El Omega que quería ser Alfa ▪ YoonMin, omegaverse ▪

~~Octavo capítulo~~

El tiempo iba pasando lentamente. Los cumpleaños de los pequeños Kim y Park se acercaban, y cada vez mostraban más señales de sus presentaciones. El pelirrojo estaba muy orgulloso, mientras que el rubio estaba aterrado.

- Venga, Minnie, no pasa nada... - El pelirrojo había crecido considerablemente. Sus hombros se habían hecho más anchos, haciéndole parecer más grande, y sus rasgos se estaban volviendo duros y felinos. Su voz se estaba volviendo más grave en cada momento. Mientras que el rubio solo se había vuelto más y más hermoso, haciéndose ver cada vez más delicado. Su cabello y sus ojos estaban más claros y brillantes que nunca. Su musculatura seguía sin desarrollarse, sin embargo, las curvas habían comenzado a surgir, y bastante bien proporcionadas a su pequeño y estrecho cuerpo. Su voz seguía siendo aguda, y frente a algunas cosas reaccionaba con sonidos lastimeros o lloriqueos, como un pequeño cachorro.

- ¡Eso lo dices tú! - Replicó el rubio. - ¡Tú eres lo que querías! ¡Solo falta un mes para mi cumpleaños, y está claro que no voy a ser un Alfa! ¡Mi familia ha comenzado a apartarme!

- Si te apartan, no deberías llamarles familia.

- M-Mi familia solo sois ChanYeol y vosotros.

- ¿Nosotros?

- Tao Hyung, Rosé Noona y tú.

- ¿Y qué papel familiar ocupo yo exactamente? - Preguntó tomando al rubio por la cintura acercándole.

- Yo... No estoy seguro...

- ¿Ah, no? - El pelirrojo olfateó el cuello del más bajo.

- H-Hyung...

- Jimin, llevamos casi cuatro años conociéndonos. Tenemos confianza, y estaré junto a ti en tu primer celo. ¿Qué crees que pasará entonces?

- N-No lo sé Hyung...

- ¿Me aceptarías como Alfa?

- Sin pensarlo.

- ¿Entonces qué es lo que no sabes, Minnie?

- ¿E-Entonces en el futuro nosotros... vamos a...?

- Tú lo querrás y yo también, así que sí.

- ¿Cómo estás tan seguro? - El pequeño se mostraba confuso.

- Verás, tú siempre eres apetecible, y yo tendré mis encantos, supongo. Los explotaré al máximo.

El rubio sonrió. - Me gusta tu confianza.

(...)

Había pasado una semana. Jimin se encontraba tirado en su cama, escuchando una de sus canciones favoritas, hasta que una gran piedra rompió su cristal, haciéndole gritar agudamente. Se levantó de un salto y al asomarse a la ventana, vio al pelirrojo.

- ¡TaeHyung! ¿Pero qué haces? ¡Son casi las dos de la mañana!

- ¡Jimin, ábreme, necesito hablar! - El pelirrojo realmente se veía desesperado. Jimin suspiró y asintió, bajando las escaleras en silencio. Abrió la puerta e inmediatamente el pelirrojo se lanzó a abrazarle con mucha fuerza.

- T-TaeHyung... Hueles distinto... ¿Por qué tienes tanta fuerza?

El pelirrojo empezó a olisquearle cual perro que lleva dos semanas sin comer. - Oh dios, Jimin, hueles tan bien... Ah, déjame marcarte... Uhm, muero por devorar cada centímetro de tu piel.

- ¡Tae-TaeHyung!

- Jimin, finalmente presenté. Presenté como un Alfa. - En la sonrisa de aquel pelirrojo ahora se veían sus nuevos y largos colmillos.

- Oh, Tae... Eso es bueno.

- ¿Cuánto te queda?

- Dos días...