«Hambrientos entre las sombras los temores nocturnos parecieran destinos a consumir la razón, a volvernos sus presas y ahogarnos en la desesperación.»
La noche me absorvió sin darme cuenta. Todo mi día había transcurrido encerrada en las cuatros paredes de mi habitación tratando aceptar que había vívido en carne propia los últimos instantes de Madeleine Ross junto a la terrible experiencia de haber saboreado su sangre.
Aún su muerte me sacudía el cuerpo y la cordura.
Esa mañana el hecho de estar en la piel de Madeleine y descubrir que ella era la dichosa fantasma pelirroja que rondaba "Bonne Nuit" me llevó a analizar con detenimiento todo lo sucedido con mi llegada a Hometwon. En especial el misterio que giraba en torno a los integrantes de la familia Ross. Aquellos que albergaban en su seno un trasfondo oscuro que debía ser develado sea como sea.
Luego de tanto pensar comprendí un montón de cosas entre ellas la insistencia de Madeleine y Steven por guiarme dentro de la habitación 013.
Al recordar aquel instante y revivirlo con mi propia visión de vez en cuando hacía que sintiera las punzadas filosas de aquel cuchillo penetrar la piel una y otra vez, el cómo la sangre emanaba sin control de mi ser y el dolor se apoderaba de cada célula de mi ser.
Me estremecí.
Aunque debía admitir que eso no era lo que más perturbaba mi mente sino la creencia fiel de que Madeleine pudo haber sido victima de algún ritual macabro. Pensé en aquel pentagrama dibujado en el piso y las velas que lo rodeaban, además de lo dicho por Steven sobre la desaparición de Madeleine sin duda aquella mujer pasó por momentos muy tétricos y perturbadores antes de morir, hechos que gracias al cielo no fui obligada a sentir.
A duras penas me costaba creer que había sobrevivido a aquella "bestia" que me persiguió. Yo, la chica menos atlética de la facultad. Rayos el miedo si que motiva. Me pregunto si fue esa cosa lo que la mató...
No.
Quien haya sido ya estaba en "Bonne Nuit" a la espera.
Quizás Capelli, él dejó sola a Madeleine en el bosque y tal vez todo lo del bosque fue un montaje y él junto a un complice jugaron al gato y el ratón con el objeto de arrinconarla y finalmente fue el dueño de la posada quién cegó la vida de la mujer.
Miré el reloj en la pantalla de mi lapto y luego los mensajes en el tablero del chat de mi correo.
Suspiré.
Richard me había escrito casi toda la tarde. Insistía en que debía dejar todo así e irme del pueblo, que jugar a la detective me traería problemas y cientos de quejas que decidí ignorar. Tal vez era estúpido de mi parte pero había algo detrás de todo aquello que se relacionaba conmigo, no sabía el cómo ni el porqué y eso era lo que me empujaba a seguir adelante. Aunque eran conjeturas que se armaban en mi cabeza mientras me perdía en la pequeña investigación que inicié. Volví mi atención una vez más hacía el monitor de mi lapto:
"Ritos Antiguos"
Invocaciones
Demonios
Fantasmas
Asesinatos paranormales.
Ahogué un suspiro de resignación ante todas las ventanas abiertas y los documentos que leí una y otra vez. Eran tantas teorías dando vueltas en mi cabeza, y peor fue cuando indagué sobre un par de archivos sobre la familia Ross cortesía de Richard y sus contactos.
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Mentes Oscuras
Paranormal"La mente es un lugar incierto, lleno de lamentos y gritos muertos" Amelia Faciani es una joven escéptica con respecto a todo lo sobrenatural. Aunque ha iniciado su carrera de periodista de una forma bastante peculiar. ¿Acaso una sucesión de eventos...