14 Final

884 134 85
                                    

No puedo dejarla ir, no estoy preparado. La amo demasiado, ¿por qué tiene que pasarle esto? Es tan joven, ¿por qué no puede vivir? Es tan injusto, desearía poder salvarla, hacer algo para ayudarla. No quiero verla desaparecer. No me imagino una vida sin ella, quiero verla por siempre. Estar con ella todos los días. Formar una familia juntos, estas cosas que son tan fáciles, se van desvaneciendo ante mi, porque se me está yendo y no puedo hacer nada para salvarla.

— Hobi — su voz es tan débil que apenas puedo escucharla bien. Su mano alcanza la mía y la acaricia.

Sonrío como puedo al mirarla, evito llorar al ver sus labios partidos y su piel demasiado blanca, casi sin vida.

— Dime amor.

— ¿Recuerdas lo que me prometiste cuando nos conocimos? — dice y no entiendo a qué se refiere — Prometiste llevarme a donde yo quisiera... que serías mi caballero.

— Si, puedo recordarlo — asiento sin entender aún. Sus ojos cristalizados miran los míos fijamente.

Aprieta mi mano un poco y intenta levantarse. Me asusto y la retengo antes de que haga algo que le haga daño.

— Por favor, llevame a ver el amanecer. Estoy cansada de estar aquí — me pide y niego.

— No puedes salir... estas demasiado débil — acaricio su cabello y sonrío — Cuando... cuando estés mejor te llevaré a donde quieras.

— Hobi... — una lágrima recorre su mejilla — Ese día no llegará, no llegará el día en que esté mejor... es el final. Siento que... ya no puedo más. Por favor, ¿me llevas?

Sus palabras me hieren tanto que rompo en llanto, he intentado no llorar ante ella porque sé que no le gusta, he estado sonriendo porque eso la hace feliz. Pero... ya no puedo más, lloro porque no puedo más, porque no lo acepto. Nunca lo aceptaré, ¿como puedo aceptar algo así? Quiero que ese día llegue, quiero verla caminar a mi lado una vez mas.

— Está bien, te llevaré — limpio mis lágrimas y la cargo entre mis brazos.

Salgo de la habitación y entro al elevador para subir hasta la azotea.

— Esto... parece como si nos hubiéramos casado — ríe por lo bajo y me mira — ¿Eres fuerte? Tendrás que subir escaleras, cuidado no te caigas.

— Soy fuerte, soy un súper héroe — sonrío al salir del elevador y comienzo a subir las escaleras — Además... nunca te dejaría caer.

— Lo sé.

Llegamos a la azotea y pongo la manta en el suelo para luego recostarla a mi pecho.

— Tendremos que esperar, faltan unos minutos para que amanezca — digo y la abrigo bien.

Suspiro.

— Hoseok — me llama y la miro — Gracias... gracias a ti soy feliz, y aunque estoy a punto de cerrar los ojos para siempre, sigo feliz. Porque estás aquí.

— Jae... no digas eso...

— Hobi, no sigas intentando negar mi realidad, voy a morir. Pero está bien, lo acepto.

— Pero para mi no — comienzo a llorar — No lo acepto, no puedo.

— Lo sé... — sonríe — Solo deseo una cosa... por favor, sé feliz. No quiero que estés triste por mi, prometeme que serás feliz luego de que me vaya.

¿Cómo puedo prometer algo que sé que no cumpliré? El tiempo puede pasar, las cosas pueden cambiar. Yo... puedo cambiar, pero nunca olvidaré esto. Nunca podré olvidarla, estoy seguro de ello. Tal vez con el tiempo el dolor sea menor, pero aún así estará ahí.

— Lo prometo.

Lo prometo por ti, porque te amo. Lo prometo porque no quiero que te sientas culpable de mi sufrimiento.

— ¿Nos veremos en nuestra otra vida?

El oscuro cielo comienza a aclarar dando paso al amanecer.

— Por supuesto que sí, estaré ahí para encontrarte. Solo esperame, ¿me esperarás?

No recibo respuesta alguna, cierro mis ojos y siento como mi corazón se desmorona.

— Jae... — sus ojos estan cerrados — Des... despierta...

No despertará... no lo hará. Suspiro y sonrío para ella.

Sonreiré para ti aunque ya no estés.

Fin.

SMILE; JHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora