CAPÍTULO XIV

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Avisos Parroquiales: Es el penúltimo capítulo, ojalá les haya gustado esta historia. En unos días tendrán una historia nueva, aún no sé si un FANFIC de Marvel o una historia de Tritones.  Me gustaría escuchar sugerencias. Mientras tanto disfruten este capítulo.


Víctor seguía en el piso, no podía levantarse, la flecha realmente lo había lastimado. Ana se acercó a él y lo miró fijamente.

-Víctor solo te lo diré una vez, danos el antídoto, Mila no tiene la culpa de lo que ocurrió entre nuestros padres y tú, quizás fue injusto, pero ya pasó. Ella es inocente, no tenías por qué desquitar tu furia con ella. Si no lo haces todo el mundo sabrá de lo que eres capaz.

-Ana, -dijo jadeando- de verdad crees que te daré un antídoto para que el trabajo al que tantos años le he dedicado se vaya al demonio en una sola noche. Por mí infórmale al mundo quien soy. Si fui capaz de terminar con la asquerosa vida de mi madre, que te hace pensar que me apiadaré de la hija del hombre que prefirió a su asquerosa ciudad que al hombre que se sacrificó por él. Si Ana así es, un brujo amenazaba con soltar a mi antecesor si tu padre no le daba una vida que apreciara, obviamente no le iba a entregar a ninguno de sus hijos o a su esposa. Me hizo el ofrecimiento y de ayudarme con un antídoto después, y que si lo hacía me recompensaría por mis acciones. Decidí hacerlo, pero cuando volví el no quiso aceptarme sólo me dijo que primero me curara y luego regresara para ser recompensado, estaba decidido, pero en cuanto vi los poderes del vampiro, decidí que ya no había marcha atrás. Al poco me enteré que Anthon había tenido a su tercer hijo, decidí que era hora de poner en marcha la amenaza, lo que más quería. Y lo hice. Así que Ana, querida. No terminarás con todo mi trabajo de un momento a otro. –Dijo Víctor-

Me quedé sin palabras. Quizás mi padre no había sido el más sabio con sus acciones, Víctor de una manera u otra estaba resentido, pero, aun así, eso no lo justificaba para haberme tenido secuestrada todos estos años.

-Nos lo darás por la buena o por la mala, no seguirás lastimando a nuestra hermana. –dijo Alexander-

Víctor se arrancó la flecha, y se la lanzó a Cristóbal, el cual cayó derribado, ninguno le dio importancia al momento, como es que se había repuesto tan rápido. Supuse que era porque el efecto de su manjar aún estaba latente, cuando eso pasaba era el doble de fuerte. Comenzó a ponerse de pie.

-Ana, Alexander, ¿acaso hablé en otro idioma? No terminarán con mi trabajo de tanto tiempo sólo porque así lo quieren. Así que, pueden irse por donde llegaron, luego repararé el daño que le hicieron a mi mansión. Aunque, les concederé el derecho de ver a su hermana morir, ya que, debido a que no quiso consumir el elixir, está debilitándose cada vez más y sin el preciado antídoto, le quedan pocas horas de vida.

- ¿Qué ganas con su muerte? –Dijo mi hermana-

-Más poder, un poco de su sangre es suficiente para que sea indestructible. –Respondió Víctor- Es hija de mi mayor enemigo, antes no podía consumirla, su sangre era veneno, pero ahora que está agonizante, la situación cambia.

Sin pensarlo Ana se abalanzó sobre él, pero Víctor fue más hábil y logró esquivar el golpe, mi hermana terminó en el suelo y Víctor estuvo a punto de herirla, Alexander me soltó, fue ágil y derribó a Víctor. Sin embargo, Víctor derrumbó también a Alex. Mi hermano se puso de pie y le dio unos cuantos golpes y Ana también, pero ninguno conseguía derribarlo. Quise incorporarme y ayudarlos, sabía que los tres podríamos, pero estaba tan débil, el veneno avanzaba rápido, no podía incorporarme.

De pronto Víctor logró derribar a Ana, el golpe fue tan impactante que mi hermana no podía incorporarse, algo dentro de mí se activó y corrí hacia a ella.

-La moví- Ana, vamos, necesitas levantarte, no nos dejes. Ana, responde, por favor Ana... -Unos brazos me levantaron, era Víctor-

Busque con la mirada a mi hermano, estaba en el suelo igual que Ana, no, lo había derribado también.

-Mírame Mila Valerius, quiero que me mires cuando te arranque el último aliento. –Me sujetaba demasiado fuerte que soltarme era imposible, o eso creía- Te eduqué para que fueras capaz de sostenerme la mirada, hazlo.

No podía dejar de pensar en si mis hermanos estaban vivos o no.

- ¡Que me mires te digo!, ellos no te ayudarán y lo sabes. –Me dijo Víctor-

-Sabes, quizás me educaste para que te tuviera respeto, sentí miedo cuando supe de lo que eras capaz, pero ya no más, quizás moriré, pero no será hoy ni será en tus manos.

Saqué del bolsillo de mi pantalón el cuchillo de plata que Ana me había dado por cualquier cosa, me quemó un poco pero no importó, sin pensarlo en un movimiento rápido se lo clavé en el estómago, inmediatamente caí, me mantuve de pie, una fuerza que no supe de donde venía me impulso a acercarme a Víctor.

-Ahora dime Víctor, donde está el antídoto.

-Jamás lo tendrás mocosa, si este es mi fin, que sea el tuyo también. –Me dijo-

-Nos pertenece, lo sabes. Dámelo. –me mantuve firme-

-Sabes, quizás te pertenezca, si tanto lo quieres, ve por él. –me dijo-

En un movimiento rápido, casi imperceptible lo sacó del bolsillo de su saco y lo lanzó al aire.

- ¡NO! –Grité-

- ¡Lo tengo! –Gritó mi hermano-

Estaba de pie, tenía el antídoto en sus manos. Ana estaba de pie también. Mis hermanos estaban bien.

-Es tu fin Víctor. –Le dije-

Íbamos a atacarlo, pero una flecha que pasó rozando sobre mí nos detuvo. La flecha había dado justo en el pecho, donde se supone estaba su corazón. Víctor se desplomó de inmediato. La flecha era de plata y había sido disparada por Cristóbal, lo había atacado, Cristóbal había vencido a su mayor demonio.

-Puede que me vaya físicamente Mila, pero una parte mía siempre vivirá dentro de ti, pudiste haber sido mi mayor orgullo, pero decidiste esa estúpida vida. Jamás me iré de tu mente, jamás.

Tras decir esto último su cuerpo se redujo a cenizas. Ana y Alexander se acercaron a mí. No supe cómo reaccionar a sus palabras. Comencé a sentirme mareada, el aire comenzó a faltar en mis pulmones, un dolor comenzó a crecer en mi pecho, me desplomé de inmediato.

-Mila, reacciona, despierta. –Dijo Alexander-

-Tenemos que curarla de inmediato, es crucial, sino la perderemos. –Dijo Cristóbal-

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Este fue el capítulo 14, ojalá lo disfruten, no olviden votar y comentar

PD. El capítulo 15 estará disponible el lunes y el epílogo quizás el mismo lunes. 



LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora