El Gran Secreto: Una historia de Star Wars --- Terminada.

Alejados

Hola humanos :) espero estén disfrutando la historia hasta donde va, cada vez nos acercamos más al final :/ pero no se termina aún

PDV: Kylo Ren
-Ayden, llevas 3 días sin decirme algo más allá de lo estrictamente necesario, entrenando con violencia, encerrándote para observar ese viejo álbum de fotos. Ni siquiera me has dicho a dónde vamos- no me respondió. A los pocos minutos nos aparcamos fuera de la escuela donde daba clases -. ¿Qué estamos haciendo aquí?
-Necesito hacer unas cosas en la oficina. Ven. Ah y, ponte esto- me tendió unas gafas.
-¿Para qué?
-Sólo póntelas y ya. Son lentes sin aumento.
Bajé del auto y la seguí al interior. Tocó en la puerta de la oficina y una voz masculina al otro lado nos indico que entráramos.
-Srita. Hall. No esperaba verla aquí ahora que empezaron las vacaciones- se puso de pie y le estrechó la mano a Ayden y también a mí.
-Lo sé, Sr. Rapcord. Pero le traje al nerd que le prometí.
-¿Qué?- logré decir volteando a verla.
-Él es Ben Thompson. Quiere aplicar para el puesto de profesor de matemáticas.
-Ya veo. Tome asiento, mi nombre es Timothy Rapcord, soy el director de la escuela.
-Mucho gusto. Ayden, ¿podemos hablar un minuto?- tiré de su brazo y la acerqué a la puerta. Mi voz fue un susurro -. ¿Qué demonios es esto?
-Dijiste que querías trabajar así que te conseguí esta entrevista- replicó en voz baja.
-¿Pero en la misma escuela que tú? ¿Segura que esto es conveniente?
-Si tú te comportas, yo haré lo propio. Suerte- sonrió quitándome del rostro un mechón. Suspiré cuando ella hubo salido de la oficina. Volteé a ver a Rapcord quien parecía entretenido por la escena.
-¿No se lo mencionó?
-No- repliqué tirando de la silla para sentarme -. Aunque lo agradezco, sabe que no habría accedido de sugerírmelo. Sobre todo porque implicará trabajar con ella.
-¿Ustedes dos...?
-Sí, nos casamos hace poco.
-Pues felicidades, por el poco tiempo que tengo de conocerla puedo decir que Ayden es una mujer excepcional. Ahora, ella ya me habló bastante de ti, ¿podemos tutearnos?- yo asentí -. Bien, así que no necesito entrevistarte. Pasemos a la prueba intelectual. Me darás una clase. Soy un niño de 8 años que no tiene particular interés en las matemáticas, háblame- me tendió unos plumones y señaló el pizarrón al fondo de la oficina. Caminé hasta ahí y suspiré.

PDV: Ayden
Me senté en una de las bancas del pasillo principal a esperar que Ben terminara con la entrevista. En eso sentí algo en mi cabeza.
-Selonia arderá. Jinata destruirá todo- dijo la voz de Rey.
Sacudí mi cabeza. No era posible, habían logrado usar la Fuerza para llegar a mí estando separados por años luz. Suspiré frustrada, sabía que esto no podía durar demasiado. Tenía un poco de tiempo, lo sabía, pero no sabía qué tanto... De una u otra forma tenía que engañar a Ben para irme. No me arriesgaría a llevarlo conmigo; si bien era mi mejor aliado en la batalla, también era mi talón de Aquiles y no podía darme el lujo de darle más razones a Dalia para dañarme. A ella sólo le importaba yo, todo debía terminar entre ambas.

***

-No entiendo cómo venir a acampar nos ayudará a entrenar- se quejó Ben dejando en el suelo la tienda de campaña.
-Alejarnos de todo estas semanas será un perfecto espacio para entrenar, aunque tal vez deberíamos empezar mañana, se está haciendo tarde y un campamento no se arma tan rápido. Ayúdame a armar la tienda. Además, supongo que debemos celebrar que te dieron el trabajo- le di un beso en la comisura de los labios.
Más tarde cuando hubo anochecido y encendimos una fogata, Ben se sentó junto a mí frente al fuego.
-Ayden, sé que hay algo que no me estás diciendo que tiene que ver con Dalia.
-¿Lo escuchaste todo?
-Cada palabra. Hasta lo que dijo James cuando hablaron fuera de la tienda.
-No se suponía que lo supieras.
-¿Por qué?
-No lo sé, quizá porque ella es lo que me impulsaba a luchar. Sabíamos que luego de entrar en batalla la oscuridad la consumió y mató a todo su batallón en una misión menor. Creímos que estaba muerta luego de que ordenaran su ejecución pero es evidente que escapó... Fue mi culpa que se convirtiera.
-No digas eso.
-Lo es, es mi culpa- con una varita en mi mano, estaba trazando en la tierra frente a mis pies -. Siempre fue mejor que yo hasta que mi padre me dio la paliza de mi vida. En ese momento superé a Dalia hasta tenerla al borde de la muerte porque era ella o yo, y yo estaba decidida a probar lo que valía... Fue entonces cuando ambas partes de mi familia se distanciaron y no volví a saber de ellos hasta que supe que ella, la mayor de 3 hijos, se había ido sin más. Al poco tiempo la siguieron sus 2 hermanos, los únicos varones de la generación, y tal parece que los mató cuando intentaron detenerla. Yo creé a Tao. La orillé a la ambición de poder, se convirtió en mi carga y de 4 combatientes de esa generación, sólo queda uno al servicio de la Luz.
-Tú- yo asentí -. Entonces Tao debería temerte. Si alguien puede detenerla, esa eres tú.
-No soy tan fuerte... Tendría que usar las artes oscuras para hacerle frente.
-No las necesitas porque no combates de la manera que ella hace. Tú tienes bondad- suspiré y moví arrojé la varita que tenía en la mano al fuego.
-Las guerras no se ganan con bondad. Y por eso tengo las de perder.