~~Noveno capítulo~~

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ChanYeol apretó la mano de su pequeño. El rubio se encontraba tan nervioso...

Su padre y hermano mediano estaban algo enfadados por la espera.

- Jiminie... Ya verás como todo va a salir bien.

- Gracias Chanie...

En ese momento, una enfermera salió de una sala. - ¿Park Jimin?

- ¡Aquí! - Levantó la mano ChanYeol, y todos entraron en la sala. Tomaron asiento y miraron a la hermosa Beta sentada frente a aquel ordenador.

- ¿Park Jimin?

- Y-Yo... - Habló el rubio con timidez.

- Bien. Ya tenemos los resultados de tu presentación.

- ¿Los podrá decir ahora? - El hermano mayor intervino.

- Oh, por supuesto. - Cogió un papel y tosió con levedad. - Park Jimin, has presentado como un...

- ¡No, así no, Jimin! ¡Dispárale, no lo abraces!

- ¡Tienes que estar de coña! ¡Si te lanzan un puñetazo, no puedes hacerte bolita en una esquina! ¡Eres un Alfa, debes devolverlo!

- Me cuesta tanto creer que seas mi hijo.

- Eres tan débil como tu madre.

- ¡Eres una escoria!

- ¡Eres una decepción de Alfa!

- Eres un Alfa.

- Naciste para ser un Alfa.

- Eres un Alfa.

Eres un Alfa.

Un Alfa.

Alfa.

Alfa.

Alfa.

- ...Omega. Felicidades, pequeño.

El rostro del rubio se desfiguró, y una sonrisa se instauró en el rostro de su hermano mayor.

Inmediatamente, su padre se levantó y salió sin decir una palabra. Segundos después lo siguió JiHoon.

ChanYeol tomó la manita de su hermano.

Un Omega. Soy un Omega... Ahora todo está perdido.

El camino a casa fue muy silencioso, pero las palabras no fueron necesarias para saber cómo se encontraba cada uno.

Las venas de Park JiDae nunca antes se habían marcado tanto. Apretaba con tanta fuerza el volante que JiHoon temía que en cualquier momento el mismo se convirtiese en polvo entre las manos de su padre. Además de que estaba sobrepasando el límite de velocidad unos 20 km/h aproximadamente.

JiHoon solo estaba ahí. Parecía contrariado, como si quisiese verse enfadado, pero su rostro le traicionase y se mostrase temeroso.

Una sonrisa surcaba de lado a lado los labios de ChanYeol. Este era el karma de su padre, estaba seguro.

Mientras, el pequeño Jimin estaba aterrorizado. Completamente aterrorizado. Planeaba llamar a TaeHyung e irse con él para distraerse, pero parecía que su padre tenía otros planes para él.

Según aparcó, puso el seguro y se giró hacia Jimin, quien se echaba intimidado hacia atrás. - Un Omega no va a vivir bajo mi techo. Vas a irte a...

- ¡Se irá con Tao y conmigo! - Interrumpió ChanYeol. - Puedo mudarme con él.

- Ah, no. Necesito beneficiarme de esto. Jimin, te irás a vivir con los Min.

- ¿Con quién?... - El pequeño rubio se mostraba confuso.

- Padre, no creo que allí...

- Haz silencio, JiHoon.

- ¿Estás completamente loco? ¿Vas a dejarlo con ocho Alfas? ¡Lo devorarán vivo!

- ¿O-Ocho Alfas? P-Papi... - La carita angelical que portaba el rubio se giró de inmediato bajo la mano de su padre, cuando pronunció esa palabra.

JiDae no dudó en usar la voz de comando, por primera vez con su hijo menor. - ¡Yo no soy tu padre! - Mientras esas palabras hacían eco en su cabeza, la marca roja de una mano se iba sellando en su mejilla.

El Omega que quería ser Alfa ▪ YoonMin, omegaverse ▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora