Capítulo 8.

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A la mañana siguiente desperté en mi nueva habitación, (que por cierto, era increíble) por culpa de unos molestos ruidos en la puerta.

Me levanté de mala gana aún con la ropa de ayer puesta y abrí la puerta con los ojos medio cerrados.

- ¿Qué?- le gruñí a Jill que ya estaba vestida de negro.

- Amaneciste de malas.

- ¿Qué quieres?- dije en medio de un bostezo.

- Tenemos que estar todos abajo en 20 minutos, lo dijeron por los altavoces- Jill me hizo a un lado y se metió en el apartamento.

- No escuché nada- cerré la puerta y caminé a la cocina.

- Me gusta el apartamento, es todo retro, parece de puberto de los noventa.

- Me vuelves a faltar el respeto así y te echo Jillian Wagner.

Abrí la nevera, que seguía apagada y estaba vacía. Todo estaba vacío, que estafa. ¡Y yo acá muriéndome de hambre!

- Ve a arreglarte, hay que ir abajo.

Gruñí de mala gana y con la pereza que tenía me fui a bañar. A mitad de mi apurado baño una canción de Cindy Lauper comenzó a sonar afuera, supuse que era Jill luego de escucharla cantar.

Cuando me cambié sentí que iba a un funeral, no me gusta la idea de tener que usar este color de ahora en adelante.

Salí de la habitación y me encontré con una reunión en mi sofá; estaba Jill, Diego, Jack, Levi, Becca y sobre ella un cachorro de lobo blanco. Lo miré por varios segundos pensando en si era un sueño y cuando escuché chillidos miré abajo y habían tres cachorros más.

- Hay lobos en mi casa...

- ¿No son tiernos?- dijo Becca abrazando al lobo blanco.

Me agaché y los tres lobos se abalanzaron sobre mi a lamerme y mordisquear.

- ¿Me los puedo quedar?- pedí cargando a los tres.

- Sólo dos, el otro es de Jill.

- Cassie- llamó Jill y uno de los lobitos se empezó a retorcer para salir. Lo solté y corrió hacia donde Jill que lo cargó.

- Bueno, creo que me quedaré con ustedes dos- les hablé mirándolos.

- ¿De dónde salieron?- los puse en el suelo y dejé que corrieran por todos lados.

- Yo estaba cuidando una pareja de lobos grises desde hace unos meses y de un día para otro Ally me dijo que estaba embarazada- explicó Becca rápidamente.

- ¿Quién es Ally?

- La madre de ellos, una loba que rescaté hace un año. Luego le quise conseguir una manada y pues es difícil en una isla donde no hay lobos, así que fui a México y rescaté tres lobos más de unos contrabandistas.

- ¿Te puedes comunicar con los animales?- preguntó Jill sorprendida.

- Así es, con todos los seres vivos, habló todas las lenguas, nuevas y antiguas; por eso he podido viajar tanto. Con los animales es diferente, ellos no se comunican como nosotros, ellos actúan por instinto por lo cual sólo puedo hablarles de cosas sencillas... No le puedo decir a un delfín que me enseñe a nadar porque sino...

- Becca.

- Lo siento, sólo espero que los cuiden bien y que les den todo su amor, ellos no merecen menos que eso.

- Gracias Becca- le dije con una sonrisa que ella me devolvió enseguida.

- No es nada.

- Creo que tenemos que irnos, Charlie debe estar por llegar- Levi se levantó y todos salimos después de el, incluidos nuestros nuevos amigos peludos.

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