~~Undécimo capítulo~~

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El camino se le hizo más corto de lo esperado, y cuando llegaron, el chófer salió del coche y le abrió la puerta al rubio.

El Omega salió, mirando con los ojos como platos aquella enorme mansión. - Oh... Dios... Mío... Nunca había visto algo tan grande. - De repente el rubio se rió de su propio comentario, pensando que si TaeHyung estuviera ahí, se haría el ofendido.

TaeHyung...

El chófer interrumpió sus pensamientos, y le llevó hasta la puerta.

El rubio tragó saliva, y acercó su manita temblorosa al timbre, pero al final tuvo que llamar el Beta, puesto que no se sentía con fuerza.

De un segundo a otro, la puerta se abrió dejando ver a un altísimo y bien conservado Alfa, quien asumió que era el señor Min. El mismo abrió paso mientras hablaba. - Oh, Park Jimin-ah, estábamos impacientes por conocerte. - Tras esas palabras, el hombre cerró la puerta mientras admiraba al Omega. - No eres para nada lo que describió tu padre.

- E-Esto... Señor Min... ¿Cómo me describió? - Aunque no se esperaba nada bueno, el Omega estaba curioso por saber.

El señor Min pareció incómodo, y cuando iba a responder, unos pasos rápidos que se aproximaban le sacaron del apuro. - ¡Madre! ¿Qué hiciste para cenar que huele tan bien? - Un Alfa moreno apareció por las escaleras, olisqueando, y cuando posó la vista en Jimin, abrió mucho los ojos, se tapó la boca y subió corriendo las escaleras de nuevo.

- Ese... Era uno de mis hijos. Lo lamento, son Alfas hormonados y...

- Oh, no se disculpe. No es ni de lejos la primera vez que pasa. Dicen que huelo demasiado dulce.

- Bueno... Aún no te dije mi nombre. - Cambió drásticamente de tema. - Soy Min Jong-In, pero puedes llamarme Kai.

El rubio asintió e hizo una casi exagerada reverencia. - Usted ya sabe mi nombre, así que... Supongo que no hace falta presentarme, señor...

El hombre negó con la cabeza. - En un rato llegará mi esposa, pero mientras puedo presentarte a mis hijos.

- Por supuesto señor.

Vio cómo el hombre se aclaraba la garganta y se ponía las manos a cada lado de su boca. - ¡NamJoon, JungKook, HoSeok, YoonGi, JiSoo, Lalisa, Jennie! ¡Bajad en este instante!

El rubio tragó saliva cuando empezó a ver a los Alfas bajar. Todos juntos desprendían un fortísimo olor, mas no era desagradable.

Se colocaron uno junto a otro, algunos con expresiones indescifrables, y otros sin ninguna expresión.

La belleza de la familia Min era impresionante. El rubio casi deseó tener esa genética.

Todos eran altísimos, y eso intimidaba demasiado al Omega, quien trató de respirar calmadamente.

- Jimin, estas son mis hijas, Jennie, - Una hermosa castaña agachó con levedad la cabeza como saludo, y Jimin hizo una reverencia. - JiSoo, - Una morena, hermosa por igual a su hermana, saludó con una pícara sonrisa. Jimin respondía a todo con reverencias. - y Lalisa. - Esa última articuló un bajito "Hola" que solo el rubio pudo escuchar, lo que provocó una sonrisa en el Omega. - Y estos mis hijos, JungKook, - Reconoció de inmediato al moreno que vio antes, el chico de los Min imitó el gesto de Jennie, mientras que Jimin seguía haciendo reverencias. - NamJoon, - El chico se le hacía amable, aunque tras saludarse se dio cuenta de que le observaba de una manera un tanto extraña. - HoSeok, - El alto Alfa respondió a Jimin con una reverencia, y luego le sonrió. No todos los hermanos Min estaban muertos, por lo visto. - Y YoonGi. - El recién nombrado solo miró con indignación a su padre, ni siquiera se molestó en parar su mirada en Jimin ni un momento. Sin embargo, cuando Jimin posó su vista en él, su corazón saltó salvajemente en su pecho, y sintió una enorme presión en el mismo. - Chicos, espero que tratéis bien a Jimin y no seáis maleducados. Respetadle. Jimin, si tienes algún problema, cuenta conmigo. - El rubio asintió. - Preséntate si lo deseas.

Volvió a asentir. - Soy Park Jimin, soy un Omega y tengo diez años de edad. - Hizo una reverencia exagerada mostrando todo su respeto. - ¡Cuiden de mí! - Escuchó el murmullo de una voz femenina susurrar "Adorable".

Después de eso, el tiempo se quedó congelado, y Jimin solo escuchaba el silencio mientras se incorporaba. Al levantar finalmente la cabeza, vio que allí solo quedaban cuatro personas.

El señor Min había desaparecido, junto a algunos de sus hijos. Quedaban Lalisa, YoonGi, HoSeok y Jennie. Si es que se había quedado bien con los nombres, claro.

El Alfa de cabello menta tiraba de la manga de la Alfa de cabello gris y azul. - Lisa, vamos, vámonos.

- ¡Ah, YoonGi-ah! No seas maleducado, ya escuchaste a papá.

El Alfa bufó y dejó de insistirle a su melliza. Luego subió las escaleras bufando. - ¡Quien me despierte es hombre muerto! O mujer, me da igual. - Después de eso, se perdió en una habitación.

El rubio estaba bastante confuso y desorientado, y los hermanos Min parecieron notarlo. - Hey chico, Jimin, ¿cierto? - El Omega clavó la vista en HoSeok, el Min pelirrojo. - Woooow, nunca había visto a un Omega tan de cerca... - Pasó una mano con mucha suavidad por los cabellos de Jimin. Se notaba que quería no molestar con el gesto. - Pareces una muñequita de porcelana.

- Aigoo~ Es cierto. - Habló ahora Jennie. A Jimin le sorprendía el tono tan familiar que usó, pues tenía aspecto de ser muy fría. - ¿Cómo consigues tener una piel tan perfecta? Tienes que enseñarme.

- Es un Omega, obviamente iba a ser precioso.

El rubio bajó la cabeza con las mejillas ardiendo, y los tres Alfas lo notaron. - Aigooo~, es demasiado adorable... ¿Por qué YoonGi es tan estúpido? - A pesar de que Jennie no lo decía a malas, a Lisa no le sentó muy bien esa pregunta.

- Hey, no es estúpido, no te pases. Seguro que padre no le había dicho nada de Jimin, la culpa es suya.

- No le eches la culpa a padre, no es como si YoonGi escuchara cuando se le habla.

Las dos emitieron un gruñido, y Jimin corrió a esconderse tras el sofá.

- Oh, pequeño Omega... - Jimin miró por encima del sofá, visualizando la escena de los tres Alfas. Todos miraban en su dirección enternecidos.

- L-Lo siento... - HoSeok le hizo una seña de que se acercase, y aunque pareció más la seña que le harías a un perro, Jimin no dudó en salir de su escondite y correr hasta los brazos del Alfa.

El Omega que quería ser Alfa ▪ YoonMin, omegaverse ▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora