Yui POV
Raito rió un poco quitándose el sombrero y mirándome de reojo. Sus ojos parecieron escanear mi cuerpo entero, devorándome con la mirada, y si hubiera podido sonrojarme lo hubiera hecho e magnitudes industriales. En vez de eso, aparté la mirada y le di otro sorbo a mi café negro, inhalando el amargo y fuerte olor otra vez para calmarme. Sirvió, pero apenas.
- Nee, Bitch-chan – canturreó al levantarse –, Tenemos compañía, ¡Saluda!
Levanté la mirada, donde la chica de la noche anterior nos miraba atentamente. ¿Cuál era su nombre? Luana, Lucía, Lourdes, Lupita… ¡Luciana! Raito le hizo un gesto con dos dedos, el típico saluda militar, mientras yo me levantaba para pararme a su lado.
- Luciana, ¿no es así? – le pregunté mientras bajaba las escaleras.
- Sí. Y no tengo ni la menor idea de sus nombres.
Sonreí un poco, al igual que Raito. Él envolvió un brazo alrededor de su cintura, pegándola a su cuerpo, y su sonrisa se ensanchó aún más conforme buscaba las palabras adecuadas para presentarse. Aceró sus labios a la oreja de ella, y susurró:
- Raito, Sakamaki Raito. Y ella es Yui K—
- ¡Sakamaki! – lo callé antes de que metiera la pata -, Sakamaki Yui. Soy… la hermana de Subaru-kun.
Se sentía extraño hablar de una manera tan casual de los hermanos Sakamaki, pero debía seguir las órdenes de Shu a toda costa. Ella me miró, poco convencida, y se apartó de Raito de golpe. Él rió, su rostro algo sonrojado. Eso fue lo que jamás entendí: ¿Por qué Raito lograba sonrojarse, estando muerto, y los demás hermanos no?
- ¿Y quién es Subaru? – preguntó Luciana, alzando una ceja.
- El m… El segundo menor de nosotros. Él es el sexto, yo la sétima. – mentí. Se me daba mal; mi voz temblaba. –. El de cabello blanco y ojos rojos.
- Ah.
La melliza de Luciana, Avril, bajó las escaleras dando saltitos. Su falda, con bastantes detalles y brillos, se balanceaba de un lado a otro con gracia mientras cantaba dulcemente. Su cabello estaba recogido en un bello moño, que estaba rodeado por trenzas que le daban un aire elegante y sofisticado. Al bajar, corrió hacia Luciana y comenzó a dar saltitos.
- ¡Lu-ci-a-na, Lu-ci-a-na! – canturreaba, una sílaba por salto –, ¡Adivina lo que pasó!
- ¿Qué? – espetó la castaña.
Al dejar de cantar el nombre de su hermana, Avril se apartó el cabello de sus hombros, mostrándole, orgullosa, un par de marcas de colmillos que aún derramaban algo de sangre. Sonreía; cuando por primera vez me hundieron los colmillos lloré.
- ¡Mira lo que Ayato-kun me hizo! Creo que es un tatuaje de amistad, o algo así, ¡pero es muy lindo!
Luciana se quedó congelada por unos segundos, atónita, y después pegó un grito de rabia mientras veía la herida de su hermana.
- ¡Le voy a quitar esa sonrisa de un golpe a ese desgraciado! – gritó, tirando la cabeza hacia atrás.
- ¿Eh? Pero… ¡la sonrisa de Ayato-kun es muy bonita! ¡N-No se la puedes quitar! – respondió la recién tomada, que explotó en llanto.
La albina lloraba a gritos, como si la estuvieran asesinando o yo-qué-sé. Se puso de rodillas, que se posaron a ambos lados de su cuerpo de manera graciosa, como una muñeca que acaba de caer el suelo por la mismísima fuerza gravitacional. Luciana, por su parte, le gritaba que parase de llorar – sin darse cuenta de que eso lo empeoraba – y golpeaba el suelo repetidas veces con su pie derecho.
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Soñando con un Final Feliz [Diabolik Lovers Fanfiction]
Fanfiction"Te odio." "Y yo a ti, amor mío. " Komori Yui está en la línea de fuego de su transformación para ser una vampiresa, y al no tener una humana para saciar su hambre, los hermanos reciben dos nuevos sacrificios: las mellizas opuestas. Ambas, jóvenes y...