Uno

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La España de Alfonso XIII, era una España oscura, en la que la Iglesia tenía al pueblo sumido en el más puro analfabetismo. La figura del Rey era compleja, más preocupado por sus propios intereses que por darle al pueblo derechos y conocimientos. Seguía los dictámenes que le marcaba el clero, pero de una moral laxa.
Las clases más humildes trabajaban las tierras del "señorito", a cambio de algún mendrugo de pan que llevarse a la boca. Las familias, muy numerosas pensaban que era por la gracia de dios. Para ellos era una bendición divina tener hijos a los que no podían mantener. El párroco del pueblo así se lo hacía saber. El pueblo analfabeto, solo valoraba la palabra de dios, que no entendía siquiera, ya que, en esa época era común oficiar la misa en latín y de espaldas a los feligreses. Dejando claro la postura que el clero ocupaba de superioridad y sobre todo humillando a las pobres gentes. Negándoles los mas elementales derechos, entre ellos, la condición de ser humano.
En esa época tan tenebrosa, era usual que los pobres que no tenían ni siquiera para comer, ante cualquier adversidad acudieran a la iglesia mas próxima, cargados de ofrendas y comida para las efigies que allí se encontraban adornando las paredes. Eran gente humilde, ignorante porque beneficiaba a todos aquellos que se aprovechaban de su sudor y de su trabajo. Es sabido por todos que los nuevos aires que se avecinan no serán bien vistos por todos aquellos que quieren seguir manteniendo al pueblo encadenado.

Al Bando VencidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora