Avaricia

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Todos deciden tomar un descanso, ya que lo habían vivido fue mucha adrenalina pero Shu quien había sido mordido por una de las serpientes estaba agonizando lentamente, Alucard no sabe como ayudar a su hermano, de igual manera los demás no lo saben, Bianca se da cuenta que su Oz empieza a brillar, y automáticamente reveló su verdadera identidad pero en la punta donde se encontraba una mujer de oro, cambió su apariencia ahora tiene una venda en los ojos una espada en la mano derecha y una balanza en la izquierda, más aparte en la espalda de la chica se pudo ver claramente como le salían unas alas, de igual manera estas se movían. Una vez que estas terminaron de salir se quedaron quitas las alas.

Pero seguía brillando, ella camina hacia Shu y acerca a la estatua de oro en la herida de Shu, de inmediato comenzó a sanarse, lentamente se podía apreciar como su herida iba desaparecido, ya no estaba tan pálido, una vez que su herida fue curada Shu ya se sentía mejor, la estatua de oro dejó de brillar y volvió a hacer una miniatura, Bianca la guarda todos se impactan, por un momento Alucard comenzó a sacar chistes, claro por reacción propia los demás se reían de las ocurrencias que decía Alucard. Después de eso aparece una enorme puerta de color Amarillo a lado de la misma se encontraban unas estatuas de ranas de color Dorado, era el más brillante de todos los pecados que han pasado.

Ellos empujan la puerta y encuentran una habitación llena de hermosos tesoros (Oro, Monedas de Oro, Estatuas de Oro, Collares de perlas, Anillos de Oro con distintos Rubíes, Faroles de Oro, etc.) Adrián quien es el más avaricioso de todos no oído controlar las ansias de tocar tal riqueza, cuando está apunto de tocarla, presintió un horrible olor, como si algo estuviera en la lumbre y lo han dejado quemar. Pero tan grande es su tentación que termina tocando una moneda de Oro, cuando los demás se percatan de lo había hecho Adrián empezaron a regalarlo. Pero en ese momento aparece un hombre con vestimenta demacrado formal, detrás de él hay una fila de personas desnudas.

- Bien… Es hora del castigo… Toda ustedes bola de sabandijas están aquí por ser seres tan avariciosos y por esa razón… Serán castigados, a pesar de que ustedes están aquí… Su riqueza me pertenecerá por toda la eternidad -. Dijo aquel hombre mostrando una sonrisa aterradora.

- ¡NO! ¡ES NUESTRA RIQUEZA… ES SOLO NUESTRA! ¡JAMÁS TE ENTREGAREMOS! ¡NOS HAS ESCUCHADO BIEN! ¡ES SOLO NUESTRA… MALDITO BASTARDO… QUIEN DEMONIOS TE CRRES! -. Esas fueron las palabras que decían aquellas personas condenadas, pero este hombre no borraba su sonrisa.

- Sí tiene razón… Pero… Si me dan cada uno de ustedes su riqueza que vos poséis entonces habrán pagado si condena y podrán ir al cielo sin problemas… Podrán tener un descanso digno… Sin dolor… Pero solo eso sucederá si me dan su riqueza a cada uno de ustedes… Y… Entonces… ¿Qué dicen?... ¿Aceptan? -. Dijo el hombre con una gran sonrisa llena de orgullo, pero ala vez inspiraba que aquel hombre era alguien realmente convincente, su forma de hablar era bastante segura como si garantizará lo que ha dicho, todas las personas aceptan, en ese momento en el techo se abren unos enormes huecos y de ellas salía cantidades de dinero sorprendentes al igual que joyería, entre otras cosas.

- Bien… Ya te hemos dado nuestra fortuna ahora liberarnos… De una buena vez… Cumple con tu palabra -. Reclamaron las personas pero este hombre hacia expresiones aterradoras.

- Ja ja ja ja… De verdad pensaron que si me entregaban toda su riqueza tendrían el perdón pues están equivocados -.

En ese momento aparecieron unas cadenas en la muñecas de las personas, poco a poco esta comenzaron a elevará a las personas y las arrojaban dentro de las calderas llenas de aceite hirviendo, mientras todos se que quedan sin palabras por lo que había ocurrido Adrián estaba nadando en la inmensa riqueza que se encontraba, el hombre se percato de la presencia de ellos, solo sonrió, pero cuando vio Adrián, él hombre estiro su mano izquierda mostrando una cuchara la cual brillaba, al mismo tiempo de estas le salieron cadenas atrapando Adrián y colocándolo arriba de una de las calderas.

- Tú… Muchacho estas lleno de aviaria te has ganado tu castigo… ¿Cómo te atreves a estar nadando en mi fortuna?... Morirás -. Dijo el hombre amenazando Adrián son borrar la atemorizante sonrisa.

- ¡ESPERA! ¡POR FAVOR! ¡NO LE HAGAS DAÑO! ¡TE LO SUPLICO! -. Grita Bianca llorando de desesperación.

- Así… Lo olvidaba mi nombre es Alejandro soy quien representa la avaricia, perdonen si he sido algo brusco… Pero… Así es mi naturaleza, me imagino que están aquí porque quieren llegar a la Corte De Los Juzgados… Pero para poder llegar debéis vencerme para poder salir de aquí -.

- Lo sé… Pero… -.

- Nada de que pero… Si quieres salvar a este chico lleno de avaricia deberás salvarlo antes de que caiga en el aceite hirviendo -.

Bianca junto con los demás pelearon con el hombre, hasta ya no poder pero Alfonso le puso una trampa Alejandro el cual funciono para que quedara atrapado, de inmediato las puertas se abrieron, de igual manera las cadenas soltaron Adrián y todos salieron huyendo de ahí, pero Alejandro intenta alcanzar la cuchara pero no lo logra porque Lucifer la tiene en su poder, se introduce la cuchara en su cuerpo, luego sale como si nada dejando atrapado Alejandro, las puertas se cierran.

Espejos [TERMINADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora