XXXVI

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La mañana comenzó, como día domingo dormimos un poco más, teniendo en cuenta que anoche hubo fiesta también se nos permitió un poco más de descanso, hoy nadie tenía que madrugar.
Siendo las 9:00 horas lleve el desayuno al comedor, estaba el patrón Diego solamente como era de esperar, aproveché el momento para charlar con él sobre Dante.

Simona: - Buen Día Patrón ¿Cómo amaneció? - pregunté sonriente.

Diego: - Bien muy bien Simona, feliz, un año más viejo pero feliz - bromeó contento.

Simona: - Me alegro mucho, se lo merece.

Diego: - Gracias ¿Y vos cómo estás?

Simona: - ¿Yo qué? - pregunté confundida todavía estaba dormida al parecer.

Diego: - ¿Vos cómo estás? ¿Cómo dormiste?

Simona: - Bien, bien. Estoy tan feliz por Dante.

Diego: - Me alegro, yo también, muy feliz - dijo sonriente dando un sorbo al café.

Simona: - Patrón quería hablar de Dante - dije y él se preocupó.

Diego: - ¿Le pasa algo?

Simona: - No, no él está bien duerme todavía - dije y él suspiró aliviado - Es sobre su visión - dije y él me interrumpió.

Diego: - Simona eso es imposible - dijo y está vez fui yo quién interrumpió.

Simona: - Nada es imposible - le dije y él solo me miró.

Diego: - En este caso si, Dante no recuperará la vista, los médicos lo dijeron.

Simona: - Pero ¿No hay posibilidades? - lo interrogué.

Diego: - Lamentablemente no, sus corneas están completamente dañadas - me explico.

Simona: - Pero podemos intentar... Estuve averiguando y existe la posibilidad de un transplante de córneas.

Diego: - No creo que funcione pero si él quiero intentarlo así lo haremos.

Simona: - Ese el problema, él no quiere pero a mi me gustaría que lo intentaramos - dije y él rasco su ceja.

Diego: - No puedo obligarlo - dijo pero lo contradije.

Simona: - Si puede, si lo hizo con lo de la rehabilitación también puede hacerlo con esto.

Diego: - Es distinto - dijo y suspiró - sabía que con rehabilitación volvería caminar, podía fallar pero había más cosas positivas que negativas pero en este caso no es así - se explicó.

Simona: - Quiero que lo intente.

Diego: - A mi también me gustaría pero no lo quiero ilusionar ¿Y si después no funciona y se deprime? - me preguntó.

Iba a contestarle pero escuchamos un ruido fuerte proveniente de la habitación de Dante, salimos disparados a ver que había pasado, al entrar lo vimos sentado en la punta de la cama, suspiramos al ver que no pasó nada grave.

Diego: - ¿Qué pasó?

Dante: - Tío creo que me hice daño - dijo mostrándonos su mano izquierda.

Diego: - ¿Te cortaste? - le preguntó y él asintió.

Ví un vaso hecho pedazos sobre la alfombra, supuse que se le había caído provocando que se lastimará.

Diego: - Simona por favor acercame las cosas del cajón para curarlo - Yo asenti.
Empezó a curarlo.

Dante: - Ay me duele - decía cuando Diego lo curaba.

Diego: - Aguanta un poquito dale, no duele mucho - le dijo y su teléfono sonó.

Se alejó un poco para hablar y me dijo  que continuará curándolo.

Simona: - ¿Te sigue doliendo? - le pregunté.

Dante: - Arde un poco - me dijo entonces comencé a soplar sobre la herida para bajar el ardor.

Diego: - Debo irme a trabajar - dijo y se acercó para despedirse de Dante - Cuídate y te portas bien eh, no hagas renegar a nadie.

Dante: - Sí tío - chilló.

Simona: - Bueno esto ya está. Vamos a desayunar - le dije ayudándolo a ponerse de pie e ir hasta el comedor.

Todavía camina con dificultad, no puede manejarse sólo por la casa, el patrón dijo que por la tarde le enseñará a manejarse para que pueda andar sólo por lo menos en su casa.
Una vez que acabo de desayunar estuvo conmigo toda la mañana haciéndome compañía, charlando bastante para mi asombro mientras yo limpiaba.
Al llegar el mediodía almorzaron todos felices, nos invitaron a todos a comer en el comedor como parte de la familia.
Al cabo de unos minutos el patrón Diego acompañó a Dante a su habitación y me pidió que lo acompañara. Ingresamos al cubito, Dante estaba sentado en la cama, su tío colocó la silla enfrente suyo y tomó asiento, yo decidí quedarme de pie al lado de Dante.

Diego: - Quiero que hablemos - le dijo iniciando la comunicación.

Dante: - ¿Hice algo malo? - pregunta él bastante serio.

Diego: - No, no - respondió él.

Dante: - ¿Entonces?

Diego: - Quiero que veamos a un oftalmólogo... - Comenzó diciendo, Dante lo interrumpió.

Dante: - ¿Ya tuviste que meterte otra vez Simona? - dijo bastante molesto.

El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora