Capítulo 37.

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El tiempo había pasado ya, Error estaba recuperado, Dust y Geno habían permanecido en la Pantalla de Guardado; no importaba el lugar, lo que importaba era que estuvieran juntos. De vez en cuando solían salir y ver otros Au para despejarse y pasar el rato; en esta ocasión, Geno decidió ir a visitar Dreamtale.

Ahí se encontró con Cross; las semillas que antes habían plantado ya habían crecido para empezar a formar un pequeño árbol.

Este árbol era curioso,ya que, al ser dos semilas, una mitad era dorada, mientras la otra era oscura; significativamente, ambas partes estaban, en cierta forma, entrelazadas, dando la impresión de que, ambos hermanos, se estuvieran abrazando.

Dust y Geno, sujetados por sus brazos, caminaron hasta Cross, el cual estaba cuidando de ese pequeño árbol en crecimiento, como hacía todos los días.

Pasaron hablando por un tiempo, sólo para ponerse al día con las cosas, Cross y Geno se habían hecho algo así como... amigos, mientras que con Dust las cosas se mantenían aún a distancia.

Después de convivir un rato más, y a causa de que empezara a llover, Geno decidió que era mejor volver; así que, en compañía de Dust, volvieron a su "hogar", la Pantalla de guardado.

Una vez ahí, ya estaban todos empapados, el agua escurría desde su cráneo hasta sus pies.

Geno tosió un poco, lo que provocó que pequeños hilos de sangre cayeran por entre sus dientes, lo que llamó la atención de Dust.

-¿Te sientes bien?.-

-U-uh...- le miró.- aa...aaah... ¡aachú!.- estornudó.- ah.. si.-

-Mmmm....-

-Sólo es frío, por la ropa mojada.-

-Qué terco eres...- se acercó para abrazarlo.- deberíamos quitarnos la ropa.-

Ese comentario provocó que los pómulos de Geno se tornaran rojizos.
No se negó a la idea, muy en sus adentros tenía curiosidad por ver el cuerpo desnudo de su actual pareja .

-Ummmh... no lo sé...-

-¿Te incomoda la idea?.- le miró curioso esperando respuesta.

-Uh, no.- desvió la mirada y se separó del abrazo para luego comenzar a sacar su chaqueta.

Dust sonrió y también sacó sus prendas una a una, al igual que Geno. Al cabo de unos segundos, Dust ya había retirado toda su ropa; Geno, por su parte, estaba dándole la espalda, mientras aún conservaba sus shorts.

Suspiró mientras se inclinaba al suelo para recoger la bufanda de su hermano y extenderla con cuidado para que esta secara más rápido.

Finalmente, Geno, se sacó de una sola sus shorts y la ropa interior, botando lejos aquellas prendas; inmediatamente después corrió hasta Dust y se abrazó a él, ocultando el rostro en medio de su clavícula, mientras sus brazos se aferraban a la espalda del contrario.

Dust igual correspondió el abrazo.

-Creo que así hace más frío...- susurró Geno.

-Sí... aquí es muy frío....- miró alrededor.

Geno, aún abrazado a su acompañante, memorizó en sus recuerdos este nuevo sentimiento, nunca antes había estado así con Dust, por lo que era, sin duda, una nueva experiencia; Con la punta de sus falanges, recorrió la columna de Dust con cuidado y detenimiento, también acarició suavemente la parte trasera de las costillas del, por ahora, desencapuchado, el cuál, no entendía del todo las acciones de su pareja, pero no le disgustaban tampoco, así que no reclamó nada. Geno sonreía mientras llevaba acabo esas acciones; pensaba que, por muy difíciles que hayan sido las situaciones en el pasado, ahora, todo aspiraba a mejorar, por fin estaba feliz, sonría de verdad, sentía en su pecho una enorme alegría, la cual, se veía reflejada en su rostro.

Había un "algo" en el ambiente, que provocaba que, más allá de lo solo que se encontrara el lugar, fuera agradable, pacífico.

Después de haber terminado sus caricias, Geno, suspiró levemente sobre la clavícula de Dust, causando, en este último, una especie de sensación que él mismo describió como relajante, pero, adictiva a la vez.

Ambos esqueletos se quedaron en silencio, mantenían ese abrazo como si se tratara de un momento único, uno que querían extender por un poco más de tiempo.

Habrá sido que estuvieran mojados, o tal vez que Geno se veía envuelto en una gran felicidad, ya que, después de un rato, recordó que estaba completamente desnudo, algo que, de inmediato, le hizo sonrojar. No se había ni dado cuenta de que su pelvis estaba rozando con la de Dust.

En aquel momento, de reaccionar, sólo pudo sentir su rostro arder, no se movió, no sabía qué hacer; de pronto, a su mente, millones de pensamientos comenzaron a golpear su curiosidad, llegando, incluso, a sorprenderse a si mismo por pensar algo como eso.

Su mente se veía invadida por diversos escenarios; viendo las circunstancias, sí, en efecto, todos los pensamientos de Geno iban directamente relacionados con algo bochornoso. Tantos y diversos posibles escenarios, comenzaron a causar, en Geno, calor. Este "calor" al inicio, le pareció un tanto incómodo, más aún ya que aumentaba por dos razones, sus pensamientos y su cuerpo desnudo pegado al de Dust, quién también estaba desnudo.

Dust, sintió de inmediato a su pareja un tanto inquieta, desconociendo la razón, simplemente se concentró en abrazarlo con más fuerza.

Geno sentía que debía hacer algo, aquel sentimiento tan extraño comenzaba a consumirle con lentitud, así que, sin estar muy seguro de sus acciones, con la punta de sus falanges, comenzó a acariciar los brazos de Dust.
Aquellas caricias eran dadas con extremada delicadeza, recorriendo desde sus hombros hasta su radio; estas caricias provocaban en Dust un ligero cosquilleo, eran bastante agradables.

Con movimientos torpes, Geno, prosiguió a llevar sus brazos a la parte trasera de sus  costillas y su escápula para abrazarlo. Alzó la mirada para poder ver las cuencas de su amado y no pudo evitar sonreír levemente, pensaba que haberle conocido había sido, sin lugar a dudas, lo mejor que le había pasado.

Ansioso y aturdido por el calor que sentía, se estiró para poder chocar dientes con Dust, resonando por el lugar el maravilloso sonido de sus dientes al tocar los otros.

Dust mantenía sus cuencas abiertas, a diferencia de Geno, quien prefirió cerrarlas, aquello le causó cierta ternura al encapuchado sin ropa, ya que podía ver que Geno estaba más que nervioso, además, en los pómulos de este, un bello color carmesí iba aumentando como sonrojo.

Al final, Geno decidió invocar su lengua, en un movimiento atrevido, lamió delicadamente los dientes de Dust para que este le dejara entrar.

Desconcertado y curioso a la vez, cedió ante aquella acción, entreabriendo ligeramente su mandíbula, invocando también su lengua, para seguirle el juego a Geno.

"Vivir de ti." GenoDust.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora