El Gran Secreto: Una historia de Star Wars --- Terminada.

Gran final: "La guerra por la supervivencia"

Hola queridos humanos :) estamos a punto de iniciar el capítulo 45, la entrega final de este fic, aprovechando que hoy 19 de noviembre es cumpleaños de nuestro querido Adam Driver, nuestro bello Kylo Ren. Estoy emocionada porque todo este camino por fin converge en un sólo resultado. Ataré todos los cabos sueltos que han quedado a lo largo de la historia y juntos terminaremos lo que empezamos.
Bienvenidos al maratónico Gran final de "El Gran Secreto: Una historia de Star Wars". Disfrútenlo :)

Me dejé conducir por Matt a la bodega de la tienda y ahí vi el sistema de comunicaciones que había ensamblado hacía poco, proyectando el holograma de Leia.
-Leia... Hola. ¿A qué se debe este enlace?
-Más allá de lo feliz que estoy por el nacimiento de su hijo, necesitaba hablarte. Esto es importante y no estoy segura de que sea bueno que Ben lo supiera también.
-¿De qué se trata? ¿Por qué... Por qué sólo quieres hablar conmigo? Seguro que Ben debería saberlo también.
-No lo creo, no sabemos cómo reaccionaría a ello.
-Bien, te escucho.
-Hace algunas semanas, meses para ustedes, durante las excavaciones para liberar los túneles en Selonia, se encontraron 2 cuerpos idénticos que parecían ser de Tao- mi respiración se detuvo un instante -. Sabíamos que uno, sino ambos, eran ilusiones, por lo que tendríamos que recurrir a algún método para saber quién de los cadáveres era el de tu prima Dalia. Sogka sugirió que debían hacerse estudios para averiguarlo, pero lo consideraban barbárico. Se deliberó en varios juicios si sería prudente que Sogka realizara las autopsias y estudios a los cadáveres que encontraron, pero no lo autorizaron, así que teníamos 2 cadáveres idénticos con la posibilidad de que uno o ambos fueran falsos y que, de ser esto último, desconociéramos el paradero de Dalia.
-Aguarda un minuto, le tiré encima toneladas de rocas a ella y a Ben. Él por suerte está vivo, como yo, pero ella fue golpeada y enterrada por todas las rocas. Y las heridas que le inflingí, no puede ser que esté todavía por ahí. Era demasiado para que lo soportara.
-Eso pensábamos. Como sabíamos la importancia de conocer la verdad, logramos que salieran de Naboo con los cadáveres.
-¿Salieran? ¿Quiénes?
-Rey y los otros. Se refugiaron en la Academia de Vardos, para estar fuera de la jurisdicción y realizar los estudios. Ninguno de los cadáveres era el de Dalia- necesité sentarme y respirar hondo.
-¿Quieres decir que esa perra sigue allá afuera mientras nosotros casi morimos ese día?- mascullé controlando mi ira. Leia se limitó a asentir -. ¿Hace cuánto lo saben?
-Aproximadamente desde que supieras que estabas embarazada- maldije para mis adentros. Esa era la razón por la que tenía pesadillas y desvaríos, en lo más profundo de mí sabía que algo no andaba bien, y decidía ignorarlo. Bien podría Dalia estar en verdad de vuelta en la Tierra ocultándose de sus enemigos de la Galaxia o para atacarnos a nosotros u ocultándose en alguna otra parte, donde nadie jamás la buscaría mientras planeaba algo, porque era un hecho que no dejaría las cosas así... Eran tantas posibilidades que de repente me fueron reveladas -. No te lo dijimos por tu condición y sabíamos que eso no te haría algún bien.
-¿Y qué más han estado ocultando de nosotros? Sé que esto no es lo único.
-Y no te equivocas. La situación es que... Rey desapareció.
-¿Qué? ¿Cómo que desapareció?- pregunté incrédula.
-Se fue de Vardos en una nave que no era el Halcón y no sabemos dónde está. Desactivó el rastreador y los sistemas de comunicación.
-No, eso no posible. Rey conoce los peligros de hacer eso, de incomunicarse. ¿Por qué decidió irse?
-Estaban debatiendo si tú y Ben deberían saber que Dalia no estaba muerta, pero por tu embarazo decidimos mantenerlo para nosotros. Rey quería desde un inicio ir a buscarla, pero es evidente para todos que no es tan poderosa y buena combatiente como ustedes dos, y se lo dejó en claro Poe. Creemos que se fue a su búsqueda para probar su valía.
Para entonces yo tenía la cara enterrada en las manos, respirando hondo y controlando mis deseos de patear el aparato que proyectaba el holograma. Me puse de pie y me calmé.
-Esa estúpida. La va a matar... ¿Están seguros de que no tenía otro destino? Podría estar buscando otra cosa, algo de lo que no estuvieran enterados.
-Lo estamos, todos la han buscado a los alrededores y preguntado a informantes de confianza... No saben dónde está.
-Y hasta ahora me lo dicen, cuando es posible que esté muerta o en problemas o cuando la Galaxia amenaza con caer en un caos total de nuevo... Siempre es lo mismo, dejan que todo colapse hasta un punto donde las cosas son inevitables.
-Ayden, escucha...
-Si lo que dices es cierto, que estaban preocupados por no perturbar mi embarazo, pudiste decírselo a Ben. Pudiste pedirle que él fuera a buscar a Rey y a Dalia. Tiene igual derecho de saber lo que está pasando; yo se lo diré.
-No has escuchado todo lo que tengo que decir. Es un hecho que debe ir alguien poderoso para hacerle frente a Dalia y que conozca a Rey para hacerla entrar en razón... Pero yo no enviaría a Ben.
-¿Por qué no? Es fuerte, es bueno combatiendo, eso ya lo sabes. Yo misma lo entreno para hacerlo mejorar.
-No se trata de su poder. Ben es fácilmente seducido por la oscuridad, lo sabes. Y ahora es aún más vulnerable porque tiene personas que le importan- apreté los labios al saber que se refería a nosotros -. Enviarlo tras Dalia lo hace muy vulnerable ante su influencia maligna. Y enviarlo tras Rey... No ignoramos lo que sospechas, Ayden... Que hay algo raro con ella desde la vez que logró hablarte en tu mente a miles de años luz cuando Dalia atacó. Y que aumentó su poder.
-Sí, Sogka fue quien me habló de sus sospechas en primer lugar. Él presenció de primera mano lo que pasó con el disparo del cañón, Rey lo frenó y devolvió por sí sola hacia Selonia. No dudo que sea capaz de expander sus poderes de esa manera, con el entrenamiento adecuado, pero la última vez que entrenamos juntas, estaba por debajo del nivel que yo fingía tener. Y vaya que me mantuve en un perfil bajo. Por lo que hemos visto, sospecho que es casi tan poderosa como yo y que aspira a más.
-El punto, Ayden, es que tememos lo peor. Que Rey haya sido seducida por la oscuridad- cerré los ojos y suspiré.
-¿Por qué?- murmuré aún con los ojos cerrados.
-Y, si nuestras sospechas son reales, que Dalia sigue con vida, creemos saber a dónde ha ido Rey.
-Es imposible, Rey es demasiado dura para ello. No hay quien sea capaz de atraerla al lado oscuro. Ni siquiera Ben cuando le ofreció información sobre sus padres o cuando le ofreció instaurar un nuevo orden.
-Pero Ben hizo promesas falsas.
-Y Rey deseaba ir hasta las consecuencias últimas para traerlo de vuelta.
-No fue así- murmuró con pesadez la mujer -. A diferencia suya, tú sí fuiste hasta las consecuencias últimas, jugando un rol dentro de sus líneas, hasta que entendió por fin a dónde pertenecía y a quién debía su lealtad.
-Sólo necesitaba un empujón. Rey ya había sembrado la incertidumbre en él... En todo caso, ¿a qué te refieres con las promesas falsas? ¿Crees que le hubieran podido prometer algo real?
-Es una opción. En este momento no tenemos más que las sospechas.
-Leia, lo siento, me mantengo renuente a creer en lo que dices. Sé que yo misma creí las sospechas, que Rey hubiera podido ser seducida, porque todo mundo en algún momento nos sentimos atraídos hacia el poder que promete la oscuridad. Sobre todo si tenemos a alguien a quién proteger- mi voz se quebró, mis ojos se inundaron de lágrimas. Tomé aire para continuar -. Pero Rey no, no hay cosa o persona que pueda llevarla al otro lado. Estoy segura de que no es eso. De que debe haber una explicación lógica.
-Sé que vas a buscar la explicación a todo esto, pero el punto es que Ben no es una opción para ir en su búsqueda.
-¿Qué estás pidiéndome que haga?
-Quiero que la encuentres, antes de que Dalia lo haga...
-¿Quieres que yo vaya a buscarla? Pero tengo una vida aquí, tengo las mismas posibilidades de encontrarla que tú o que los demás. Y el tiempo... Todo lo que demore allá, avanzará con creces aquí.
-Estamos conscientes de ello, pero no te lo pediría si tuviera otra opción.
-¿Hasta cuándo tengo para hacerlo?
-Lo antes posible... O sabemos lo que ocurrirá.
-En caso de que Rey ya no sea quien conocí... ¿Cómo debo actuar? No puedo matarla, es como mi hermana.
-Sé que no lo quieres ver así, pero si ya no es quien conociste, no será más tu hermana y no se detendrá hasta tener su sable através de tu corazón. Te pido específicamente a ti que hagas esto porque eres quien se mantendrá firme a su propósito, sin importar las consecuencias. No es una decisión que me enorgullezca, pero es lo correcto, si la Galaxia nos importa.
-¿Los demás lo saben? Que la buscaré y me has dado autorización de liquidarla si es necesario.
-No, y no lo sabrán hasta que haya un resultado. Tampoco puedo enviar tropas a por ella, Ticco y yo somos prisioneras por encubrir y ayudar en el escape de Sogka con los cadáveres. No tengo jurisdicción. Si decides ir, estarás por tu cuenta.
-Nada a lo que no esté acostumbrada.
La conexión terminó y salimos de la burbuja atemporal que se generaba al realizar estos enlaces. Di media vuelta, tomé la bolsa de las manos de Matt que contenía la salsa de tomate y otras cosas que compré y salí de la bodega sin decir palabra.
-Ayden- me llamó Matt pero no respondí.
Subí las escaleras hacia el departamento y entré. Al dejar la bolsa en la mesa de la cocineta, escuché unos murmullos en la habitación. Caminé hasta ahí y me quedé en el marco de la puerta.