La vida de Roxanne acababa de convertirse en una incógnita que no paraba de torcerse.
Cada segundo que pasaba podía ser el último que viviera, y, aún siendo consciente de aquello, hizo la llamada.
Al otro lado de la línea la voz aguda de una mujer joven le recibió con cortesía, mientras ella intentaba explicar que necesitaba hablar con su superior.- Lamentablemente ella no se encuentra ahora mismo en el edificio. ¿Desea dejarle algún mensaje?
- Creo que no estás escuchando. Yo soy Roxanne, tengo el cargo de Madre en High Hills y necesito hablar inmediatamente con la Jerarca.
- Un momento.La chica joven puso la llamada en espera mientras Roxanne sudaba, intentando aún buscar las palabras adecuadas.
Sin darle tiempo a pensar, la llamada se reanudó, esta vez con la voz de la chica en un tono bajo y de clara desaprobación.- La atenderá en un momento, manténgase en la línea.
- Graci...Sin dejarla terminar, la chica cortó su conexión con ella, probablemente en conocimiento de que los días de Roxanne estaban contados.
Tras varios minutos, al fin la llamada continuó.- Roxanne, estaba esperando tu llamada.
- Jerarca, espero que tenga un buen día. Siento que le debo una explicación.
- ¿Ah, sí? Yo creo que todo está bastante claro. Tú sabías antes de aceptar el puesto que todo lo que ocurriera caería sobre tus hombros.
- Sí, y no intento quitarme la responsabilidad, es solo que siento que he insultado su confianza y...
- Llevaste tu puesto perfectamente por más de siete décadas. ¿Sabes que una de mis superiores estaba interesada en darte mi puesto? Me has hecho un favor.
- Yo no tengo ninguna palabra para excusarme, sé que este es un asunto grave, solo espero que esto no ascienda aún más.
- Ay cariño. Esto ya ha llegado a oídos de los Pilares. Estoy hablando con un cadáver en estos momentos.Tras eso la Jerarca cortó la llamada, mientras a Roxanne le recorría un escalofrío por todo el cuerpo.
(...)
Se sentía la tensión en toda la casa. El ambiente estaba pesado, mientras Roxanne miraba a la nada, pensando en su siguiente movimiento.
Era más que obvio que ya no podría recurrir a la Sociedad, pues lo más probable es que ya le estuvieran encargando a alguien su asesinato.
Aquello reducía sus opciones hasta casi cero.
Roxanne nunca se había considerado una persona abnegada, ni siquiera dadivosa, pero en aquellos momentos todo lo que pasaba por su cabeza era buscar una manera de salvarle la vida a su familia de sirvientas.
Después de perder a su propia familia, Roxanne había reunido otra, esta vez una inmortal, que nunca la abandonaría.
Lamentablemente su familia no era invulnerable, pues la inmortalidad que poseían no era perfecta. Y es que, en aquella situación cualquier decisión que ella tomara decidiría su vida y la de su familia.
Roxanne estaba desesperada mientras caminaba de un lugar a otro, contando los segundos; cuando, de la nada, su mente se iluminó con dos ideas.
Aquellas ideas eran bastante opuestas, y era difícil decir si podría llevarlas a cabo o no, pero, sin mayor remedio, se sumergió de nuevo en sus pensamientos, pensando en cuál de aquellas dos usarían para salvarse.
Roxanne dejó de caminar mientras pensaba, pero aquello hizo que se hiciera un silencio sepulcral en la casa. Tras las paredes Roxanne escuchaba los llantos de sus hijas, desesperadas y en pánico, porque sabían que si Roxanne perdía su puesto y moría, ellas también le seguirían.
Aquello terminó de quebrar la fortaleza de ésta, quién de inmediato llamó a todas a su habitación, para explicarles el plan.(...)
Violet estaba exhausta, mientras cargaba un cuerpo inerte. Por suerte para ella, pudo encontrar un lugar alejado en donde dejar el cuerpo, pues no podía llegar hasta la mansión de Roxanne con aquello a la vista de cualquier persona.
Con cuidado de ocultarlo bien, dejó el cuerpo allí, y de inmediato empezó a correr de nuevo, en busca de la ayuda de alguien superior.
Mientras corría, notó que aunque estaba aterrada por la posible reacción de Roxanne, estaba aún más asustada de morir a manos de la Sociedad. Y es que, Violet sabía que, gracias al alboroto que había causado, su vida y la de Roxanne estaban en peligro.
Le tranquilizaba pensar que estar en la misma posición que Roxanne podría calmar a esta última, y que eso le daba la oportunidad de rogar por perdón.
Mientras seguía corriendo Violet dejó de pensar en aquello, pues sabía que sin importar lo que dijera, estaba en enormes problemas y lo que menos necesitaba era mayores distracciones.
Tras algunos minutos, al fin se acercó al barrio en donde estaba la mansión y sin dudar ni un segundo, se abalanzó hacia la primera empleada de Roxanne que encontró.
Aquello terminó por sellar sus oportunidades, pues de inmediato los ojos de la familiar cambiaron, llenos de ira.
En la última fracción de segundo, Violet notó su error, pues aquellos seres no querían ayudarla, si no que la buscaban, deseosas de venganza.
Apenas notó esto, Violet intentó volver, o al menos cambiar la dirección de su cuerpo para alejarse, pero ya era demasiado tarde: aquella chica la tenía fuertemente afianzada y ni había ninguna ruta libre para huir.
Debido a sus instintos, Violet empezó a luchar para liberarse, pese a que eso era imposible para ella, pues incluso esa familiar era más fuerte y longeva que ella. Y, aunque lograra soltarse, estaba rodeada de aún más familiares, que habían venido a rodearla.
Así, en medio de enemigas sedientas de sangre, partió su camino hacia la mansión, en medio de sollozos desesperados.(...)
Ya había finalizado de explicar la ruta. Aquella decisión era difícil, pues no podía llevarse a todas sus familiares. En aquella casa le daba asilo a más de treinta. Sin contar a las que estaban en algún encargo, en la mansión habían dieciséis en aquel momento, e incluso esa cantidad era demasiado numerosa.
Debido a elegir impulsivamente, Roxanne no había tomado el plan más lógico, sino que había elegido el que más de sus hijas podía salvar.
Pese a eso, creía que, solo podría salvar a dos o tres.
Aquello le dolía profundamente, pues eran sus "hijas" directas: ella misma las había infectado cuando había tenido excedentes, así que conocía a aquellas chicas hacía demasiado tiempo, y las consideraba a todas sus queridas familiares.
Roxanne acababa de explicarles un plan suicida, en el que abundaban los sacrificios para salvar a unas pocas, pero pese a eso, los llantos habían desaparecido y no había ni un ápice de duda en la mirada de ninguna. Todas confiaban profundamente en ella, y no les importaba sacrificar su vida para que Roxanne pudiera salvarse.
Pese a todo, ni siquiera Roxanne estaba segura de que el plan fuera a funcionar, pues era arriesgado y dependía de que sus hijas le pudieran conseguir suficiente tiempo.
El plan, era extremadamente simple: consistía en huir lo más rápido posible hasta una cabaña que Roxanne había comprado hacía algunas décadas. Pero, para poder huir, debía entretener a las sicarias que la Sociedad mandara.
Por eso, la mayor parte del grupo debía permanecer en la mansión, luchando para durar el mayor tiempo posible y permitirle al grupo que iba a huir alejarse y ganar la mayor ventaja posible.
Roxanne estaba en medio de un llanto silencioso mientras miraba a sus hijas y hablaba con ellas por última vez.
Aquella calma superficial se quebró cuando su hija más joven alzó la voz.- Madre, ¿quiénes irán contigo?
Era una pregunta lógica y básica, pero Roxanne no tenía una respuesta y pensar en formularla le rompía el corazón.
Tener que elegir entre todas sus pequeñas le era imposible.
Luego de esta pregunta el llanto de Roxanne se abrió paso, y junto con el suyo, el llanto de todas se escuchaba en aquella habitación.
Recomponer su compostura fue complicado, pero de algún modo, la mayoría fue capaz de calmarse.- Madre, - alzó la voz una de sus hijas - creo que esa decisión, ya está tomada: deberían ir contigo las que sean más fuertes, así podrán sobrevivir al viaje.
- No, - intervino otra - algunas deben quedarse. No sabemos a quién mandarán a nuestra casa y necesitamos estar prevenidas para ganarle tiempo a la señora.
- Yo creo que deben ir Vera, Kahla, Julie y Grebbie - dijo Tracy, la más joven.
- Debe ser un grupo pequeño, pues deben ser ágiles, y deberían ir las más rápidas, para que no atrasen a la señora.
- Debemos ser pocas, - Roxanne alzó la voz - pero más de cuatro. Creo que conmigo irán unas ocho o nueve, así seremos fuertes en caso de que nos alcancen.
Todas asintieron, y luego de muchas ideas, y unos pocos minutos el grupo estaba listo, y apunto de partir.
Justo cuando la primera del grupo estaba poniendo un pie fuera de la casa, pasaron dos cosas: el grupo que Roxanne había mandado antes, volvía con Violet atrapada.
Y, al mismo tiempo, pero a kilómetros de allí, la Jerarca estaba dando la orden, para que un grupo de quince sicarias partiera, en contra de Roxanne y su familia.
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Voluntad De Sangre
Science FictionEl pánico no puede existir si el peligro no es inminente. Es por ello que todo transcurre con normalidad en High Hills, mientras el peligro acecha. Nadie sabe que entre lo oculto, las sombras escuchan. Nadie sabe que entre lo que aparenta ser norma...