Capítulo 6

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—Ergh...— estaba recostada en mi cama, con las manos en el aire, contando por décima vez mis dedos, era lo único que podía hacer en esta habitación, ha estado últimamente muy silencioso todo allí afuera, ¿ese chico no estará en casa? ¿Me pregunto cuántos años tendrá? Parece un poco mayor que yo, pero tratándose de los gatos, ¿tendrá la misma edad que un humano o sería mucho más mayor? Aún recuerdo cuando trataban de descifrar cuantos años tenía un perro y un humano cuando iba a la veterinaria con Milky. La TV estaba encendida pero no estaba prestándole mucha atención.

"Helados Meow acaba de lanzar un nuevo sabor..."

Aunque yo entiendo su idioma, ya que puedo entablar una conversación con ellos, no puedo entender su idioma, los libros que he visto, se me hacen imposibles de entender.

"Delicioso y con muy buenas críticas..."

— ¡Espera! — me levante de golpe tras llegar a una idea. Puedo entender sus órdenes, pero no la escritura, eso... ¿eso no me convierte en lo mismo que una mascota? En mi mente pasaron imágenes de un perrito dando la patita y haciéndose el muertito, coloque mis manos en la cabeza ya que sentí un fuerte dolor. Acaba de ser esto una gran revelación para mí. — ¡No puedo! — exclame, me levante de golpe y me decidí a ir a la biblioteca por un diccionario, sé que ese sujeto por más que le pida que me enseñe su idioma, se negara rotundamente o simplemente se reiría en mi cara. Tenía que hacerlo por mi cuenta, ¡No puedo vivir así! Con sigilo salió de mi habitación y empecé a revisar la casa, subí con cuidado la segunda planta, hasta el momento no me he topado con nadie, eso quiere decir que está todo bien, ese gato fastidioso no está, ¿Dónde estará el estudio o la biblioteca? Llegue a una habitación que estaba cerrada, era una de las ultimas del pasillo, dude un par de segundos, pero no quería irme de vuelta a mi habitación con las manos vacías, me arme de valor y tome la perilla de la puerta, la abrí con cuidado y pude sentir una ventisca, cerré los ojos, hacia un fuerte aire, escuche el ruido de hojas cayendo al suelo, abrí los ojos y pude ver a un chico, que estaba con una pijama a rayas de color gris y blanco, con una chompa de color verde pastel sobre sus hombros. Traía hojas en sus manos, la gran mayoría se habían caído al suelo ya que él tenía las puertas que separaban la habitación del balcón abiertas, al darse la vuelta me percate de lo extraño que eran sus orejas, no las tenía sobre la cabeza como los demás, estaban algo caídas, estaba algo pálido, ¿acaso esta persona... digo, este gato, está enfermo? — ¡L-Lo... lo siento! Me he perdido... — me disculpe, aun así él seguía siendo un gato, no sabía cómo podría reaccionar, si era como los otros gatos con los cuales me he estado cruzando en este lugar. —Déjame ayudarte con los papeles. — Aun así trate de ser cortes, camine con cuidado al interior de su habitación, me agache y recogí sus papeles, una vez que me levante, acomode mi falda y m acerque a él, extendí mis manos y le entregue las hojas. —Toma...— no podía despegar mi mirada de lo extraño que estaban sus orejas.

—Hm...— no sabía que decir o simplemente no quería hablar con un humano.

—Voy... voy a seguir con mis cosas. — trate de retirarme lo más pronto de la habitación, no quería incomodarlo, además tenía que encontrar el estudio de ese gato o una biblioteca, lo primero que aparezca. Me di la vuelta y me estaba acercando hacia la puerta.

—Oh, espera...— murmuro él. — ¿Eres la mascota de mi hermano? — pregunto, me congele en el momento.

— ¡No soy una mascota! — exclame algo furiosa mientras me daba la vuelta y lo apuñalaba con la mirada, nada más podía hacer eso, si cometo algo malo podría ser llevada al refugio de humanos nuevamente o aun peor, podrían acabar conmigo.

—Lo siento...— retrocedió unos pasos de mí. Lo había escuchado atentamente aunque fue un fino susurro, me quede en silencio, del enfado pase a un estado neutral en cuestión de segundos y volví a recordar lo que él había dicho. Es la primera vez en este mundo que he oído decir a alguien "Lo siento". Tras lo ocurrido, los dos tomamos asiento en su sofá y empezamos a charlar, era la primera vez que alguien me invitaba a tomar asiento en este lugar, alguien que era amable conmigo, desde que llegue. Le explique lo que estaba haciendo y como termine en su habitación por error, aunque fue más que un error, curiosidad. — ¿Así que estás buscando el estudio ya que quieres aprender a leer? — pregunto él.

— ¡Sip! — exclame, pero estaba mi mirada apuntando directamente a sus orejas, creo que eso lo puso incómodo.

—Uhm...— se había percatado. — ¿Se ven extrañas mis orejas...?— pregunto mientras tomaba una de estas y las trataba de ocultar con su cabello ligeramente largo.

— ¡Ahhh! No me refería a eso...— le respondí mientras negaba con las manos. Vamos Haneul ¡piensa algo rápido! —Solo me siento más comoda, ¡por que mira! — tome mis orejas y las estire un poco hacia adelante. —Mis orejas están aquí abajo también...— le dije sonriendo tratando de que no se sintiera incómodo. ¿En serio Haneul? ¿Es lo mejor que podías decir? ¡Mierda! ¿De qué demonios estoy hablando? Le simplemente agacho la cabeza y se quedó mirando la nada por varios segundos. —Uhm, eh...— ¡Era claro que se iba a enfadar! Acabo de compararlo con una mascota. El otro gato odioso se iba a enterar y probablemente iba a ser mi fin.

—Si quieres aprender a leer yo te puedo enseñar. — dijo él, gire mi rostro y pude ver como traía una tierna y tímida sonrisa en los labios.

— ¿D-de verdad? — estaba muy emocionada por oír eso.

—Uhm...— asintió con la cabeza.

— ¡Gracias! — ¡por fin podría aprender a leer su idioma! — Mi nombre es Haneul...— estire mi mano en señal de saludo. Él se me quedo mirando confundida por unos segundos, pero en eso él levanto su mano y la coloco sobre la mía, no fue un saludo normal, sentía como si un gato estuviera colocando su pata sobre mi mano, fue algo extraño pero tierno.

—Mi nombre es JiMin...— podía ver como su colita estaba meneándose, ¿estaba feliz creo?

you're my pet and so what? |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora