El Omega que quería ser Alfa ▪ YoonMin, omegaverse ▪

~~Segundo capítulo~~

Ya era invierno otra vez. El primer invierno que aquellos tres varones Alfas pasaban sin la mujer, y el primer invierno en absoluto para el pequeño bebé.

Aquella débil criatura solo miraba a su alrededor, sobre sus regordetas piernas y tirado en el suelo, como de costumbre. Observaba a su padre y a su hermano mediano comportarse como... Bueno, como auténticos Alfas idiotas. Mientras que su hermano mayor cuidaba de él desde las sombras.

Él no era como los demás, pero por algún motivo fingía serlo.

- Aquí viene el avión... ¡Ñamieee, yumie yumie~!

- Y-Yumie... - Repitió el infante con el puré en la boca. No hablaba mucho, y lo que hablaba lo hacía con su adorado hermano.

- ¡CHANYEOL, TRAE TU CULO AQUÍ!

- ¡Voy, papá! - Bajó considerablemente la voz para dirigirse a su hermanito. - Espérame aquí, enano, ahora vuelvo.

Y desde la otra habitación, el reciente integrante de la familia escuchaba aquellos familiares ruidos y golpes.

(...)

- Mira, Jimin. Estas son las marcas Alfa y Omega. Tú eres un Alfa, y tienes que superar a los Omegas, dominarlos. No sientas pena, es para lo que sirven. Es para lo que viven, para lo que existen.

El pequeño se encontraba sentado con un puño dentro de la boca. Su corto cabello rubio, muy sedoso para el gusto de su padre, resaltaba sus enormes ojos azules, aquel azul esperanzador y alegre. Sus enormes mejillas se hinchaban cada vez que no entendía algo.

Sí, aquel chico tenía un aspecto demasiado adorable para su padre. Este asumía que un Alfa no debería verse así, pero confía en que cambie con la pubertad, o con su presentación de Alfa a los nueve años.

- Tú eres un Alfa, y debes comportarte como tal. Aunque no lo parezcas... Los Alfas son duros, son hombres de verdad, son lobos que marcan su territorio. Debes imponerte ante todos. ¡Ante todos! - Dio un fuerte golpe en la mesa y el bebé empezó a llorar. El hombre presionó el puente de su nariz con sus dedos. - No puedo más con este niño.

- Padre, calma. - Apareció JiHoon tras él. - A los niños se les moldea durante años.

- ¡Ya tiene dos años, y todavía ni habla! ¿Habrá nacido mudo? ¡Un Alfa mudo sería una deshonra!

- Cálmese, padre. En unos años estará tal y como queremos. Justo a tiempo para su presentación. - Masajeó los hombros de su padre mientras murmuraba palabras en su oreja.

- Oh, JiHoon...

- JiDae... Vayámonos a otro lugar... A algún lugar más privado.

.

El joven ChanYeol se hallaba tapando la boca de su pequeño hermanito, el cual se estaba alterando al ser testigo de aquellos gemidos y gruñidos a los que el Alfa mayor ya estaba acostumbrado.

El pequeño rubio jamás volvería a mirar a su padre y hermano de la misma forma.