Desperté de mi hibernación dos días después y me estaba muriendo de hambre. Me di un buen baño, me arreglé, quedé bien atractivo y estaba listo para enfrentar la vida y el regaño que Charlie y Jenn nos darían.
Salí del apartamento y entré al de Diego buscando comida, si no me comía algo en los próximos veinte minutos moriría de hambre. La puerta estaba abierta así que perfectamente entré y me dirigí a la cocina con la mano en el estómago. Abrí la nevera y saqué una jarra de jugo de... naranja, unas galletas dulces, una manzana, dos peras y calenté una pizza que había.
- Pareces una completa rata- me dijo Diego desde la sala.
- No tengo comida en mi nevera- expliqué con la boca llena de pera.
- Ya veo, traeme pizza al menos- serví la pizza y escuché a alguien tocar. - Yo voy.
- Buenos días, ¿Drew está aquí?- escuché decir a Jill.- Sí, se está robando mi comida... pasa.
Jill entró y me saludó con la mano.
- Jillian.
- Andrew.
- ¿Tienes hambre?- le pregunté ofreciéndole la pizza de Diego.
- Dios, sí.
Y así fue como terminamos comiendo los tres en la sala sin decir una sola palabra, sólo comiendo hasta sentir que íbamos a explotar.
Cuando la calma reinaba y sentía que estaba apunto de dormirme de nuevo la puerta se abrió de golpe y chocó contra la pared. Me levanté de golpe y observé a Becca que todavía estaba en pijama y tenía el cabello hecho un desastre.
- Ahí vienen, llegó mi hora... bueno, nuestra hora, digan sus últimas palabras amigos porque Charlie y Jenn nos van a matar bien muertos- Becca se escondió detrás de Diego y los cuatro miramos la puerta con algo de temor.
Charlie y Jenn entraron junto a Matt, Ronnie, Jack, Levi, William y Jackie.
- ¿A ustedes qué les pasa por la cabeza?- nos gritó Jenn asustando a más de uno. - ¿Acaso tienen idea en lo que se acaban de meter, mejor dicho, en lo que nos acaban de meter?
- Todavía no logró entender cómo es que lograron salir de ahí sin que se los llevaran- nos dijo Charlie.
- No, sí, es que nos fuimos antes de que las perras llegaran. Llegamos hace dos días- habló Becca.
- ¿Dos días?- volvió a girar Jenn. - ¿Están aquí desde hace dos días?
- Sí, pero no grites...
- ¿Qué no grite?- gritó haciendo aspavientos con los brazos. - Estuve casi una semana esperándolos, esperando que estuvieran bien y resulta que los niños están aquí hace ya dos días.
- Sí pero es que...- quiso decir Jack pero Jenn levantó la mano y lo obligó a hacer silencio.
- Fue peligroso lo que hicieron... ¿son conscientes de eso, verdad?- intervino Charlie y todos asentimos con la cabeza.
- ¡No vuelvan a hacer eso!- nos ordenó Jenn. - No solos... Lo que hicieron fue excelente y estamos orgullosos por eso, pero por favor, nunca nos vuelvan a dejar así. Charlie o yo pudimos haber ido con ustedes, quizá no nos dijeron nada porque pensaron que íbamos a decir que no, pero todos sabemos que esa respuesta no los hubiera detenido... Y menos a Becca.
Jenn nos miró con una sonrisa orgullosa y abrió sus brazos.
- Ahora quiero que me den un abrazo.
Todos nos unimos al abrazo excepto Charlie.
- Tu también, Charlie- le dijo Jenn y Charlie nos abrazo.
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EURUS
РізнеCuando eres joven tienes la costumbre de creer que siempre tienes la opción de hacer algo con tu vida, puedes elegir que hacer, como pensar, con quien estar, como vestir, que decir, y ese tipo de cosas que hace parte de la libre expresión. Se puede...