que es porque la aburrida clase del profesor o maestra hace que me de sueño y me quedo dormida pero como siempre estos mismos me despiertan porque “no es correcto que duerma en clase” pero a mí no me importa y vuelvo a dormir.
Ya que no había nadie despierto, tomé de mi baúl la ropa que usaría hoy, como siempre no podían faltar mis botas, mi mejor escondite, hoy tenía un poco de calor así que tome un short color azul marino pero no era demasiado corto, llegaba a la mitad de mis muslos porque la verdad es que no me gusta mucho mi cuerpo, en realidad nada pero en fin, también toma un blusa holgada blanca y me dirigí hacía las regaderas.
Decidí tomarme una ducha un poco más larga de lo normal, duré como unos 20-25 minutos en esta lo cual es mucho para mí porque casi siempre me baño en 10-15 minutos ya que no me gusta que las demás se bañen conmigo, es algo… extraño… para mí.
Al terminar de bañarme me vestí rápidamente y cepille mi cabello, cuando terminé escuche la alarma, eran ya las 6, me levante tomando mis cosas y me dirigí de nuevo a mi baúl, ahora ya no me importo no hacer ruido, no es como de que sea muy ruidosa pero aun así algunas veces me preocupo por despertar a alguien. Mientras caminaba por los pasillos entre las camas escuchaba como todas intentaban despertar y veía de reojo como se movían las sabanas por las tipas que intentaban salir de los nudos de sus sabanas provocados por los movimientos bruscos que hacen mientras duermen, a mí me ha pasado muy pocas veces, solo cuando tengo pesadillas me muevo mucho, y es raro por el hecho de que casi nunca sueño nada así que es todavía más raro que me mueva en las noches.
Al llegar al final de la cama con el número 74 me puse en cuclillas y abrí el baúl, me quede observándolo un rato, a veces, como ahora, me pongo un poco triste o más bien me deprimo al ver que todo lo que tengo cabe en un baúl no muy grande, tenía tan poco en comparación con otras personas, y no habló de personas no huérfanas, hablo de personas que están también en este lugar, algunas tienen posiciones previas a cuando vinieron aquí, no todos están desde que nacen, obviamente, y por ese motivo algunos tienen cosas completamente propias, porque ni siquiera la ropa que te dan aquí es tuya completamente, cuando algo de “tu” ropa ya no te queda y Amanda lo nota te la cambia, y la que era “tuya” la guarda para dársela a alguien más, y cuando te vas porque ya tienes 18, solo te dejan irte con 2 cambios, el que llevas puesto y otro en una bolsa, ni siquiera te dan una mochila, y respecto a los juguetes que te “dan” cuando eres pequeño, también te los quitan al crecer, lo único que no te quitan es lo que tú ya tenías antes de llegar aquí.
Mientras veía el interior del baúl, que la verdad es que no está muy lleno, me di cuenta de que ya estaba muy desordenado, es el colmo que yo, teniendo tan pocas cosas lo tenga así de desordenado, voltee a ver el reloj, las 6:08 a.m., aún tengo tiempo antes del desayuno a las 6:30. Comencé a arreglarlo un poco, primero saque todo y lo puse a un lado de mí, en el piso, después tome cada prenda de ropa, la doblaba y la volvía a guardar, en la derecha la limpia, en el centro la que ya usé pero que no está sucia, y en la izquierda la sucia que debo ir a lavar, hasta el hueco que quedaba en la parte de arriba (pero no sobre la ropa) pues los 2 pares zapatos, doblé las botas de la parte larga para que pudieran entrar bien y luego, bueno nada, es todo lo que tengo…
Justo cuando iba a cerrar el baúl de nuevo, vi el pequeño estuche azul que olvido siempre, lo único que en verdad es mío, lo tomé del piso y lo abrí, Amanda dice que lo tenía junto conmigo cuando llegue al orfanato, así que eso es lo ÚNICO que en verdad es mío, lo tome cuidadosamente y lo sostuve en mis manos fijando mi vista en el, por algún motivo no me gustaba, no sabía porque lo tenía ni que significado tenía, nunca le tomé importancia y muchas veces pensé en tirarlo pero siempre había algo que me decía que no lo hiciera y terminaba conservándolo, lo abrí y vi los dos añillos de plata relucientes y acomodados uno junto al otro perfectamente, ambos tenían un signo que no entendía, es como un ocho acostado y no sé lo que significa y la verdad es que nunca me ha interesado preguntar o investigar que es.
En ciertos aspectos, la verdad es que muchos, me he dado cuenta de que soy, ¿cómo se dice? A sí, soy ingenua en muchas cosas que para algunas personas son muy normales, por ejemplo, no sé qué significan esos anillos ni lo que tienen, a penas y se utilizar una computadora y un celular; la computadora y el celular para casi todo el mundo es mucho más necesario que ir al baño *por un decir* y para mi… me da igual, nunca eh tenido un celular o una computadora, y la verdad no los necesito, no tengo a nadie a quien hablarle por teléfono y tampoco sé para qué me sería útil una computadora, yo vivo como en la antigüedad, prefiero mil y un veces más un libro que una página de internet, además, solo sé usar lo básico de una computadora, tampoco es como si fuera una genia ni nada.
Estuve viendo el estuche con los anillos durante un rato, fue raro, nunca me eh quedado observándolo tanto, si eso, más bien lo observaba, porque esta vez sí le está prestando atención, como si hoy significará mucho más que antes, mi mente trataba de recordar si alguna vez había visto ese símbolo, según yo si lo había visto, una de las veces que me escape lo vi en una tienda, bueno en el logo de una tienda que no recuerdo ni donde estaba o como se llamaba pero lo vi, claro que en ese momento tampoco supe que significaba.
El timbre previo al desayuno me despertó de mis recuerdos, vi el reloj y ya eran las 6:25, en verdad que me distraje, ya no había muchas personas en el dormitorio, supongo ya se habían marchado.
Guardé el estuche, a diferencia de siempre, con mucho cuidado, resguardándolo entre la ropa para que no se maltratarla y que nadie lo viera, aunque bien pudo verlo alguien mientras yo no prestaba atención por estar absorta en mi cabeza, de todas formas aunque alguien lo hubiese visto, no lo podría robar ya que soy la única que tiene la llave para abrir mi baúl.
Me puse de pie lentamente y comencé a caminar despacio y con mucha calma al comedor para desayunar, iba lento y con las manos escondidas en las bolsas de mi short, no prestaba atención a mi alrededor ni a lo que todos hablaban, sin embargo si logre sentir algunas miradas sobre mí, las cuales ignore completamente, cuando llegué al comedor, llegue hasta la fila y me forme junto con Taylor y con Jessi quienes ya estaban algo adelantadas, como siempre recibí varias miradas de enojo por parte de la mayoría en la fila y de uno que otro de los que ya se encontraban en las mesas pero ninguna queja hablada.
Me sorprendió el no ver a Ian junto con Taylor, pero a ella parecía no importarle ya que hablaba animadamente con Jessi, en cuanto me posee justo a su lado Jessi me integró a su conversación…
-Hola Alisson ¿Cómo estás?- dijo con una extraña alegría.
-Mmm…-estaba dudosa, ¿por qué tan alegre?- Bien… creo… gracias… mmm… ¿Cómo están ustedes?-aún seguía confundida y no me di cuenta de que había dicho hasta que vi la expresión de confusión que Taylor le dedicó a Jessi hasta que Jessi le sonrió como para indicarle que no se preocupara. Lo que la extrañaba… es que les pregunté por ellas, algo extremadamente raro en mí, pero en fin, no puede ser un error tan malo ¿o sí? No me iba a preocupar por eso, los anillos y su símbolo extraño seguían invadiendo mi mente.
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Siempre Te Recordare.
Teen FictionAlisson con tan solo 16 años tiene una idea muy oscura sobre las personas; ella ha vivido en un orfanato desde que era una bebe y piensa que la única manera de vivir es mostrándose como ella no es en verdad. Durante los últimos 9 años de su vida ha...