Saliendo de la última clase mis piernas estaban temblando tanto que apenas y podía mantenerme de pie, guarde rápido todas mis pertenencias salí corriendo para evitar encontrarme a Edy, mi "novio" y lo conseguí, pero no conseguí librarme de Canela.
—Hey, ¿cuál es la prisa Alonso?—puso ambas manos sobre sus piernas tratando de nivelar su respiración.
—Lo siento.
—Bueno ¿nos vamos?—Tomo mi mano.
—Basta—deshice el agarre rápidamente, para posteriormente guardar mis manos en los bolsillos traseros de mis jeans—¿A dónde iremos?
—No lo se ¿Quieres ir a comer?
—No, lo que menos quiero es que alguien pueda llegar a vernos juntos.
—Entonces vayamos a mi casa—sonrió de lado—Mi mamá y hermana no están podremos hablar tranquilamente.
—Suspire con pesadez—Si no hay de otra está bien—dije con resignación.
—Bueno entonces vayamos mi auto está por...
—No, cada quien se irá en su auto, yo te seguiré.
—Pero Al...—lo interrumpí.
—Esa es la condición, ¿lo tomas o lo dejas?.
—Pues ya que...—bufo.
Caminamos cada quien a su auto y como acorde lo seguí hasta su casa, al llegar nos estacionamos y bajamos al mismo tiempo para posteriormente entrar a la casa de Jos.
—¿Quieres algo de tomar?—lanzo su mochila sobre aquel sofá marrón.
—No, solo ve al punto, no quiero perder mi tiempo.
—¿Quieres dejar de ser tan frío conmigo?—me miro con los ojos cristalizados y a mí se me partió el corazón.
—¿Y cómo se supone que debo tratarte después de lo que me hiciste?—mis ojos ardían pero pude controlar aquellas lágrimas.
—Alonso... yo te amo—bajo la mirada dejando escapar un sollozo.
—Pues que manera tan mierda de amar José—un nudo se formo en mi garganta provocando que mi voz se escuchara entre cortada.
—Para ti es muy fácil juzgarme, no sabes nada de lo que paso y solo hablas—me miro directamente a los ojos dejando ver lo rojos que se encontraban los suyos.
—Supuestamente por eso estoy aquí, dijiste que había algo que tenías que decirme—baje la mirada por lo dominante que era la suya.
—Sientate—dijo acomodándose en él sofá marrón.
Obedecí y me senté junto a él observando las mangas de mi suéter con las que me encontraba jugando.
Transcurrieron aproximadamente 5 minutos y había un ambiente muy tenso, ninguno de los dos se atrevía a romper ese silencio tan profundo y la mirada tan penetrante de Jos me hacia sentir aún más incómodo.
En un movimiento rápido que no se exactamente como paso, los brazos de Jos estaban rodeando mi cuerpo mientras él lloraba desconsolado dejando escuchar escandalosos sollozos, me quede totalmente petrificado, lo único que pude hacer fue corresponder él abrazo de Jos, al sentir la manera en la que se aferraba a mi cuerpo no pude controlar más mis lágrimas, ahora ambos estábamos llorando, aferrandonos uno al otro en un abrazo que decía más que mil palabras.Algunos minutos después deshicimos de a poco aquel abrazo quedando finalmente en la misma posición que al principio, solo que ahora un poco mas cerca.