Di un respingo al oír que daban unos golpecitos en mi ventana.
No por favor, no le quiero ver...
Me di la vuelta y le di una sonrisa forzada. Abrí la ventana con desgana y le miré. Estaba vestido para salir.
- Estaba preocupado...
- ¿Y qué? No eres mi padre. - contesté seca mientras le daba la espalda y me alejaba de él
- En serio, _________, no sabes el susto que nos has dado a todos... - me alcanzó y me miró a los ojos, realmente se le veía preocupado.
Yo gruñí y puse los ojos en blanco.
- ¿Qué estás diciendo, Thomas? Por dios, ni que hubiese desaparecido del mapa durante... - de repente me agarró de los hombros y me giró para que lo mirase a la cara.
Al sentir su mirada penetrante me quedé muda.
- Tres semanas - dijo serio
Tragué saliva fuerte
- ...¿Qué?
- ___________, llevamos sin poder contactar contigo tres semanas - parecía hablar muy en serio
- T-thomas, ¿qué dices? - reí nerviosa - ¿Cómo he podido estar ausente tres semanas? Si solo he desconectado del mundo tres días...
La expresión de Tommy cada vez era peor, y eso me molestaba y preocupaba a la vez.
- Por dios ________ mírate al espejo, mírate
Me empujó y me llevó hasta el baño
- ¡Eh! ¡Suéltame! ¡Basta, Thomas! - intenté forcejear, pero él siempre ha sido más fuerte que yo.
Y cuando me vi en el espejo, entendí lo que quería decirme.
Estaba fatal. Tenía unas ojeras kilométricas y los ojos venosos y rojos. Mi pelo, dios, parecía que no me lo hubiese peinado en años y tenía los labios cortados y con restos de saliva seca. Parecía una drogadicta de cuarenta años.
Me llevé las manos a la boca para no llorar.
- Dios santo...
- Ey ey, tranquila... - Tommy me sentó con cuidado en la taza del váter - todo está bien...
Me llevé los dedos a las sienes y comencé a frotarlas. En efecto, debería de parecer yo una mujer con desesperados problemas de drogadicción.
- T-thomas... - suspiré intentando no llorar
- Oye, shh... - se agachó y se apoyó en mis rodillas - mírame, _________.
Lo miré a los ojos rota, no quería que me viese como estaba ahora.
- Ven, necesitas tomar un poco el aire...
- Pero-...
- Ssh...estoy aquí, no te preocupes
Se levantó y me tomó las manos, haciendo que me levantase también.
Desde aquel momento ya no me dejó sola en ningún momento.
Me ayudó a lavarme las manos y la cara. Me acompañó al cuarto y buscó algo de ropa limpia que ponerme. Me preparó la cena (no me había dado cuenta hasta entonces del hambre que tenía). Me ayudó a lavarme los dientes y me cepilló el cabello. Me dio cuidados como si fuese una discapacitada hasta que volví a parecer humana.
- Ahora que estás digna de exponerte a la humanidad, vayamos y salgamos un rato. - dijo él, a lo que no me pude evitar reír
La noche era oscura y fresca, y nos encontrábamos Tommy y yo paseando por las calles del parque.
Otro detalle que había hecho él por mí aquella noche: ofreció su brazo para que yo lo abrazase por si tenía frío o miedo, o simplemente para sentir la cercanía humana.Y ahí me encontraba yo, aferrado a él, andando pacíficamente por los senderos del parque.
- Tommy... - murmuré, rompiendo el silencio que nos invadía.
-...¿Mmh?
- ¿Por qué me has cuidado tanto si te he tratado tan mal desde que volviste de Inglaterra y prácticamente he pasado de ti?
Pude sentir como sonreía, cosa que me contagió al instante.
- Porque eres mi amiga, ________. - hizo una pausa - y eso es lo que hacen los amigos.
De repente me sentí fatal. Fatal por cómo lo había tratado, fatal por no haber apreciado su amistad en un año entero que lo tuve a mi lado, todo porque estaba demasiado ciega debido a que me gustaba y solo pensaba en mí.
Me aferré más fuerte a su brazo y apoyé mi cabeza en su hombro.
- Siempre has estado ahí para mí... - se animó a continuar - ¿qué menos que demostrarte lo mismo?
_______, eres idiota. Pensé para mí misma. No te mereces su amistad, ¿lo has visto? Él es precioso, y un amigo estupendo. No, no te lo mereces.
Acto seguido comencé a llorar. Thomas al darse cuenta me llevó al banco más cercano.
- Oye, ¿ahora qué ocurre? - dijo con un tono dulce, el cual no me ayudaba mucho
- E-es que... e-eres una amigo estupendo - sollocé mientras intentaba calmarme - me...he portado fatal contigo, lo siento...
Él sonrió de nuevo, como si entendiese perfectamente lo que quisiese decir. ¿Acaso me leía la mente?
- Tranquila... - negó con la cabeza - yo tampoco es que haya estado muy amistoso contigo...
Suspiré de alivio al oír aquello.
- Parece que los dos somos amigos horribles - reí leve aún con los ojos llorosos
Thommy también dejó escapar una leve risilla, que en aquel momento me pareció como un canto de ángel.
– Sí... - suspiró y se sentó a mi lado - siempre podríamos...volver a empezar
Ladeé mi cabeza con curiosidad y la apoyé en el hombro de Thomas.
- Sí, me parece una gran idea - murmuré
A continuación él apoyó su cabeza sobre la mía, quedando en una posición que cualquiera que nos hubiese visto diría que éramos novios.
Y así nos quedamos, por un largo tiempo, sin decir nada. Y de alguna manera ese silencio compartido con mi amigo me hacía sentir mejor, increíblemente mejor.
ESTÁS LEYENDO
◀Una Nueva Vida▶ Thomas Sangster Y Tú [TERMINADA]
Fanfiction¿Y si Thomas Brodie-Sagster (si, ese chico que te hace sonreír cuando lees su nombre) fuera tu vecino? ¿Y si su físico ideal y su personalidad seductora te hiciera dar vueltas, y vueltas? ¿Y si hace de tu rollo de vida un nueva vida?