Al entrar al laboratorio Víctor me soltó con tanta brusquedad que terminé en el suelo.
- ¡Levántate! –Quise hacerlo, pero el golpe me dolía- Mírate, comienzas a ser débil, como un asqueroso y simple humano, mi descendiente no puede ser así, deberás tomar pronto el elixir o te debilitarás más y todo mi trabajo de tantos años se verá reducido a nada. –Dijo Víctor-
Me levantó y me sentó en la silla que tenía al lado de la mesa. Me sentía mareada, quería dormir, quería irme de allí, pero definitivamente ninguna de las dos opciones era viable. Víctor me tendió la copa casi llena del elixir, al verlo sentí mucho miedo, como iba a oponer resistencia si estaba más débil que nunca.
-Tómatelo, ahora. –me dijo-
-No lo haré. No quiero. –Le dije-
- Lo harás, es una orden, ahora tómatelo de una maldita vez Mila. –me dijo-
- Por favor Víctor, déjame ir, no quiero ser como tú, no quiero ser así, no me lastimes más, ya no más. –Quise tocar las fibras sensibles que tenía- Te lo pido como tu hija, por favor, no me hagas daño, por favor.
-Soltó una gran carcajada- No cabe duda que comienzas incluso a pensar como un humano, tan idiotas y tan ilusos. Creíste que de verdad llegué a quererte. Mila, yo no tengo corazón, lo sabes, esas estupideces de amar, yo no las conozco. Ahora deja de intentar ganar tiempo y toma el elixir de una maldita vez.
-Ya te dije que no Víctor y no me obligarás. –Sentencie-
De un momento a otro tenía las manos en mis mejillas y quiso darme a la fuerza el elixir, como cuando le das a un niño pequeño medicina.
-Trágalo, no podrás contenerlo en la boca todo el tiempo.
No contaba con que lo escupiría. Víctor enfureció. Me sujetó de la muñeca y me llevó hasta la pared donde tenía unas esposas de plata pura.
-Te dije que si sabías lo que te convenía me obedecerías, pero ya me di cuenta que prefieres a una familia que jamás te buscó que a mí... -Lo interrumpí-
-No me encontraron porque me llevaste lejos todo el tiempo... -me interrumpió-
-Cállate. No te dije que hablaras. Pagarás por haberte ido, por haber puesto en peligro nuestro proyecto, por haberme lastimado dos veces y por haber escupido el elixir. Querías sentirte valiente, a ver si soportas el dolor de la plata pura. Aunque te daré una última oportunidad. –me ofreció el elixir- ¿Qué dices hija mía, aceptas de nuevo esta gran oportunidad?
-Lo tomé, pero no esperaba que la lanzara y que la copa se hiciera mil pedazos y el elixir cayera al piso, evaporándose al instante- Prefiero morir, antes que ser el mismo monstruo que tú.
-Como desees Mila.
Me sujetó de ambas manos y me colocó las esposas. De inmediato comencé a gritar del dolor, la plata ya era capaz de quemarme.
- ¿Querías sufrir? Sufre el dolor que causa la plata en la piel. Por cierto, en pocas horas el veneno del vampiro comenzará a salir de tu cuerpo, pero sin la última dosis y sin la primera gota de sangre, comenzará a matarte y dado que no tienes el remedio para el veneno, te informo que comenzará una terrible agonía. Suerte con ello, afortunadamente no estaré aquí para verte morir, nadie podrá ayudarte. Y aunque lo intenten sin el antídoto, morirás. Y es por eso que me lo llevaré. –Me lo mostró y lo guardó en su bolsillo- Hasta nunca, Mila.
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Este fue el capítulo X de esta historia, estamos a cinco capítulos de que llegue a su fin, como les dije, es corta, fue mi primera historia (ya lo sabemos), ja ja, ojalá les esté gustando, recuerden votar y que respondo comentarios.
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LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS (Completa)
VampireToda su vida ha crecido con un vampiro y creyendo que es su padre, pero, ¿Qué pasaría si eso no es cierto? ¿Si tu familia te ha estado buscando todo el tiempo? ¿Si fuiste parte de la venganza de los caídos?