El Gran Secreto: Una historia de Star Wars --- Terminada.

Un enfrentamiento de 25 años

Hola humanos :) todo se está posicionando ya y, aunque quedan pocos capítulos, falta mucha historia por contar :)

>>¿Y bien?- Ayden me miró de reojo cuando hablé luego de un rato de estar en silencio en la cabina sentados frente a los controles.
-¿Qué?
-Me debes algunas historias.
-Es cierto, ¿no?- suspiró -. Bueno, finalmente nuestro recorrido es bastante largo, ¿por dónde debería empezar?
-Por tus entrenamientos con Dalia, tu familia, cómo llegaste a ser tan poderosa... Quiero saberlo todo.
La noté apretar los labios en una fina línea y tensar la mandíbula.
-Sabía que dirías eso.

NARRADOR OMNIPRESENTE
22 años antes
-Es mi deber acudir a un llamado que pronto podría hacerse. La tensión en la guerra está creciendo. Y sólo puedo irme sabiendo que hay al menos un Jedi preparado para tomar el siguiente llamado. Aunque creo saber quién es la más indicada- dijo James Marek cuando hubieron subido al techo.
Miraba a Dalia con un desdén un tanto menos irrespetuoso. Ahí estaban Dalia, sus hermanos Peter y Michael, su madre Karen Marek y su esposo Daniel Fray, Ayden, James Marek y el anciano Gillian Marcus. Todos sabían que el entrenamiento siempre se había enfocado en Ayden y Dalia porque la Fuerza siempre fue más intensa en ambas que en los varones. Dalia había entrenado los últimos 3 años junto a sus hermanos luego de que el entrenamiento de Ayden fuera delegado a su abuelo pero nadie estaba enterado de sus progresos.
-¿Entonces cuál es el sentido de esto? Tengo mejores cosas que hacer que golpear de nuevo a esta mocosa- farfulló Dalia.
-Yo tengo mejores cosas que hacer que verte la cara- masculló Ayden.
-Sí, pero quizá sea la última vez que te vea combatiendo.
-No pensé que te gustara verme pelear, padre...
-Más bien me divierte.
No tardaron en unirse las abuelas de las combatientes, quienes llevaban en sus manos un par de bandejas sobre las cuales se exhibía un arma solitaria al centro, ambas armas eran sables de luz.
-¿Qué es esto?- preguntó escandalizada Dalia -. No se supone que la prueba final sea usando sables. Así ha sido por siglos.
-Pero supongo que están ambas bien entrenadas para usar el arma que sea, ¿cierto? Los palos de madera son un juego.
Dalia miró a James con ira. Ayden estaba seria y no apartaba los ojos de su adversaria. Caminaron hacia las mujeres que sostenían las bandejas y cada una tomó el sable que se exhibía en el centro de cada bandeja. Luego volvieron a su respectivo maestro.
-¿Por qué me haces combatir usando sables?- James sonrió de lado.
-Dalia, sabes lo patética que es la habilidad de Ayden. Nunca pudo hacerte frente, no debería poder hacerlo ahora. La entrenó el anciano, ¿qué pudo haber aprendido? ¿Cómo sostener un arma?- el hombre rio malicioso -. Siempre has sido mi favorita, por eso te doy esta oportunidad.
-¿Oportunidad de qué?- James se acercó a Dalia inclinándose sobre su hombro.
-De que mates a Ayden.
Los ojos de Dalia parecieron brillar con un fuego de ira. Se recogió en cabello en una coleta.
Ayden por su parte, se ajustó la armadura textil y respiró hondo.
-Va a intentar matarme, ¿no es cierto?- su abuelo asintió -. No me sorprende que James lo arreglara. Me ha odiado toda mi vida, es lógico que quiere deshacerse de mí cuanto antes.
-Demuéstrales lo equivocados que están.
-Tiene toda la intensión de matarme, ¿qué debo hacer?- el anciano le puso la mano en la mejilla.
-Querida niña, sabemos que ese no es el estilo Jedi, pero nosotros no somos estrictamente Jedi, hemos faltado a muchas leyes. Si tu vida peligra, TIENES que matarlos... Por desgracia vas a entenderlo por las malas.
Ayden apresó el arma en su mano derecha, dio media vuelta y se encaminó al centro del área. Ahí se encontró con Dalia, se mantuvo a metro y medio de distancia.
-¿Piensas combatir usando tacones?- se mofó Dalia -. Vas a matarte tú sola sin que yo mueva un solo dedo.
-Todos tenemos nuestro modo. Entrenar en tacones sirve para mejorar el equilibrio, o en eso resultó.
-Qué patética.
-¿Qué planeas obtener por esto?
-Sólo el reconocimiento de haber matado a la única aprendiz Marek directa que queda porque era demasiado inútil para convertirse en Jedi. Cuando termine contigo, yo seré la más poderosa de nuestra generación y tu recuerdo se perderá si es que no deciden recordar la deshora que tu vida y muerte significó.
-¿Por qué mejor no te callas y peleas?- masculló Ayden aferrando la empuñadura del sable con ambas manos al frente.
Dalia gritó antes de lanzarse sobre Ayden con el sable activado. La hoja ardiente de Ayden apareció en el momento preciso para desviar el ataque. Ayden fue retrocediendo conforme Dalia avanzaba golpeando una y otra vez con el sable que siempre chocó con el arma de Ayden. Ayden paró un golpe horizontal que siguió de un giro por la espalda, bloqueó algunos ataques más antes de enviar hacia arriba las hojas y dar una patada de frente al estómago de Dalia, quien, desprotegida, cayó de espalda al suelo. Llevó su mano a donde Ayden la había pateado, un hilillo de sangre manaba a través de su armadura textil ahora agujerada.
-Y decías que combatir en tacones era patético. De haber querido matarte, hubiera podido hacerlo con esa patada- Dalia se rio al ver la situación en la que se encontraba -. En tu desesperación por atacarme, sólo veo tanto deseo de morir. ¿Segura que no quieres retractarte, querida prima? Te dejaré vivir si te rindes.
-Al menos seguirás viva si no peleas conmigo- Dalia extendió la mano con la intensión de usar la Fuerza para derribarla pero eso no sucedió -. ¿Qué pasa?
-Tu Fuerza no tiene efecto en mí, evidentemente soy mucho más poderosa que tú, por eso no puedes afectarme. Cualquier persona menos poderosa que yo no podrá manipularme con la Fuerza.
Dalia, con una mueca, dirigió en un segundo el arma hacia el estómago de Ayden para atravesarla de lado a lado; Ayden, al anticipar el movimiento, se tiró de espaldas al suelo, dejando pasar el sable a centímetros de su cuerpo. Antes de llegar al piso, lanzó los brazos hacia atrás para apoyarse y dar un rápido mortal hacia atrás al tiempo que usaba la Fuerza para lanzar de vuelta el sable de Dalia girando en reguilete justo debajo de ella antes de caer con una rodilla en el suelo. Dalia tomó el sable por la empuñadura en el momento preciso, quedando la hoja hacia afuera.
-Buen movimiento, prima. Pero eso no te servirá para vencerme.
-Ya lo sé- Ayden se lanzó en un imprudente ataque directo con el cual Dalia pensó que podría atravesarla con la hoja, pero en el último momento, Ayden desvió el arma enemiga, dio una vuelta hacia atrás y a un lado. Le barrió los pies a Dalia y perdió el aire al caer. Ayden atrajo el sable a su mano, se paró dejando las muñecas de Dalia entre el tacón y la planta de sus botas. Activó los sables y los cruzó sobre el cuello de la enemiga -. Estás muerta... Pero como quiero cobrarme todas las que me has hecho, te dejaré ponerte de pie. Tengo ganas de una buena pelea, así que ya deja de jugar..
-¿Qué?
-¿No era una de las muchas cosas que me decías?
Ayden se apartó y cuando Dalia se puso de pie, le lanzó el sable.
-Siempre fuiste una tonta, Ayden. Dar segundas oportunidades no te mantendrá con vida mucho tiempo. En la guerra o en cualquier otra parte.
-Lo sé, sólo que no deseo matar a lo más cercano que tengo de una hermana, por mucho que esta me odie- entonces blandió el sable -. Pero como todos los hermanos, debemos tener buenas peleas.
Se lanzó contra Dalia dando una combinación de ataques que su adversaria apenas podía seguir, fue así como al saltar Ayden por sobre la cabeza de Dalia, al girar la alcanzó en un tajo superficial en la espalda, haciendo chillar de dolor a Dalia.
Ayden esquivó diferentes proyectiles de basura y otras cosas que se encontraban en el techo, dando mortales hacia atrás y luego frenando otros una vez se plantó erguida sobre sus pies, alzando la mano al frente. Estos cayeron al suelo y Ayden, con una mano libre, bloqueó y esquivó con gracia todos los ataques desesperados de su prima.
Sentía toda la ira acumulada por años, así que cuando la tuvo frente a ella, con los sables cruzados al pecho entre ellas, los envió hacia arriba, le dio un cabezaso en la nariz a Dalia y luego un golpe en el estómago, justo donde estaba la herida del tacón.
-¿Estás demente?- exclamó Dalia retrocediendo para ponerse a una distancia segura para inclinarse levemente y tomar aire. Se limpió la sangre que le escurría de la nariz.
-Oh, lo siento. ¿Te hice daño?- Ayden dio 3 zancadas al frente, saltó dando un giro hacia la espalda y estrelló el empeine contra el rostro de Dalia, tumbándola de lado -. No es ni la milésima parte de lo que soporté entrenando contigo... Esa es la desventaja. Te acostumbraste a ser siempre la mejor y los golpes nunca te llevaron a tu límite- Ayden giró la muñeca de modo que el sable describió trayectorias veloces, luego hizo el codo hacia atrás y se puso en guardia con la pierna al frente estirada y cargado el cuerpo atrás, sosteniendo el arma con ambas manos muy cerca de su rostro -. Pues yo estoy más allá de cualquier límite conocido.
Sus sables chocaron nuevamente y se batieron en una danza continua, cansada y de duros golpes con las armas. Ayden y Dalia se tomaron por las manos con los sables a un lado y a otro en una lucha de fuerzas por intentar derribar a la otra dejando a una distancia prudente las hojas. Ayden empujó hasta que la hoja que se estaba acercando a su rostro, cambió de dirección y rebanó el tanque de agua del edificio. El agua desbordándose distrajo a Dalia, dando la ventana para que Ayden liberara su arma, girara varias veces en su lugar haciendo un tajo horizontal en el estómago de Dalia, un tajo en la pierna por el frente y en la pantorrilla al hacer un viraje de la muñeca, y un tajo en diagonal del hombro izquierdo cruzando todo el torso.
Dalia cayó de espaldas y Ayden se mantuvo sosteniendo el sable con ambas manos con la punta hacia el suelo. Se irguió y atrajo a su mano el sable de Dalia.
>>¿Te rindes?- le preguntó parándose con los pies a los costados, usó la Fuerza para inmovilizarla.
-N... Nun... Ca- murmuró Dalia.
-Como quieras- Ayden alzó el sable de Dalia a la altura de su vientre en línea entre sus ojos -. Así es la guerra, sólo para los más fuertes- la vencida tenía el terror reflejado en los ojos y este creció cuando la hoja del sable se activó por mano de Ayden... Pero esta quedó a menos de 5 centímetros de su rostro -. Pero no estamos en la guerra aún, ¿o sí?- Ayden se apartó y fue donde su maestro, frente a quien se postró -. Lo lamento... Así no es como se comporta un Jedi...
Gillian le tendió la mano y le ayudó a ponerse de pie.
-En la guerra no son amables y nobles como tú... No tienes porqué disculparte por actuar como lo harías en un combate contra el enemigo.
-¿Por qué no interfirieron? Pude haberla matado justo frente a ellos y no hicieron nada por frenarme.
-Es parte de las leyes de nuestro combate final, está prohibido interferir. Además, no creían que fueras capaz de hacer tal daño. Te consideraban débil.
-¿Y ahora? ¿Al menos tendré su respeto?- el hombre se encogió de hombros y luego desvió la mirada hacia donde estaban levantando en brazos a Dalia para llevarla abajo. Ayden siguió al grupo y los alcanzó en el baño donde acostaron a la chica para curarle las heridas. Ayden dejó las armas, se quitó la chaqueta de la armadura textil y se lavó las manos antes de tomar una cuenca y llenarla de agua para limpiarle las heridas -. Dame el jabón, hay que limpiarlas antes.
-Ya has hecho suficiente- le dijo Karen arrebatándole la cuenca con agua.
-Tía, era un combate, sabes lo que eso significa.
-Pudiste matarla- le espetó Daniel Fray.
-¿Y todas las veces que ella estuvo a punto de matarme? ¿Eso no les importa?- Michael y Peter se limitaron a observar a su prima -. Claro, olvidaba lo mucho que me quieren todos ustedes.
-Ayden- dijo James tomándola suavemente por el brazo -. Hablaremos más tarde; déjanos curarla. Vete.

***

-No les gustó lo que le hiciste a su favorita, pero era la única manera en que podrías ganarle. Con gente como ella no se puede ser gentil.
Ayden no observó a Gillian unos 3 metros más abajo. Estaba en el bosque parada de manos en la cima de una roca que ella misma había moldeado en forma de una montaña sin punta a partir de golpes que daba una y otra vez con diferentes armas y con los mismos puños y pies. Estaba parada de manos con el cuerpo completamente en flecha hacia arriba, flexionando y extendiendo los codos.
-Sólo fue un rasguño.
-No fue sólo un rasguño- terció otra voz. Ayden bufó cuando supo que era James, quien miró a la chica consternado y le habló a Gillian -. ¿Qué está haciendo?
-Lo mismo que cada día los últimos años. Entrenando. Para ahora ya debe haber llegado a su marca personal.
-¿Y eso es?
-Unas 1500 flexiones en vertical- el anciano se rio -. No llegó a ser tan fuerte sólo trazando ataques al aire- Ayden bajó de la roca de un salto y se plantó frente a su padre -. Bueno, yo los dejo.
-¿Qué quieres, James?
-Quería decirte que, como siempre, me has decepcionado. No esperaba que te hubieras fortalecido tanto... Bien hecho.
-Tú nunca me halagas, ¿qué quieres?
-Quería decirte que muy probablemente los Fray-Marek se muden de aquí.
-Al fin buenas noticias.
-Además, es probable que Daniel y yo debamos responder a un llamado pronto.
-Más buenas noticias, el día mejora a cada minuto. ¿Esta vez te irás definitivamente o volverás como tantas veces?
-Aquellas veces era para obtener información. Ahora es en serio.
-Bien, buen viaje.
-Ayden- la llamó cuando emprendía la retirada, se detuvo -. Me alegra que por fin entendieras qué se necesita para vencer.
-Porque esas son las reglas... No soy como ustedes. Jamás lo seré.
Entonces siguió caminando
-Eso siempre lo supe- replicó él.

Tiempo actual
-Llegamos- anunció Ayden más tarde.

Nos quedaremos en suspenso por ahora. Si les gustó no olviden votar, dejarme comentarios, seguirme en mi perfil de Wattpad y en Face me encuentran como " Yui Azuma / LadyLoki1998 - Escritora de Wattpad n.n ". Acá les dejo el link:

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