I hate loving you.

170 24 5
                                    

Alonso.

Después de que Jos salio corriendo me quede totalmente confundido, sentí de nuevo esa sensación en el pecho como si algo se quebrara dentro de mi, quise salir corriendo tras él pero recordé cada una de sus hirientes palabras, yo no tenía que preocuparme por él, ya no debía importarme, después de todo a él no le importo tratarme como una basura hace dos semanas.

—Mi amor, ¿me escuchaste?.

—Perdón ¿qué fue lo que dijiste?—trate de volver a ese momento.

—Dije que si quieres ir hoy a comer a mi casa—sonrió mostrando los dientes.

—No puedo, quede de ir a casa de Freddy a hacer un proyecto—sonreí de lado.

—Entiendo, bueno, ya será otro día, iré a clase te veo después—beso mi frente para después irse.

Aún estaba desconcertado, no entendía para que Jos había ido a buscarme, y porque estaba en ese estado, parecía estar destrozado.

Entre a clase y lo primero que hice fue contarle a Freddy.

—No lo sé Alonso, tal vez solo quiera "divertirse" otro rato.

—Pero, ¿por qué me busca a mí?, tiene a varios tras de él ¿por qué de nuevo yo?.

—No tengo idea... pero más te vale que no estés teniendo la esperanza de que el sienta algo por tí, no puedes caer en lo mismo.

—Claro que no, no soy tan idiota como para volver a ilusionarme con José.

—Si tú lo dices...—levanto lo hombros.

—¿A qué te refieres con ese "si tú lo dices"?—imite su voz—¿de verdad me crees tan estúpido como para perdonarlo y volver a salir con él?—bufe—que poco me conoces Alfredo.

—No me mal entiendas bro, no quise decir eso, pero vamos Alonso, no te hagas tonto, tú todavía amas a Jos, ¿me equivoco?—levanto ambas cejas.

—Pues...—suspire—a tí no puedo mentirte, así que no voy a negarlo, sigo perdidamente enamorado de Jos, lo amo tanto como el primer día que lo ví, y tal vez incluso hasta más.

—Ves, a eso me refiero, a que no quiero que ese idiota se aproveche otra vez de que tú aún lo quieres, tal vez lo niegues pero cuando amas a alguien de verdad no importa cuánto la cagué, vas a estar ahí de estúpido una y otra vez perdonandolo porque estás enamorado.

—Vaya, que profundo sonó eso—reí—y es difícil admitirlo pero, tienes razón, y a ti como mi mejor amigo te corresponde lanzarme un ladrillo cada que piense en Canela.

—Lo haré con tanto gusto—sonrio de oreja a oreja.

—Oh eres un desgraciado José Alfredo—entre cerré los ojos.

—Estupida rubia oxigenada, ya te dije que no me llames así—golpeo mi hombro.

—Estupido cabeza de brócoli, si me dolió—jale uno de sus rizos.

—Ya idiota le voy a decir a mi hombre para que te baje los humos—sobo su cabeza.

—Uy, ya no aguantas nada gay—reí a carcajadas.

—Uy mira quién lo dice, maldita pasiva.

—Tú serás muy activo ricitos de oro.

—Preguntale a Bry—sonrio orgulloso.

—Zorra descarada—entre cerré los ojos y ambos reímos.

—Pacheco, Villalpando, los quiero fuera de mi clase a-h-o-r-a —Sin duda el profesor estaba molesto ya que llevabamos hablando más de 15 minutos y habíamos recibido varias llamadas de atención.

—Ay, ya nos vamos, tranquilo profe, que mal humor, deberías conseguir novia para cog... ¡ouch!—le di un fuerte codazo al estúpido de Alfredo.

—Vamonos Freddy—lo jale del brazo haciendolo salir del aula mientras que el profesor nos miraba con furia.

—Ya que estamos fuera, iré a ver jugar a mi novio a las canchas ¿vienes?—dijo el rizado.

—No, seguramente estará ahí Jos y no, yo paso, iré a buscar algo de comer.

—Como quieras, adiós pecoso—dio media vuelta mientras se alejaba de a poco.

Cómo lo dije, fui a la cafetería en busca de comida, pero para mí mala suerte las encargadas del comedor no estaban y para mi aún peor suerte Jos apareció ahí.

—Hola—sonrío melancólico.

—Hola—fingí desinterés.

—¿Qué haces aquí? se supone que tenemos clase.

—Me sacaron y bueno tú no puedes decir nada tampoco estás en ella.

—No tengo ánimos de estar en clase.

—Ah, que mal, bueno me voy—intente irme pero el pelinegro lo impidió tomándome del brazo.

—Alon, ¿podemos salir hoy?.

—¿Para qué o qué?.

—Necesito decirte algo.

—No creo que me interese saber nada de lo que tengas que decirme, así que lo siento, pero no—intente irme de nuevo pero nuevamente fue imposible.

—Sé que merezco que me trates así pero por favor, necesito que me escuches.

—De acuerdo.

Freddy tenia razón aún era débil ante Jos y cedia tan fácilmente ante esa mirada amielada, y es que simplemente no podía evitarlo, aún lo amaba.

Perfect |J.V.|Where stories live. Discover now