II

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Al día siguiente sono la alarma pero Simona ni siquiera se movió. La mamma dejó pasar sólo dos minutos y al no escuchar nada, se levanto y fue a la habitación de Simona y Chipi.

Rosa: - Simona - Vamos arriba, levantate, tenés que ir a los Guerrico.

Simona: - Ya voy mamma, ya voy - Bufe aún con pereza y medio dormida.

Rosa: - Mientras te levantas preparo el desayuno.

Simona: - No mamma deja lo hago yo.

Rosa: - No, vos levantate que de eso me encargo yo.

Simona: - Esta bien - dije levantándome de la cama.

Fui al baño, estuve un rato y la mamma me llamo a desayunar.

Simona: - Voy - dije

Desayunamos, charlamos un rato y me fui. Me fui en mi bici a los Guerrico.

Al llegar a los Guerrico, toque el timbre y al instante me abrió Javiera, que es una buena mujer, un poco extraña pero buena, es amiga de la mamma y fue casa varias veces, así que ya la conocía.

Javiera: - Simona, Bienvenida, cuando Rosa aviso que serias su reemplazo me agradó la idea, así que bienvenida.

Simona: - Ay muchas gracias Javi... Javiera, digo Javiera.

Javiera: - Javiera si Javiera - Veni pasa que te muestro la casa mientras te explico todo.

Simona: - Bue...no... Ya tan rápido - dije

Javiera: - Si, pasa que hay mucho trabajo - me dijo

Simona: - Esta bien Javiera, yo sólo decía... Y... el patrón... Y sus sobrinos... - pregunte - en realidad quería saber de Dante pero quería negarlo.

Javiera: - El patrón viene en un rato, Romeo y Junior ya están bajando a desayunar y Dante...

Me estaba por decir algo de Dante pero justo alguien se lo impidió... Era el patrón Diego.

Diego: - Hola... Buenas... Eh Simona Bienvenida... Hola Javiera.

Javiera: - Hola señor, ¿se queda a desayunar?

Diego: - Te dije que no me digas señor, ni patrón, soy Diego, DI-E-GO, repetí.

Javiera: - Esta bien DI-E-GO.

Diego: - Muy bien, así me gusta y si me quedo.
¿Los chicos?

Javiera: - Ya bajaron a desayunar. Vamos pase, que con Simona le servimos el desayuno.

Diego: - Vamos.

Ya en la mesa mientras Javiera y yo serviamos el desayuno, el patrón Diego me presento a Romeo y Junior. Digo presento porque hace mucho años no lo veía y no los recordaba muy bien.

Diego: - Ella es Simona, la hija de Rosa y va a reemplazarla por un tiempo.

Romeo: - Hola soy Romeo, el mayor.

Simona: - Hola - respondí mientras nos mirábamos a los ojos.

Romeo siempre me gustó, desde chiquita creo que yo a él también pero nunca lo pude confirmar.

Junior: - Hola soy Junior, el más lindo de los Guerrico - dijo estirando su mano.

Simona: - Hola - dije y estire mi mano para responder su saludo.

Mientras desayunaban el patrón Diego le pregunto a Javiera por Dante y yo aproveché a escuchar.

Diego: - ¿Dante?

Javiera: - Aún duerme - le dijo

Diego: - Que Simona le suba el desayuno en 10 minutos - dijo

Javiera: - Si como no. Escuchaste Simona.

Simona: - Si, si - dije

Yendo a la cocina pensaba porque el patrón Diego consentia tanto a Dante, porque sus hermanos bajaban a desayunar y él no, acaso ¿Es su preferido y tiene coronita? - pensé - al instante me dije Qué tengo que estar pensando en ese pibe que seguro es un pendejo consentido y maleducado.
En eso llegó Javiera y me saco de mis pensamientos.

Simona - Me dijo

Simona: - Si diga.

Javiera: - Necesito que vayas a la habitación del fondo, la última, aquí abajo y lleves el desayuno, es para Dante.

Simona: - Ufff - dije - ¿Por qué yo? ¿No podes ir vos?

Javiera: - Simona anda.

Simona: - Bueno, está bien - dije sin opciones.

Javiera: - Ah Simona, no te asustes con lo que te vas a encontrar. Y si no quiere que entres, hazlo igual, tiene que alimentarse.

Simona: - Con lo que... me voy.... a... - dije sin saber de que hablaba saliendo de la cocina.

Llegué al cuarto, toque la puerta esperando respuesta y nada, volví a tocar y pude escuchar una voz desde el interior de la habitación.

" No quiero nada Javiera" es lo que pude oír. Ingresé igual porque Javiera me dijo que aunque él no quiera pase igual.
Al abrir la puerta, lo vi, está ahí, con una mirada ¿perdida? Como triste y apagada, parecía que no me reconocía.

Simona: - Permiso te traje el desayuno, me mandó Javiera - le dije - Pero él no me miraba.

Al mirar al costado vi una silla de ruedas y quedé en shock ¿Acaso es de Dante? ¿No puede caminar? Me pregunté.

El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora