Tell me he lies, please, please...

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Habían pasado exactamente tres semanas después de aquel fin de semana que pase con Jos, las cosas iban a la perfección entre el y yo.
Era la persona más feliz del mundo, por fin tenía lo que por tantos años esperé, Jos y yo felices y enamorados y a pesar de que Jos no me había pedido ser algo más que amigos, no me importaba, lo comprendía recién me estaba conociendo, y yo a él.
Todo era tan perfecto, Bryan y Freddy, Jos y yo, salíamos los cuatro a todos lados, Jos siempre era muy atento conmigo y tierno, como hoy que salimos al cine, aunque... Me quedé algo preocupado ya que recibió una llamada y tuvo que irse, su rostro reflejaba confusion, solo espero que no sea nada grave.

A la mañana siguiente...

Me desperté muy temprano como de costumbre para arreglarme, al encender mi celular esperaba tener un mensaje de Jos como todas las mañanas, pero no, sentí una punzada en el pecho por esa razón, pero intente pensar positivamente.
Salí de mi casa después de desayunar con mi familia, como cada mañana entre a mi auto y encendí la radio para escuchar un poco de música de camino a la escuela.

Al entrar ví a Jos parado en su casillero, corrí y lo abrace por la espalda, pero su reacción no fue la que yo esperaba.

giro y me miró con un semblante serio.

-Alonso, tenemos que hablar.- deshizo mi agarre con frialdad.
-Jossy, ¿Qué pasa?.- esa mirada estaba matandome, era tan fría que podía sentir como mi pecho dolía al ver sus ojos.
-Deja de decirme así Alonso, madura.- me tomo de la muñeca con fuerza, haciendo que nos dirigieramos hacia una de las canchas abandonadas.
-Jo-Jos ¿Qué pasa?.-Mis ojos empezaron a cristalizarse.
-Alonso yo...- fue interrumpido por esa voz que tanto odiaba.
-Mi amor, ¿Qué haces aquí?.- por favor díganme que no es cierto lo que escuche.
-Bebé, necesito hablar con Alonso.- No, llores, no llores, no llor... Demasiado tarde, ya lo hiciste.
-Jos ¿Qué pasa?.- dije con furia y dolor.
-Ay Alonsito, ¿No es más que obvio? Jossy y yo regresamos, porque Jos me ama a mi, tú solo fuiste, algo pasajero.
-Jos dime qué no es cierto lo que el dice, por favor, por favor.- mis lágrimas resbalaban por mis mejillas una tras otra, sentía un nudo en la garganta y un hueco en el estómago, mi respiración era entrecortada por la falta de aire en mis pulmones.
-Es cierto Alonso, jamás me interesaste, solo fuiste mi diversión, mi juguete, te use para tratar de olvidar a Mati, pero eso es imposible porque es el al que amo.- tomo su mano y las entrelazó, mi pecho ardía, pero lo que terminó por romperme fue el instante en el que Matías tomo a Jos y lo beso, el correspondió el beso y lo tomo por las mejillas, recordé en pequeños flashback mi primer beso con Jos y solo deseaba que esto fuera una pesadilla.

Corrí para evitar seguirlos viendo, me sentía tan humillado, tan estúpido, solo quería estar muerto, mi vista era borrosa, no sabía exactamente hacia donde me dirigía, salí de la preparatoria y camine lo más rápido que pude, hasta que una mano se posó sobre mi hombro haciéndome parar, tenía la esperanza de que fuera Jos que había venido a decirme que todo era mentira, pero eso no pasó.

-¿Alon estás bien?.- el morocho me miraba con tristeza y confusion, no pude responder nada, simplemente necesitaba un abrazo, me lance a sus brazos con desesperación y escandalosos sollozo se hicieron presentes, Alan me rodeo con sus brazos sin decir absolutamente nada.
Minutos después por fin pude parar de llorar un poco, lo suficiente para poder hablar.

-Alan llévame lejos, no quiero estar aquí, vamos a cualquier lugar lejos de aquí.- se que estaba confundido pero no se atrevía a preguntar nada, así que solo asintió con la cabeza.
-Vamos por mi auto está en el estaciona...
-No, no, no.- lo interrumpí.- no quiero volver, por favor vámonos, caminando como sea pero vamos.- me abrazo por los hombros mientras yo escondía mi rojo rostro es su pecho, caminamos hacia una heladería que no estaba muy lejos de ahí.

Alan había pedido un taxi de sitio para ir a cualquier lugar lejos de aquí, tal como se lo pedí, y lo esperaríamos ahí.
-Vamos Alon, come un poco de helado, te hará sentir mejor, te compre de chocolate, se que es tu favorito, Freddy me lo dijo.- yo solo me mantenía con la cara mirando al piso para ocultar mi horrenda cara llena de estupidas pecas que con el color rojizo que tenía ahora eran más notorias.

El taxi llego después de media hora, el helado que Alan me compro se deshizo, y tuvo que tirarlo, me sentía muy culpable, Alan no tenía la culpa de lo que me estaba pasando.

-Lamento no haber comido el helado.- dije ya dentro del auto.

-No te preocupes Alon, era solo un helado.- sonrió cálidamente, e intente devolver el gesto.

Alan le dió una dirección al taxista y nos pusimos en marcha, Alan simplemente me abrazo al igual que yo a él, tal vez sabía que por ahora no quería hablar.

-¿Porqué Jos? ¿Porqué me hiciste esto? ¿Porqué?.- repetía en mi cabeza una y otra vez, simplemente no lo podía comprender.- Yo solamente quería que me amarás tanto como yo a ti, quería hacerte feliz, quería estar contigo toda mi patética vida, solo eso, no entiendo porque me hiciste esto, te entregué lo mejor de mi, a lo mejor debí haberte amado más y tal vez tendría su lugar, pero no, él gano, como quisiera ser más como él, quisiera que me amarás como a él...- Mis lágrimas se hicieron presentes nuevamente, no entendía que fue lo pasó con Jos, por alguna razón, sentía que el mentía, él puede decir que jugó conmigo pero lo que yo ví en sus ojos no fue eso, yo ví amor de verdad en esos lindos ojos color miel, y si de algo estoy seguro es que los ojos no miente nunca... Ese brillo en ellos lo decían todo, no era necesario que me dijera que me amaba para que yo supiera que lo hacía... Aunque tal vez era otra más de mis estupidas ideas, el Jos que yo conocí aquella noche no era nada parecido al que ví hoy, ni siquiera tenía el brillo en los ojos, parecía estar decaído, parecía que... Estaba sufriendo.

Perfect |J.V.|Where stories live. Discover now