En el pueblo en el que los dos vivían se producen cambio, llega un cura, lo sustituyen porque el anterior tenía "ideas", lo que significaba, que era "rojo", enseñó a sus parroquianos, qué si había bocas que alimentar, la comida no se llevaba a la Iglesia, los Santos, según él, no comían. Ejercía las veces de "maestro", el oficial no enseñaba nada, sólo rezar y cantar el Cara al Sol. Afortunadamente esto cambia, cuando mis padres van a la escuela, el maestro es un titulado, se esmeró en que la gente aprendiera, y alguno pudo llegar a la Universidad.
El nuevo cura, se definió así mismo como carlista, falangista y Ministro de Cristo. En un entierro que ofició, se emborrachó, tenías que pagarle y encima darle la comida y que no faltara el vino, según mis abuelos era feliz, si no te quedaba nada para el día siguiente. Una vez ebrio se dedicó a contar sus méritos, denunciar a los "rojos", que en secreto de confesión pedían ayuda, ser uno más de los que organizaban la represión contra los infieles, y por último la frase que ni mis abuelos y yo olvidaremos:
"Primero fui carlista, luego falangista y ahora Ministro de Cristo", para mi abuelo comunista, ya lo había dicho todo.
En una de misa de domingo, había llegado un vecino de Cuba, él hablaba castellano, y el cura al finalizar la misa lo oye hablar con sus convecinos y le espeta que hablar castellano al monte. Este cura se va del pueblo, pero antes quiere llevarse unos objetos que habían estado allí in saecula saeculorum. En este caso el pueblo se une y evita el espolio.
Era una zona de montaña, angosta en aquella época, no era un lugar en el que nadie se hubiera querido quedar, de ahí que pasaran un gran número de maestros y de curas, lo que nunca cambió fue el Alcalde. El y unos cuantos falangistas se dedicaron a sembrar el miedo, era una zona de paso obligada, que comunicaba con Galicia, muchos maquis y fugados pasaban por allí, para evitar ser vistos y refugiarse en el monte, intentando garantizarse un paso seguro.
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Al Bando Vencido
Ficción histórica"Mi abuelo me conto, que durante la República estaba prohibido pedir y dar limosna, porque humillaba al que la pedia y envilecía al que la daba". *Dedicada con todo mi cariño a mis abuelos: Ricardo y Ramiro ( lo bueno que hay en mí, es vuestro) y a...