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— Entonces, ¿por qué estás aquí? — pregunté mientras comía a su lado — ¿Qué enfermedad tienes? — lo miré a los ojos y me sonrió.

— No estoy enfermo — respondió tranquilo — Solo me he desmayado y me han traído por precaución, el médico le dijo a mi madre que seria mejor que descansara y como ella sabía que no lo haría me dejó aquí, para que pudiera descansar.

— Ah, es un alivio — sonreí y llevé otra cucharada a mi boca. Me alegraba que no estuviera enfermo, el día de ayer, pensé mucho en él. En el gran chico que era y me puse muy triste al imaginar que pudiera tener alguna enfermedad. Es tan enérgico y alegre, que sería fatal verlo triste o cansado.

— Yo también quería hacerte esa pregunta — pasó su mano por su cabello nervioso — Pero pensé que algo así no te gustaría, así que no lo hice, pero ya que me has preguntado a mi y somos más cercanos... — río entre dientes.

— Está bien — lo tranquilicé — No tienes que sentir vergüenza de preguntarme eso, somos amigos ahora, ¿verdad? — asintió con su encantadora sonrisa — Pues no tengo nada, solo he estado aquí también por algunos chequeos médicos. Tal vez salga pronto, no te preocupes — mentí. Mentí porque no quería que el supiera de mi enfermedad, me aterraba contarle en qué situación estaba en este tiempo y también porque quería tenerlo a mi lado.

— Qué bien — se levantó del asiento del comedor y miró hacia todos lados — ¿Por qué no damos una vuelta? — me miró cómplice y abrí mucho mis ojos — Vamos, no saldremos del hospital.

— Bueno... — no me dejó hablar, me tomó de la mano y me llevó hacia afuera junto a él.

Caminamos un poco por el jardín, los dos estábamos en silencio, lo que me pareció bastante raro de su parte. Pero no dije nada, seguí a su lado. Caminar junto a él me era agradable.

— ¿Qué crees de escaparnos de aquí? ¿No sería divertido? — dije mirándolo fijamente y él me miró extrañado.

Creo que lo tomó por sorpresa mi pregunta.

— ¿Estás hablando en serio? — frunció el ceño.

— Completamente — respondí, caminé unos pasos y me acerqué al muro que cubría todo el hospital — Quiero salir de aquí, aunque sea una vez.

— Pero dijiste que tal vez saldrías pronto ¿Por qué la prisa? — se detuvo a mi lado y yo me giré hacia él, quedado los dos de frente.

— Mm, no sé — reí — Quizás solo quiero escaparme, como si me estuviera fugando de algún lugar importante y muchas personas comenzarían a buscarme ¡Como en las películas! — di un brinquito y el río.

— Entonces yo sería el protagonista de la historia. Al cual golpearían y matarían al encontrarlo con la bella princesa desaparecida — hizo un puchero — No quiero morir.

— Yah, pensé que eras un chico aventurero — me crucé de brazos y me alejé de él.

— ¡Pero lo soy! — gritó y vino corriendo hacia mi.

Por primera vez en todo un año me sentía completamente feliz. Hoseok me hacía sentir de una manera diferente, me daba esperanza. Estar con él me hacía creer que todo estaba bien. Su sonrisa me llenaba de alegría y me encantaba cuando me miraba y solo sonreía para mi.

— JaeMi — escuché la voz de mi madre y la vi venir hacia nosotros — ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Sabes lo preocupada que estaba? Pensé que te había ocurrido algo.

— Estoy bien mamá, no tienes que ponerte así — dije y bajé la cabeza. Me sentía apenada por Hoseok.

— Perdón señora, fui yo el que la distrajo. Pero no se preocupe ella a estado bien — Hoseok hizo una reverencia y le sonrió a mi madre.

— ¿JaeMi, quien es este jovencito?

— ¡Soy Hoseok, Jung Hoseok! Mucho gusto, soy amigo de JaeMi — volvió a decir y madre lo miró seria.

— Mucho gusto Hoseok — por fin el rostro de mi mamá se relajó y pude respirar en paz — Gracias por cuidar de mi Jae, pero ya es tarde y ella tiene que descansar.

Caminé hacia mi madre y me despedí de Hoseok. Volvimos a mi cuarto y me acosté en la cama mirando hacia el techo.

— ¿De dónde lo conoces? — su pregunta me hizo reír.

— ¿En serio? — enarqué una ceja — ¿Dónde más lo voy a conocer?

— Solo fue una pregunta. Pensé que tal vez lo conocías de antes, como los vi tan cercanos — susurró y yo me levanté.

— ¿Cercanos? ¿Parecía que eramos cercanos? — abrí mis ojos esperando su respuesta.

— Ya te dije, hasta pensé que se conocían de toda la vida — hizo un ademán — Pero, ¿por qué tan interesada? ¿Te gusta ese chico? — preguntó entusiasmada y yo negué con la cabeza repetidas veces.

— ¡Claro que no y ya dejame dormir!

Puse la sábana sobre mi cabeza y me volteé ¿Me gusta? ¿Cómo podría enamorarme? No puedo enamorarme. Definitivamente no. Sentí vibrar mi celular y lo encendí, tenia un mensaje.

Hoseok😄:
Está bien, escapemonos un día de estos😊

Jae:
¿Adonde me llevarías?

Hoseok😄:
Adonde tu quieras, estoy a tu disposición, mi bella princesa👸

Jae:
Está bien, entonces me llevarás a adonde yo quiera. Sin importar donde sea ¿Lo prometes?

Hoseok😄:
Te lo prometo😉

Pero, ¿cómo no querer de alguien como él?

Pero, ¿cómo no querer de alguien como él?

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SMILE; JHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora