Capítulo 3: Mirada vacía

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Steve había escuchado toda la discusión de Tony y Carolina, había visto como la chica se había ido sin importar nada y como Tony había maldecido dentro de la oficina. Pensó que lo mejor era dejarlo solo al menos un momento, pero tenía ansiedad de pensar en donde estaba Carolina, no conocía mucho a la chica, pero sabía que era necia, casi tanto como Tony. Tenía el presentimiento de que había descubierto algo, tenía la idea de que algo no estaba en orden pero prefirió ignorar eso, dejo que algunas horas pasaran pero sus alarmas sonaron más al momento en que puso un pie en la oficina de Tony y vio la expresión de pánico de Tony.

-Tony...

-Steve, de verdad no quiero escuchar tus protestas ahora, por hoy fue suficiente.

-Ella descubrió algo. –Era una clara afirmación

-No estoy seguro –Dijo levantando la mirada de su computador –Pero no encuentro un rastro de ella, no sé dónde está.

Steve fue junto a Tony y vio la pantalla, no entendía mucho pero sabía que estaba buscando la ubicación de la chica que llevaba un largo rato fuera del complejo, Tony seguía tecleando y pidiendo a Viernes ayuda, Tony buscaba con el paradero pero Steve tenía el presentimiento de saber dónde estaba.

-Tony, estoy seguro que descubrió algo.

Tony no respondió nada pero él también estaba casi seguro de que Carolina encontró algo, pero no tenía idea de que pudo ser.

-De verdad sé que es una entrometida y que te cae mal, pero tienes que tenerle algo de paciencia.

-Solo quiero que siga las órdenes y no se meta en donde no puede.

-Lo sé

-Quiero disculparme por mi actitud, es solo que me pone algo... molesto que dejes pasar todo por alto con ella, no comprendo que tiene de especial.

-Sí, sé que algunas veces dejo que haga lo que sea pero es algo que no puedo evitar –Suspiro un poco mientras ocultaba su rostro en sus manos –Estoy seguro que algunos piensan que me gusta

-Sí, yo lo pienso.

Tony soltó una carcajada y miro a Steve quien no encontraba donde estaba la broma, de verdad pensaba que Tony estaba algo encaprichado con la joven chica, y no podía no creerlo cuando tenía los mejores tratos.

-No es eso Capi, ella tiene más de mí de lo que crees.

-No entiendo.

-Algún día tal vez entiendas –Tony se quedó mirando un rato la pantalla y vio algo que no había notado – Steve ¿Cuándo fuiste al laboratorio?

-La última vez fui contigo.

-Creo que la encontré y es mejor que busques tu escudo.

*

Al llegar a la dirección pudo ver que el lugar por fuera se veía algo descuidado, parecía ser una granja antigua y abandonada. Estaba un poco oscuro por lo que tomo la linterna de su celular y comenzó a buscar una entrada. Cuando al fin la encontró una puerta entro al lugar. Por dentro parecía seguir pareciendo una granja solitaria. Comenzó a caminar y recorrer el lugar, comenzaba a fastidiarse al no encontrar nada, ya había revisado todas las paredes del lugar y no había ninguna puerta que la llevara a otro lugar y ya estaba a punto de irse cuando vio una de las esquinas, había una pequeña luz y se acercó encontrando un lector de huella increíblemente pequeño y sonrió, al fin había encontrado algo que valiera la pena.

Con un dispositivo que había encontrado días antes en el taller de Tony lo coloco sobre el lector para poder modificar la huella, tenía que tener cuidado para fallar, demoro unos minutos cuando al fin tuvo acceso. Una pequeña puerta en el suelo se abrió mostrando unas escaleras. No dudo en bajar por ellas mientras veía como se volvía a cerrar la puerta.

Camino hasta abajo y se encontró con un laboratorio bastante grande, pero parecía que nada estaba funcionando, trato de ingresar a una de las computadoras pero parecían estar dañadas. La iluminación del lugar seguía siendo muy baja por lo que seguía ayudándose con su celular.

Escucho un ruido que la asusto pero no veía nada. Camino hasta el fondo y se encontró con una habitación con paredes de vidrio, afuera había unos cuantos monitores los cuales ignoro para ingresar a la habitación. Tenía una cerradura extraña pero abrió fácil. Al estar dentro de la habitación, la cual estaba oscura comenzó a notar que no estaba tan sola como creía. Pudo escuchar una respiración pesada al fondo y la luz de su teléfono fue dirigida a ese lugar. Un grito se ahogó en su garganta.

Un hombre se encontraba parado en la esquila de la habitación, los ojos eran fríos y parecía estar vacío. Tenía una camisa ligera pero lo que más había llamado la atención fue su brazo metálico. Carolina dio un paso atrás y quiso salir del lugar, su mente gritaba "¡Corre!" las alertas de peligro estaban resonando en todo el lugar, pero por alguna razón quería mantener esperanza de que el hombre que se encontraba a unos metros no la iba a dañar... o al menos eso quería creer, su mente rogaba porque ese hombre no la dañara.

Se dio la vuelta para salir por la puerta pero pudo notar porque la cerradura era tan extraña, solo abría de la parte de afuera. Su respiración se estaba cortando y el pánico comenzó a invadirla, su mirada fue a la misma esquina donde había estado el hombre antes y ya no se encontraba, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, no le gustaba llorar pero era inevitable cuando tu cuerpo está lleno de miedo.

Pasó la mirada por toda la habitación y quiso creer que todo había sido producto de su imaginación, que todo había sido un juego de su mente y que estaba sola, pero esa creencia se eliminó de su cabeza al escuchar un sonido metálico cerca de ella. Corrió al frente al sentir un cuerpo aproximarse, volvió a mirar al hombre y trato de hablar pero las palabras no salían de su boca, las palabras se quedaron en su garganta al momento de sentir como una mano metálica helada presionaba su garganta. Su celular cayó al suelo y la luz que salía de él era suficiente para lograr ver completamente el rostro de su agresor, sentía que esos ojos vacíos era lo último que vería en su vida.

Archivo Encriptado || Bucky Barnes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora