Ese tipo sin duda daba miedo, mucho miedo, si su cara fuera fea seguramente ya me hubiera puesto a llorar.
- ¿Cómo supiste de este lugar?- su voz sonaba vacía.
- Mis padres me dejaron una carta diciendo que en este lugar nos recibirían y nos ayudarían para que no nos mataran o secuestraran- contesté usando su aburrido tono.
- Tu pareces normal- dijo señalando mis ojos. - ¿Por que estas aquí?
- La verdad señor... espero serlo, pero me aseguraron que era como ellos.
- Tenemos que hacerte una prueba, si no la apruebas te largas. Este lugar está hecho sólo para jóvenes con habilidades y tu no pareces tener ninguna.
- ¿Una prueba?- dije asustado. - ¿Me van a poner a pelear con alguno de ellos o... o algo parecido? Porque si es así ni se moleste, yo me llevo mis cosas y no pasa nada.
- Una prueba de sangre.
- Ah, entonces está bien.
La verdad no sabía que esperar, quería que diera negativo para irme y volver a casa, pero a la vez esperaba quedarme en este lugar y desarrollar algún día mis habilidades junto a Jill. Pero en este momento sólo me queda esperar los resultados sentado en un sillón sólo y aburrido ya que me advirtieron que no podía salir de la casa ni tocar nada.
- Ya están los resultados, puedes venir- dijo la que parecía ser la esposa del otro tipo.
La seguí hasta el segundo piso y atravesamos un largo pasillo donde todas las puertas estaban cerradas, finalmente pude ver una donde habían varias camillas y en una de esas estaba Jill, aún inconsciente. Sin dudarlo entré y miré de cerca a Jill, tenía una intravenosa y por ella pasaba un suero gris.
- ¿Ella está bien?- pregunté preocupado.
- No, estaba muy débil y sufría una severa deshidratación, estaba muriendo, pero ya la logramos estabilizar.
Suspiré aliviado y la seguí a la otra habitación sin problemas. Una vez allí abrió un sobre y lo miró sorprendida.
- Los resultados fueron positivos, tienes el gen portador de las habilidades.
- ¿Qué?- preguntó su esposo asombrado.
- ¿En serio?- pregunté yo igual de sorprendido. - ¿Pero cómo? No tengo los ojos turquesa y tengo 17 y no he desarrollado nada, y dicen que pasa a los 16, creo que un año y medio de atraso es bastante sospechoso.- Al parecer tu eres la excepción, bienvenido.
La mujer se veía notablemente alegre y me costaba bastante hallar el motivo de su felicidad, en este momento me siento lo suficientemente confundido y cansado como para pensar demasiado.
- Mi nombre es Charlie- dijo el hombre.
- ¿Y tú esposa?
Ambos se miraron con complicidad y se sonrieron.
- Aún no somos esposos, esperamos serlo algún día... y mi nombre es Jennifer, pero llámame Jenn.
- Gracias por recibirnos, Jill estará feliz de conocerlos.
- Eso no lo creo- dijo una voz detrás mío.
Al girar había otra chica vestida de negro y con ojos turquesa que me observaban fijamente, podría decir que miraba dentro de mi por lo intensa que era su mirada. Se encontraba apoyada en el marco de la puerta y miró por un momento a Jennifer y a Charlie con diversión.
- ¿Puedo conocer al nuevo?- preguntó.
- Drew, mi nombre es Drew, no "el nuevo"
- Hola Drew, yo soy Annie y puedo leer mentes.

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EURUS
De TodoCuando eres joven tienes la costumbre de creer que siempre tienes la opción de hacer algo con tu vida, puedes elegir que hacer, como pensar, con quien estar, como vestir, que decir, y ese tipo de cosas que hace parte de la libre expresión. Se puede...