El Gran Secreto: Una historia de Star Wars --- Terminada.

Sin cuestionar

Humanos de mi vida! Hoy continuamos con el enfrentamiento entre la alianza y Jinata. Allá vamos :)

PDV: Ayden
Él estaba impávido, boquiabierto, los ojos como platos, claramente confundido. Me acerqué rápido a Ben y tiré de su brazo para ponerlo de pie.
>>Levántate, tenemos que volver a la nave antes de que se vayan sin nosotros.
-¿A dónde vamos ahora?
-Agotaremos el combustible de la nave Jinata. Rose y un grupo lograron meterse a la nave y ahora tienen mucho menos combustible que nosotros.
Ben y yo corrimos en medio de disparos y bombas que explotaban hasta llegar a la base rebelde. Nos metimos a la sala de control y ordené el despegue y una vez fuera de la atmósfera, activamos nuevamente el salto por el hiperespacio para alejarnos y como esperábamos que sucediera, Jinata nos siguió, pero al intentar seguirnos en un nuevo salto, se dieron cuenta que habían agotado su combustible.

***

-La nave está lista para irnos, Comandante- dijo Grilm más tarde cuando nos encontramos. Aprovechando que Ben no estaba, pude hablar libremente. Le hablé sobre mi secreto y para pedirle cumplir su palabra.
-Sé que no era lo que esperabas escuchar, Grilm.
-No, pero sabía que no eras ordinaria. Que ocultabas algo- asentí y caminé hacia el ventanal, me crucé de brazos y luego la encaré cuando se acercó.
-¿Recuerdas que prometiste obedecerme sin cuestionar?- la capitana asintió -. Es momento de que honres ese juramento. Lo que te pediré no lo puede saber nadie hasta que se lleve a cabo, tan rápido como sea posible.
-¿Comandante?
-Esto no se trata de mí ni de la rebelión. Es por él.
-¿Por Ben?- yo asentí.
-Es la única forma en que puedo salvarlo.
-¿Por qué?
-Porque ahora él conoce mi secreto y si todos en la Primera Orden lo descubren, y así será, lo van a matar por dejar entrar a sus filas a una Jedi aunque esta esté de su lado. No confían en mí, nunca lo hicieron. Si antes teníamos la esperanza de ganarme su confianza sólo si encabezaba un ataque contra mi propia gente, ahora ni de ese modo lograría que me vieran como una de ellos.
-No tienes que ser una de ellos para dirigirlos.
-No, pero ayuda mucho. Así no tendría que temer que me apuñalarán por la espalda en cuanto tengan la oportunidad.
-No es como que nosotros tengamos la vida comprada. Tampoco ustedes siendo rebeldes- me sonreí -. Entonces, ¿qué es lo que necesitas de mí?
-Toda tu atención, necesito que desactiven algunos códigos en nuestras bases y nave.

***

PDV: Kylo Ren
Más tarde, de pie frente nuestra nave, esperaba a que Grilm y Ayden aparecieran para poder irnos. Ordené a los troopers replegarse por completo a la nave cuando las vi acercándose, pero junto a ellas venía un grupo armado de rebeldes. Grilm pasó de largo y entró a la nave, Ayden se plantó frente a mí.
-¿Esto se considera comportamiento normal, que te escolte tu gente?
-Sólo cuando planeo hacer una detención. Kylo Ren, estás bajo arresto de los rebeldes por tus actos contra la Resistencia, sin mencionar todos los daños que has causado con los inumerables ataques a tu mando.
-Es un buen diálogo, querida. Ahora deja de fingir y vámonos- le tendí la mano. Sus acompañantes alzaron las armas -. ¿Estás de broma?
-Nunca he hecho algo tan en serio respecto a la rebelión como ahora. Voy a arrestarte.
-¿Te has vuelto loca?- entonces la nave Imperial despegó y salió de la base rebelde. Fruncí el ceño y la observé -. ¿Pusiste a todos en mi contra?
-No, pero soy consciente de lo que se debe hacer- sonreí me acerqué a ella tanto que nuestros labios estaban casi rozándose. Su respiración se alteró.
-¿Siempre fue este tu plan? ¿Algo de lo que dijiste o hicimos fue real acaso?
-Cada maldita palabra y toque lo fue- murmuró -. Cada maldito beso, cada segundo a tu lado fue tan real como que tu tío Luke está muerto. Pero esto es diferente...
-No me obligues a hacer esto- murmuré llevando la mano a mi cinto para tomar la empuñadura del sable.
-No lo hagas, Ben. Sólo no lo hagas.
-¿Vas a arrestarme de verdad? ¿Me pondrás en una celda?
-Si la situación lo amerita.
-¿Al menos habrán visitas maritales?
Separó ligeramente los labios.
-Ben, no te lo pediré de nuevo. Estás en seria desventaja, no lo hagas. Ven conmigo y te diré todo.
-Pensé que lo sabía ya- ella negó -. En cualquier caso, ¿crees que tu guardia puede hacerme frente? No estoy en desventaja.
-No era de ellos de quienes hablaba- me sonreí. Hablaba de sí misma.
-No quiero hacerte daño, cariño.
-Podría decir lo mismo.
-¿De verdad quieres hacer esto, Ayden?
-Sólo si no me dejas opción. Tranquilo, no te asesinaré. Muerto no nos sirves.
Sonreí y retrocedí unos pasos.
-De acuerdo, si quieres enfrentarme, no pienso atacarte si te tengo a esta distancia. Sería muy fácil.
-No te preocupes por mí, no soy tan débil.
-Soy consciente de ello, yo te entrené- Ayden me sonrió ampliamente.
-No tienes una remota idea de lo que soy capaz.
Sus custodios retrocedieron al chasquear ella los dedos y ella retrocedió un par de pasos -. ¿Quieres enfrentarte a mi sable doble o al sable de tu abuelo?
-El que sea está bien para mí- ella sonrió y me lanzó el sable de Vader. Yo lo atrapé en el aire.
-Hagamos esto interesante- echó mano a su cinto y sacó el sable doble azul y al girar la empuñadura por el centro, se desprendieron dos formas para proveerle dos sables diferentes. Por sí solos no parecían ser azules, la luz era blanca.
Alcé ambos sables cuando ella se acercó a mí. Paré una atajada alta de forma cruzada y aparté de inmediato uno de los sables para parar el segundo sable. Sin antes pensarlo me había puesto a la defensiva y ella me hacía retroceder a cada ataque. Estaba impresionado por la fuerza de sus golpes, jamás la vi golpeando tan duro. Mi encimismamiento le dio la ventaja, trastabillé, abrí la guardia y su pie se estampó en mi estómago, tirándome. Me puso el pie sobre el pecho.
-Eres una señorita muy poco delicada.
-No llegué a ser la mano derecha siendo delicada. Ponte de pie- masculló apartándose -. De pie, no voy a atacarte si estás en el suelo. Aún conservo mi honor.