Día 04

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Al llegar la mañana, Yuu y yo despertamos, mamá nos sirvió un jugo de naranja y unas tostadas, pero al acabar vino el padre de mi chico y se lo llevó.

-- Hasta mañana Yuu-chan --me despedí de él, quien estaba en el auto de su padre.

--Hasta mañana Mika --con una miradita triste movió su mano--.

Exactamente como Guren lo había dicho, vino temprano por él para que regresen a casa. La siguiente semana tenemos un proyecto de poesía anónima... Ojalá Yuu-chan descubra que mi poema de amor va dedicado a él... o al menos descubra que es mío.

Yuu es literalmente el tonto de buen corazón de las caricaturas normales.
Siempre metiéndose en problemas para defender a sus amigos, siempre protegiendo, siempre siendo un gran ejemplo a seguir.

Yuu-chan me defendía cuando algunos niños me molestaban y era muy valiente. A veces me daba ánimos cuando no podía hacer algunas cosas... sólo lo he visto llorar una vez, y fue cuando estaba muy triste por lo de su familia.

Igualmente Guren no debería odiarme, yo amo a su hijo y siempre voy a protegerlo a capa y espada.

-- Mika, va a comenzar a llover, regresa a casa --mamá me llamó para regresar y fui con ella, guardando las cosas que estaban en el patio y poniendo alfombras navideñas con letras de "bienvenidos"... no estábamos en navidad o cerca, pero eran más eficientes que un pedazo de cartón para limpiarse los pies --.

Suspiré con suavidad, al ver a mi madre ella sonrió -- ¿Le dijiste a Yuu?--.

Mis mejillas ardieron y asentí. Sabiendo a lo que se refería. -- Pero Yuu-chan dijo que no sentía lo mismo... Pero que me daría un chance --.

A Krul se le escapó una risa.

-- Sé que puedo enamorar a Yuu-chan, mamá, no me subestimes --.

-- En verdad eres un tonto Mika... dices mucho de saber todo sobre tu amado Yuu... Los dos son un par de tontos --veía a mi madre burlarse mientras acomoda a unas cosas en la mesita de café que teníamos-- Anda, ayúdame a arreglar, tu padre va a venir y quiero que vea bien la casa--.

Sin más, me dio una escoba y me indicó limpiar la sala y el comedor. Mis padres eran mi máximo ejemplo de amor, mi padre Urd tenía mucho trabajo en el extranjero, mientras mi madre trabajaba en el país... cuando papá regresa a casa, mamá se emociona mucho y lo recibe de la mejor manera, luego hacemos una cena los tres y disfrutamos de la familia, a veces jugamos juegos de mesa o platicamos.

A veces imagino eso, esperar a Yuu-chan y jugar con nuestros pequeños futuros hijos, mimarnos, y que nuestro amor dure por siempre, recibirlo del trabajo con mimos, un ambiente tranquilo... ¡Quiero casarme con él!

-- Mika, acaba ya --mi madre me dio un regaño a lo que yo asentí levemente--.

Recuerdo que cuando Yuu-chan era pequeño le gustaba una chica llamada Aiko. Y ésa niña gustaba de otro chico, muy posiblemente fui yo, porque Yuu-chan estuvo un poco molesto conmigo durante un largo tiempo en primaria.

Seguía con su actitud tierna pero igual notaba cuando estaba incómodo o triste, y sabía que su actitud era de enfado por esos sentimientos.

Igualmente Yuu-chan dejó de gustar de ésa niña para gustar de otra persona... Realmente no supe quién, Yuu-chan realmente quería mucho a ésa persona; se ponía nervioso cuando insinuaban algo, estaba de muy buen humor y suspiraba con sonrisas siempre.

Sonreí ampliamente; una pequeña idea surgió en mi cabeza.

Yuu-chan es del tipo de persona que dse sorprende con un tipo de extraño de cosas, así que le haré un regalo, que diga todo lo que siento por él y lo mucho que lo amo. Al comenzar a hacer el regalo de Yuu-chan utilicé una caja, la decore y en cada cara puse una razón por la que me gusta tanto, las cuales se me quedaban cortas porque me ponía muy nervioso cada que pensaba en él, su dulce sonrisita y su actitud tan tierna como la de un niño.

Luego de la caja escribí cartas, curiosamente mientras hablábamos por teléfono. Me hizo acordar lo mucho que lo adoraba y todo lo que sentía por él. Le daría el regalo mañana, en privado mientras lo llenaba de mimos y abrazos...

Por favor ya amame Yuu-chan.

- "...Y luego ella se abalanzó contra Shinya y se cayeron las tazas de café... ¿Estás ahí Mika?"- su voz se escuchaba del otro lado de la línea, oh, me había perdido de su anecdota cuando estuve pensando en sus ojos verdes-.

- Perdón Yuu-chan. Se cortó la señal durante un momento -mentí riendo nervioso, mientras pegaba imagenes en las cartitas que le regalaría-.

- Uhm. Hey, mañana Guren y Shinya van a tener el día libre en sus trabajos. No quiero estar en casa... ¿Podemos hacer una de nuestras escapadas? No quiero asistir al club de teatro.

- Sigo sin entender por qué te metiste en un club de teatro si a ti no te gusta el arte Yuu-chan -.

- El unico club que no tenía miembros era el de jardinería... Y yo solo disfruto el pasto si estoy acostado en él .

- Entonces... ¿Mañana vamos al cine?

- Sí. Ya sabes, seduces a la chica de la boletería y haz lo mismo con la de las botanas. Es lo que se te da mejor; llamar la atención del sexo opuesto -parloteaba como cotorra con un tono de enojo-.

- ¿Acaso estás celoso? -burlé- recuerda, pequeño Yuu-chan que de éso te puedes atragantar de dulces y no pagas entrada -.

- ¡N-no estoy celoso! -Se escuchó su grito por el otro lado de la línea-.

- Ajá~. Sabes que eres el único en mi corazón Yuu-chan -reí-.

- ¡Ya vino tu padre, baja a saludarlo Mikaela! -la voz de mi madre se escuchó fuerte y claro, suspiré entristecido de separarme de mi amor-.

- Ya vino papá. ¿Quieres venir a cenar antes del cine? Papá aún no te conoce del todo -.

- Está bien, iremos a cenar a tu casa y luego al cine. Hasta mañana mi rubio, asegurate de usar ése perfume de chocolate y vestirte como un chico malo. Te ves muchísimo más guapo cuando haces éso. N-no es que a mí me guste... ah, so-solo noto que llamas más la atención así. Entonces podrás distraer a la chica de la boletería -.

Su voz se escuchaba nerviosa y sonreí. Él era tan dulce...

- Así que te gusta que me vista así, mi ángel -reí al escucharlo berrear y sonreí nuevamente- hasta mañana Yuu-chan, te quiero.

Y sin más corté. Como lo esperaba mi familia estaba reunida, papá y mamá compartian palabras y cuando mi padre volteó a verme lo abracé.

Muchas veces no era muy expresivo, pero lo había extrañado tanto que ya no me interesaba. Quiero que papá conozca más a Yuu-chan, mamá le ha comentado de mi amor por él... Extrañamente papá se puso muy feliz, diciendo un "No voy a tener nietos ¡No más niños!"

Oh, si supiera que en cuanto me case con Yuu comenzaremos el papeleo para adoptar un par de niños.

100 días para enamorarte [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora