◀Una Nueva Vida▶ Thomas Sangster Y Tú [TERMINADA]

Una nueva vida

     Ha pasado un año.

     Un año entero, sí, con su primavera, su verano, su otoño y su invierno. Con sus Navidades y sus Pascuas. Con sus fines de semana y sus puentes. Un curso entero, que ha implicado nuevos estudios, nuevos deberes, nuevos trabajos, y otra media de 300 horas de estudio. Ha sido duro, pero no imposible.

     También ha sido un curso muy tranquilo, sin subidas de nota, sin dramas, sin nada nuevo, sin llamar la atención...Sólo un año monótono e igual que todos los anteriores antes de mudarme aquí.

     ¡Justo como yo quería! ¡Ha sido perfecto!

     Dios, si parece que el que provocaba tanto ajetreo fuese Thomas... ¿acaso lo era?

     Este año también me ha servido para estrechar lazos con Beth y Carlos, y una nueva amiga, que se había unido a nuestro humilde grupo desde Navidades. Se llama Mary, y la manera en la que la conocimos fue bastante curiosa la verdad.

     Flashback-

     Era un viaje de estudios que organizaba el instituto a una parte del país. Estábamos todos en el albergue, era de noche y estábamos en nuestro tiempo de ducharnos antes de la cena, y Beth y yo habíamos decidido gastarle una broma a Carlos, ya que ese día nos había empujado a un charco de barro.

     La broma consistió en colarnos en las duchas de chicos mientras Carlos se estaba duchando, y robarle la ropa interior. Seguimos el plan al pie de la letra, y salimos corriendo con sus calzoncillos. Pero Carlos salió de la ducha demasiado pronto, y sus gritos resonaron por todo el albergue..

     -¡CHICAAAAS!

     Entonces fue cuando vi un Carlos semidesnudo, únicamente con una toalla alrededor de la cintura, bastante enfadado y que se dirigía a paso rápido hacia nosotras. Al verlo, Beth y yo nos echamos la misma mirada, diciendo "corre".

     No sé cómo pasó, estábamos pasándonos su ropa la una a la otra, corriendo, riendo a más no poder, mientras el pobre intentaba pillarnos. Yo sé que en el fondo se estaba riendo también. En una de estas, Carlos estaba a punto de cogerlos, y yo los lancé todo lo lejos que pude. Ambas vimos los calzones volar (con Carlos tras ellos) hasta aterrizar  en la cara de una inocente chica rubia con gafas.

     Carlos se acercó, todo galán, como si no estuviese descamisado.

     -Uy, hola -le sonrió- parece que te han llovido unos calzoncillos...

     La chica no hablaba, sólo se los quitó de su cara y lo miró tímida.

     -Esto...sí, son míos- los cogió- muchas gracias, nos vemos guapa- le guiñó un ojo y se fue tranquilo, con sus calzoncillos en la mano.

      Y claro, la chica, flipando.

     Beth y yo estábamos apartadas, mirando la escena sin parpadear. Cuando Carlos pasó por nuestro lado, nos miró de lado y murmuró:

     -Hijas de perra...

     Entonces estallamos en carcajadas, y nos estuvimos riendo un largo rato.

     Más tarde, a la hora de la cena, la chica rubia de gafas de antes se nos acercó tímidamente y se sentó con nosotras. Y Beth, que tiene un poder para socializar, empezó a entablar conversación con ella, partiendo del tema de los gallumbos de Carlos. La chica parecía agradecida de que le hubiésemos hablado.

     Pronto, estábamos hablando las tres animadamente, y más tarde se unió Carlitos. Parecía increíble cómo nos hicimos amiga suya tan rápido y, al día siguiente, estuvo con nosotras todo el día.