CAPÍTULO XI

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Víctor salió de allí, dejándome prácticamente sola. Sentía que mis manos escocían del dolor, intentaba no quejarme, no quería que la abuela escuchara, no quería que las dañara, a ellas no. Por más que quise resistir a gritar, no pude. Sentí que la plata quemaba cada vez más, grité de dolor y de frustración. Perdí el conocimiento.

*******

Estaba en el mismo sendero con el que había caminado con mamá y papá. Estaba sentada en el pasto. Papá y mamá estaban a mi lado. Los vi y abracé a ambos.

- ¡Mamá, Papá! ¿Qué hacen aquí? ¿Estoy muerta? –Pregunté-

-No, cariño. Sigues con vida, aunque si no encuentran una solución, pronto estarás con nosotros. –Dijo mamá-

-Mila, escúchame. Tus hermanos y tú son la clave. Juntos lograran derrotar a Víctor. Él te necesitaba para ser invencible. No te dejes derrotar. Resiste un poco más, solo un poco. Eres una Valerius. Demuestra quién eres. –Me dijo papá-

- ¿Y si no puedo? Siento que ya no puedo. Me gustaría quedarme aquí, estoy a salvo con ustedes. –Les dije-

-Tu padre tiene razón cariño. Me gustaría, pero Ana y Alex te necesitan. Anda, se fuerte, te amamos con todo nuestro ser. Algún día volveremos a encontrarnos. Eres fuerte hija mía. Demuéstraselo a Víctor. –Me dijo mi madre-

-Es hora de volver hija, te amo. Tú puedes. Eres nuestra hija. –Me dijo mi padre al tiempo que sujetaba mi mano-

**********

Desperté por el olor a alcohol. Alguien sujetaba mi mano, estaba libre de una muñeca. Vi al frente. Era mi abuela y Marian estaba tratando de liberarme de la otra. Finalmente lo logró. Bajé y caí en los brazos de Marian.

-Mila, ¿estás bien? –Preguntó Marian-

-Me siento muy débil, quiero irme, quiero salir de aquí. –Dije casi sin aliento-

-Lástima que eso no se podrá. –Era la voz de Víctor- Marian claramente te dije que no se acercaran aquí y que no involucraras a mi madre en esto. ¿Qué parte no entendiste? –Iba a golpearla, pero le grité-

- ¡NO LA TOQUES DE NUEVO! Ella no pagará por tus obsesiones Víctor, ni tu madre. Esto es entre mi familia y tú.

-Víctor, que está ocurriendo aquí, y quiero la verdad. No me creo ya el cuento de que la niña tiene anemia. –Dijo su madre-

- ¿Quieres la verdad? Tendrás la verdad, madre querida. Por culpa de los Valerius me convertí en una bestia, quise volver y tener un lugar digno en la ciudad. Me sacrifiqué por el padre de ésta –me señaló- y a cambio recibí el maldito exilió. Juré que me vengaría por su maldita decisión y en cuanto supe que esperaban a su tercer hijo, vi la oportunidad perfecta para arrebatarles lo que tanto amaban. Así que una noche entré a la mansión Valerius, ellos creían que su pequeña estaba segura y se las arrebaté. Sufrieron en vida propia la desesperación que sufrí, la impaciencia de no saber dónde estaba su preciosa hija, sufriendo por no saber si estaba bien o en peligro. Y he aquí a su pequeña, a punto de morir consumida por el veneno del vampiro. Así es Agatha, soy un maldito vampiro. –Dijo Víctor-

-La dejarás en paz y harás que sea una niña normal. Deja tu maldita obsesión Víctor. Ella no tiene por qué pagar errores del pasado. Eres mi hijo, te ayudaré. –Dijo la abuela-

-Víctor soltó una carcajada- Madre, esto no tiene vuelta atrás. Gracias a ella seré el doble de poderoso de lo que ya soy. No dejaré esto solo porque me lo pides. Así que si no te interpones todo seguirá su curso. –Expresó-

-Todos sabrán la bestia que eres. De eso me encargó yo. –La abuela iba a salir, pero Víctor la alcanzó-

-No madre, tu no serás la que cause mi declive. Si es necesario matarte, con el dolor de mi corazón lo haré –Rio de nuevo- Cierto, no tengo corazón. Te quise en vida madre, pero no puedo dejar que por tu culpa mis planes se vengan abajo. –Se acercó a ella y sin pensarlo tronó su cuello-

- ¡NO! ¡Eres un infeliz! ¡Pagarás por ello, tenlo por seguro! –Le dije, seguía en los brazos de Marian-

-Suéltala Marian, esa escuincla y yo tenemos asuntos que arreglar. –Le dijo-

-No Víctor, ya no te tengo miedo y si he de morir protegiéndola lo haré. –Le dijo-

-Si así lo quieres. –Dijo Víctor-

No, a Marian no iba a dañarla. Me levanté con las pocas fuerzas que me quedaban y me abalancé sobre él. No sé qué ocurría, pero empecé a golpearlo, solo logré abrirle el labio y la ceja. Evidentemente era más fuerte que yo y logró quitarme de encima. Intenté levantarme, pero el golpe había sido bastante impactante.

- ¡Vete Marian! Estaré bien. –le dije-

Víctor iba a detenerla, pero Marian ya había salido, iba tras ella, una detonación en la pared lo detuvo.

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Este es el capítulo de hoy,  comienza la cuenta regresiva para el final. Ojalá les esté gustando, voten, comenten, odien a Víctor ja ja. Mañana tendrán el capítulo que sigue ;)

LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora