Capitulo 5

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Yui POV

Las puntas de mis dedos tanto de las manos como de los pies se sentían heladas. Mi cabeza me daba vueltas una y otra vez, cada vez más rápido, mientras me abría paso por los pasillos de la mansión. Ya no usaba el vestido de la mañana, sino unos shorts negros y una blusa azul marino que abrazaba mi delgado y frío cuerpo apenas. Gemí al colapsar contra la pared torpemente, y aunque intenté aferrarme a algo, no había nada más que la fría pared pintada de azul.

¿Qué estaba pasando? No lo sabía, y la respuesta no parecía estar cerca. Las píldoras, ¿dónde demonios las había metido? No estaban en mis bolsillos, ni en mi bolso, ni en mi tocador o debajo de mi almohada. ¿Me las había tomado todas.

Mi mirada se nubló y un horrible pinchazo cruzó mi cabeza. ¡Qué jaqueca! Me encontré a mí misma jadeando; ya casi no podía respirar. ¿Al fin me había dado anemia por completo? Miré a la derecha, después a la izquierda. No había nadie; no estaba Reiji. Y lo necesitaba, lo necesitaba con todo mi cuerpo y alma. Su sangre… tan dulce, llena de energía y con cierto sabor amargo era bestialmente deliciosa. Quería tener su piel entre mis labios, escuchar ese placentero gemido adolorido que siempre soltaba apenas perforaba su piel con mis colmillos.

‘Maldición, ¡maldición! Reiji, ¿dónde estás? Justo ahora tenías que desaparecer…’, pensé. Mi nuca tocó la pared en un intento por ver el techo. Moriría; estaba casi segura de eso.

-¡Yui!

Su voz. Dios, sonaba tan bella en esos momentos. Mis párpados pesaban, no podría estar despierta por mucho más tiempo y sentía que me congelaría en cuestión de segundos. Pero, de un segundo a otro, una sensación cálida me abrazó, tan dulce y protectora que quise abrir los ojos. Pero no podía; mi cuerpo ya casi no tenía fuerzas y el respirar se volvió una agonía.

-Yui, Yui, abre los ojos, por favor. Te lo suplico, ¡maldita sea! – decía la voz. ¿Reiji?

‘Lo estoy intentando’, pensé, como si pudiera oírme.  Estaba consciente de que no podía, pero tenía que intentarlo.

-Tú puedes, vamos. Tu anemia, Yui… ¿Por qué no me has llamado?

‘Eso iba a hacer, pero no te encontraba.’

-¡Abre los ojos! Por favor, hazlo, sino morirás.

‘¿Moriré? ¿Enserio?’. No quería morir, y menos en medio del pasillo. Con el esfuerzo que parecía necesitar mover un continente entero, logré abrir un poco los ojos. No veía casi nada; mi mirada era muy borrosa. Todo era blanco y borroso. ‘Reiji, no veo nada. Haz que se detenga, por favor.’

-Así,  bien… Tú puedes. Necesito que me mires, ¿vale?

‘Mirarte… sin tan solo pudiera, no sabes hace cuánto lo abría echo.’ Mi mente estaba tan mezclada que no podía pensar con claridad. Levanté levemente el rostro, abriendo un poco más los ojos, pero mi mirada seguía blanca. ‘Haz que se detenta, Reiji. Tengo… Tengo miedo.’  Mis pensamientos eran todo lo que me quedaba.

-Bien, bien… Vaya que eres idiota, ¿por qué no me buscaste? – susurró, y me levantó del suelo. Se sentía cálido en sus brazos, y lo necesitaba a horrores en ese momento –. Venga, mantente despierta, ¿sí? Voy a buscar ayuda o algo.

En mi mente, asentí. Pude sentir como Reiji avanzaba a paso apurado por los pasillos, conmigo en brazos aún; su respiración estaba agitada aún. ¿Se estaba preocupando por mí? Ese no era el Reiji que  yo conocía, ¿estaba cambiando finalmente? ¿Dejaría ya su perfil de hermano mayor-entre-comillas para ser un adolescente de dieciocho años más relajado?

Soñando con un Final Feliz [Diabolik Lovers Fanfiction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora