LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS (Completa)

CAPÍTULO VII

Hola a quienes me leen, este es el capítulo VII, casi a mitad de la historia, no es tan larga debido a que fue la primer historia que escribí, tenía 15 cuando la hice (todos dicen ay mi vida), así que no es tan extensa. Espero que les esté gustando, al final de esta capítulo les escribiré unas cuantas noticias. 

Entramos a la habitación, Ana y Cristóbal se habían quedado un rato más en el despacho, Alexander subió conmigo a mi habitación, entramos y nos sentamos en mi cama.

-Alex, ¿puedo preguntarte algo?

-Dime nena.

- ¿Cristóbal es algo de Ana?

-Alexander rio- Créeme también lo he pensado, pero es un tanto complicado. Cristóbal fue parte de una congregación religiosa, aún tiene unos cuantos prejuicios, pero nena, conociendo a Ana, no dudo que esos dos sean algo.

- ¿Parte de una congregación religiosa? Ósea que Ana y él si son pareja. –Exclamé-

-Hey yo nunca te dije que sí nena. –Alex comenzó a hacerme cosquillas-

-Comencé a reír- Basta Alex, ja ja ja, basta.

-Alex se detuvo- Te quiero pequeña, aunque es hora de dormir.

-Pero no tengo sueño. –Protesté-

- Es hora de dormir, yo si duermo en la noche. –Dijo Alexander-

- Alex, y ¿si Víctor decide venir por mí? –Pregunté-

-Entonces no lo dejaremos que te lleve. –me dijo-

- Tengo miedo de que lo intente. ¿Puedo dormir contigo esta noche? –pregunté-

- No veo porque no. Ven, vamos. –Tomó mi mano-

Entramos a su habitación, era un poco más grande y formal que la mía, Alexander entró a su baño a cambiarse y yo observé unas fotos que tenía en su mesita de noche. Salió y se sentó en su cama.

-Son fotos de nuestros padres con nosotros.

-Lo sé, me hubiera gustado conocerlos, de verdad me hubiera gustado. –dije con un tanto de melancolía-

- Hey, no te pongas triste, construiremos momentos juntos, los tres, y tendremos millones de fotos juntos. Ven vamos a dormir, ya es tarde. –Alex se recostó en su cama-

Iba a recostarme a su lado, pero en ese momento Ana entró en la habitación.

-Aquí estas Mila. –Dijo Ana- ¿Qué haces aquí?

-Se quedará conmigo esta noche, no quiere estar sola. –Dijo Alexander-

-Entonces que se quede conmigo. –Dijo Ana-

- Quiero estar con Alex. –Dije-

- Considero que es mejor que estés conmigo, Mila, ven vamos a mi habitación. –Dijo Ana-

-No quiero Ana, quiero estar con Alex. –Repliqué-

-No es pregunta Mila, vamos, ven conmigo. -Insistió Ana-

-Ana, si se quiere quedar conmigo déjala, no hay problema. –Dijo Alexander-

-Se irá conmigo Alex, ya se lo dije. –Expresó Ana-

-No, quiero estar con Alexander, no eres mi madre para decirme qué debo o no hacer Ana, con Alex siento que estoy protegida, contigo no es así. –Le dije-

- Alexander habló- Creo que esta ocasión Mila tiene razón Ana, no eres nuestra madre.

-Hagan lo que quieran. –Ana salió-

- Déjala, se le pasará, debe entender que por ser la mayor no le da el derecho de sentirse madre de nosotros. –Me dijo Alexander-

Realmente no tenía sueño, solo no quería estar sola. Cuando mi hermano se quedó dormido salí de su habitación y me dirigí a la biblioteca de la casa, tenía que encontrar algo que me ayudara a poder combatir a Víctor. Mis hermanos no podrían solos contra él, haber crecido toda la vida con él daba la ventaja de conocer algunas de sus debilidades.

Había perdido la noción del tiempo, encontré varios tomos sobre vampirismo, supuse que eran de mi padre, aunque ninguno decía nada relevante, la mayoría de esos libros se basaban en teorías antiguas, como que los vampiros no pueden ver crucifijos o que el ajo los ahuyenta. De pronto escuché que alguien abrió la puerta de la biblioteca, era Ana.

-Mila, que haces despierta, son casi las tres de la mañana.

-No tengo sueño, aún, quizás a las cinco o seis comience a sentirme débil y tenga que dormir.

- ¿Qué lees? –Dijo Ana acercándose hacia a mí-

-Nada relevante, todo esto está basado en teorías y suposiciones antiguas, la mayoría de esto es ficticio. –Me puse de pie- Con permiso Ana.

- Espera Mila, ¿puedo hablar contigo?

- Estamos hablando ¿no? –Le dije-

-Mila, por favor, no me evites. ¿Por qué no me tienes confianza como a Alexander?

- ¿Y todavía lo preguntas? –Le dije- Y no te evito, aquí ya no tengo nada que hacer, con permiso. –Quise pasar, pero Ana me detuvo-

-Mila, sé que cometí un error al principio, y me arrepiento de ello, sólo espero que confíes en mí como yo en ti.

- ¿De verdad confías en mí? –Cuestioné intrigada-

- Soy tu hermana, ¿te gustaría preguntarme algo más?

- ¿Sales con Cristóbal? –Pregunté-

- Si Mila, salgo con él. –Su respuesta me dejo sorprendida- Y tú, ¿sales con alguien?

- No realmente. –Respondí-

- ¿Puedo preguntarte algo más Mila?

-Adelante. –Le dije-

- ¿Por qué no realmente? Y esta puedes no responderla si no quieres, ¿Has tenido intimidad con alguien? –Su pregunta me desconcertó, parecía mi madre hablando de intimidad conmigo-

- Porque no tengo nada sólido con Máximo, es un joven del cuerpo de seguridad de la mansión de Víctor, por si preguntas. Y la segunda, creo que es relevante decir que sucedió hace no mucho, y gracias a ello concebí las últimas habilidades de vampiro. Era parte de un ritual si quieres llamarlo así, Víctor solo me presentó a ese chico puro, no sabía las consecuencias que traería el estar con ese chico, el punto es que, al terminar, las habilidades de desafiar a la gravedad aparecieron. Víctor asesinó al chico después y eso fue todo.

- Nena, has pasado por mucho y no pudimos hacer algo para ayudarte. Una última, como es que, ¿no estás esperando un bebé?

-Me reí ante su pregunta- Ana, ventaja número 505 de ser casi un vampiro, el molesto proceso de ovulación humana no nos ocurre. –Le guiñé un ojo-

Salí de la biblioteca, Ana no hizo más intentos de detenerme, algo había cambiado después de esa charla que tuve con ella, me hizo sentir un poco más de confianza hacia ella, después de todo, era mi hermana. Me dirigí a mi habitación y dormí hasta casi las tres de la tarde del otro día. El día transcurrió sin nada tan relevante, todos tratando de conseguir un plan para entrar a casa de Víctor y detenerlo allí mismo.

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NOTA 1. Aclaración, Víctor no fue testigo de cuando Mila y el chico con el que estuvo, hicieron cosas de adultos (ja ja)

NOTA 2. La siguiente parte será 10 cosas sobre mí. 

NOTA 3. En mi perfil, en unos minutos habrá otra historia más, es un fanfic de ILVOLO, espero que les guste. (TODOS DICEN YEAH)