I wish you would realize that I exist.

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Mi reloj marcaba las 10:15 a.m. me encontraba como siempre sentado en aquella banca dibujando al chico de ojos miel, me encantaba observarlo jugar fútbol, era tan perfecto.

Estaba agregando los últimos detalles al dibujo, cuando sentí ser golpeado por un balón haciendo que mi gafas se moviera de su lugar, escuché unas cuantas carcajadas por parte de los chicos del equipo de fútbol, agache el rostro tratando de cubrirme, levanté la mirada cuando escuché una voz nada familiar pero que se encontraba justo frente a mí.

—Oye lo siento, son unos estúpidos, ¿estas bien?—habló con delicadeza aquella voz un poco grave pero linda.

—Ah, yo, si, no, si estoy bien, no fue nada— sonreí con nerviosismo.

—¿Estas seguro?- insistió, yo solo asentí con la cabeza—está bien te creeré, fue un gusto hablar contigo, hasta luego—dijo antes de girarse con aquel balón en mano—¡oye por cierto!—grito un poco a distancia girando de nuevo hacía mí—me llamó Alan—giño un ojo y siguió su camino.

Sonreí al escuchar eso, y aunque el chico fuera bastante apuesto y amable, yo solo tenía ojos para Jos, seguí con mi trabajo sobre aquel retrato y observé por unos minutos más al hermoso chico pelinegro, mis manos empezaron a sudar al darme cuenta que él y Alan me miraban mientras susurraban algo que obviamente yo no podía escuchar, el juego siguió pero en pequeñas ocasiónes Jos me miraba extrañado, cosa que me causó mucha vergüenza y decidí irme de ahí.

...

—¿Entonces ya sabe que existes?—dijo en un pequeño susurro y una sonrisa amplia mientras miraba al pelinegro que se encontraba unos asientos antes que nosotros.

—No, bueno no sé, solo me miró, tal vez nunca había visto a un chico tan raro como yo—dije con algo de tristeza.

—Oh vamos Alonso, tú no eres raro, eres lindo, y si no estuviera enamorado de Bryan tal vez hasta me gastarías—habló con un toque de diversión.

—Estas loco Alfredo—solté una pequeña risita—hablando de Bryan ¿ya hablaste con él?.

—Si, me dijo hola hoy por la mañana y me pidió lápiz hace un rato, así que si ya vamos progresando—sonrió con emoción.

—Wow Freddy que progreso—levanté las cejas y hablé con sarcasmo—¿no crees que deberías hablarle más?

—Ay, ¡mira quién lo dice!, el que solo se la pasa dibujando al bato del que está enamorado desde primer grado de secundaria.

—Callate Alfredo, te pueden oír.

—Pues que me escuchen, por Dios Alonso ya estamos en prepa, ¿cuándo te vas a dignar a hablarle?, vamos en el mismo salón y ni por eso eres capaz de decirle aunque sea un hola.

—Cuando Bryan y tú sean novio yo iré y le diré a Jos todo lo que siento por él—dije en todo retante—ahora solo apúrate y termina el ejercicio.

—Bueno eso será pronto, porque me dijo hola y me pidió lápiz, no lo olvides.

—¡Apurate!.

—Agh está bien, pero préstame lápiz.

—¿Y el tuyo?—levanté los hombros.

—Bryan me pidió lápiz, duh te acabo de decir que no lo olvides—reí al escuchar tal argumento y saqué un lápiz de repuesto que tenía entre mis pertenencias.

Las clases finalmente terminaron y Freddy y yo nos dirigiamo a la salida cuando volví a escuchar esa voz ya conocida.

—Oye, tú el de los lentes que no se como te llamas—pare mi andar y gire a ver al morocho.

—Eh hola, me llamo Alonso—dije cuando ya estaba más cerca de mí.

—¿Alan?, que onda, no te había visto en todo el día—saludo el rizado con una gran sonrisa.

—Hola Freck, ni yo a ti—chocaron los puños y yo estaba más que confundido.

—Amm, ¿se conocen?—me metí entre su amistoso saludo.

—Si, somos primos—dijeron al unísono y después comenzaron a reír, yo seguía muy confundido, ¿por qué Freddy nunca me habló de él?.

—Oh vaya, ya entien...-—de la nada un nudo se formó en mi garganta y mis palabras no podían salir, sentí una pequeña punzada en el pecho cuando ví al chico de mis sueños tomado de la mano con quién parecía ser su novio.

—¿Alon? hey, Alonso ¿qué pasa?—estaba en un pequeño shock y aunque escuchaba la voz de Freddy no podía reaccionar.

Mis piernas temblaron al ver que la "parejita" se dirigía hacía nosotros.

—Oye Alan, ¿entonces te veo más tarde?—se dirigió al morocho con esa voz que tanto me gustaba.

—Si, yo paso a tu casa—se despidió de la misma manera que saludo a Freddy.

—Va, nos vemos bro—dijo para seguir su camino, sin haberme mirado, fue como si no existiera.

Mis ojos se cristalizaron al ver como tomaba al chico de la cintura con tanta delicadeza...

Una mano se posó sobre mi hombro en forma de consuelo.

—¿Pasa algo?—el morocho nos miraba confundido.

—No solo es...  ahmm, me tengo que ir, hasta mañana—gire hacia la entrada y me puse en marcha para salir... Aunque hubiese deseado haber esperado más, ya que lo que vi al salir era algo que jamás quisiera recordar.

Perfect |J.V.|Where stories live. Discover now