Capítulo 29

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—Ella se despertó, busca al jefe...— escuche la voz de un hombre cerca de mí, al abrir los ojos de golpe pude ver a varios de ellos, no solo a uno, todos con capaz oscuras las cuales les cubrían casi todo el cuerpo y en su rostro, lo cubrían con máscaras. —Mascota perezosa que se acostumbra a la vida del norte, ¿ya has dormido lo suficiente? — me levante de golpe del suelo, ¿Dónde estoy? Mire a todos lados y parecía un edifico abandonado.

— ¿Una chica? — pregunto uno de ellos.

—Si... — le respondió su compañero.

—Tienes al equivocado. — le respondió él. —Era un chico... — al verlo, aquellos ojos los cuales eran lo más distintivo de él, aun con aquella mascara que cubría su rostro.

—Pero jefe este humano salió del palacio de la familia Kim, también lleva puesto un collar. — ¿jefe? Así que este lugar... ¿es parte de la organización de humanos?

— ¿Ah sí? — ese sujeto se acercó hacia mí y tomo el cuello de mi polera para verme de cerca. Pero al ver aquellos ojos, ese sentimiento...

— ¿El del refugio? — le pregunte en voz baja. También tenía un aroma familiar. Es como si fuera con la quien baile... — ¿Ma...?— enseguida este cubrió mi boda.

—Todo el mundo afuera. — les ordeno él a los demás.

— ¡Sí! — respondieron los otros y lo obedecieron. Cuando ya todos se fueron por completo y se sentía un inusual silencio en la habitación, ese sujeto me soltó por completo y se alejó unos cuantos metros de mí.

—No esperaba que la niñita del refugio se convirtiera en una mascota de la familia Kim... — este tomo la máscara y se la quitó.

—Yo no esperaba que Madam Maggie seria la jefa de la organización humana. — murmure, ella se dio la vuelta y me apuñalo con aquella mirada. En eso vi como ella saco una navaja.

— ¿Sabes qué clase de persona nunca revela secretos? — me pregunto mientras se acercaba hacia mí, coloco una de sus manos al lado de mi cabeza, acorralándome de cierta forma. Coloco cerca de mi cuello aquella navaja, sin pestañar. —Un muerto... — añadió. Pero al ver como ella se detuvo y no hizo nada después, sentí curiosidad...

— ¿No vas a matarme? — le pregunte, inmediatamente ella me soltó y se alejó nuevamente.

—Si te atreves a huir o a contarle a alguien mi secreto... — se dio la vuelta, dándome la espalda. —O cualquier información útil que puedas decir, te matare. — se giró para verme fijamente a los ojos mientras volvía a colocarse su máscara, salió de aquella habitación, dejando la puerta entre abierta, sentí como mis piernas ya no pudieron mantener en pie todo mi peso y caí al suelo, temblando ante aquella amenaza. Trataba de darme ánimos, ¡no tengas miedo! ¡No llores! Aunque me repitiera eso una y otra vez mis brazos seguían temblando y mis ojos estaban por derramar sus primeras lágrimas. ¡Piensa! ¿Qué puedes hacer para salir de esta?

***

Correr significa la muerte, pero aun así la única salida. Al salir de aquel edificio, creyendo que no era perseguida por nadie, ya que trate de ser lo más cautelosa de no cruzarme con ninguno de esos sujetos, empecé a correr con todas mis fuerzas tratando de salir de lo profundo de aquel bosque en el cual estaba ese lugar, tenía que hacerlo con todo de mí, para no ser atrapada. Pero en eso escuche a un niño llorando, mire hacia un lado y pude ver a un par de perros fastidiando a un niño.

— ¡Ja, ja, ja! Está llorando otra vez... — estos no dejaban de fastidiarlo. Mientras que el les suplicaba que lo dejen ir, eran unos completos matones, no lo dude dos veces, me lance hacia ellos y los patee en sus traseros.

— ¡Dejen de molestar al niño! — les reclame. Uno de ellos cayó al piso, fui donde estaba aquel niño y lo abrace, intentando protegerlo.

— ¡¿De dónde salió?! — se preguntaba uno de ellos.

— ¡Perra...! — el que cayo no podía evitar mirarme con desprecio mientras se levantaba, pude ver como apretaba sus puños, estaba segura de que intentaría atacarme. No había tiempo para esto, estaba intentando escapar de aquí, ¡¿Qué estoy haciendo?! Pero al ver el rostro de aquel niño, aquellas lágrimas que no merecían la pena salir por culpa de esos perros, me hacía sentir que debía de hacer algo.

—No tengas miedo... — intente animarlo para que al menos dejara de llorar. —Vamos a estar bien... — eso era lo que esperaba.

—Oh, tu eres la que me dio el globo... — parece que él me recordó, cuando escuche la palabra globo, me di cuenta también de quien era.

—Eres tu... — me alegre de poder volver a verle. — ¡Los voy a matar! — grito uno de esos perros mientras venia corriendo hacia nosotros.

— ¡Ahh! — nuestras piernas nos fallaron y solo caímos al piso mientras los dos nos abrazábamos ante lo que probablemente sería un trágico final para ambos. Pero repentinamente, el perro se arrodillo al piso arrepentido.

— ¡Lo sentimos mucho! — grito mientras hacía unas cuantas reverencias ante nosotros. — ¡No sabíamos quien eras! — exclamo. — ¡Nos iremos! — inmediatamente se levantó e intento llevarse a su amigo quien al igual que nosotros estaba más que confundido. — ¡No preguntes! — empezaron a murmurar mientras se alejaban. — ¡Ella pertenece al jefe!

— ¿Qué?

— Vi el brazalete de los Seekers, ¡vámonos ahora! — ahora entendí por qué JiMin insistió en que llevara ese brazalete conmigo, esto si que ha sido pura suerte...

— ¡Me tengo que ir! — inmediatamente me levante e intente seguir corriendo. — Adiós niño, ¡vete a casa!

— ¡Ah, maestro! — escuche como este se dirigía a alguien más, cuando me di la vuelta pude ver a Maggie allí.

— ¿Estuviste llorando otra vez? — le pregunto ella al pequeño.

— ¡Maestro, dos perros me volvieron a molestar! —parecía tan feliz al verle a ella. — ¡Hoseok no lloro esta vez! Esta chica me ayudo...

—Ma-ma-ma... — empecé a tartamudear de solo verla, ¿desde cuándo me ha estado siguiendo?

— ¡Ja, ja, ja! El maestro es un chico... — confeso el pequeño. —Así que no puede ser tu mamá...

—Hoseok es tan inteligente... — murmuro su maestro.

— ¡Maestro, esta es la señorita que me regalo el globo!

— ¿Es así? — en ese momento recién lo asimile todo. —Que inesperado... — voltee a verlo y vi como estaba acariciando la cabeza de ese niño. En la fiesta, recuerdo como todos los invitados la alababan, incluso hasta yo, al ver aquella belleza, elegancia y clase que tenía, esa mirada llena de oscuridad que parecía apuñalarte cuando menos lo esperaras, al final... era un chico... ¡Un chico! ¡¿Madam Maggie es un chico?!

you're my pet and so what? |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora