VI

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Termine de limpiar la cocina y preparé unos cafecitos para el patrón y para mamá, en eso escucho el sonido del timbre, seguro es mamá me dije, fui a abrir la puerta y definitivamente era ella, mi mamá.

Simona: - Hola mamá cómo estás? - le dije dándole un beso y un abrazo.

Marilina: - Hola mi niña! Muy bien ¿Y tú? - me dijo mientas me correspondía el beso y el abrazo.

Simona: - Muy bien mamá, casi perfecfoperfecto - dije algo triste

Marilina: - ¿Por qué casi? ¿Te está yendo mal en tu primer día?

Simona: - No no me va muy bien en eso, es por lo de Dante - suspire.

Marilina: - Ay cariño me imagino - dijo abrazandome fuerte.

Simona: - Vamos al despacho, ahí te está esperando el patrón Diego.

Marilina: - Vamos.

Agarre la bandeja y nos dirigimos al despacho.
Al llegar llame a la puerta y escuche el "pase" proveniente de ahí dentro.
Al abrir él estaba hablando por teléfono pidiendo unas cosas para la rehabilitación, si podría llevarlo a la clínica pero él no querría, entonces decidieron que la haría en su casa para su mayor comodidad y si más adelante se podía iria a la clínica.
Terminó la comunicación y habló:

Diego: - Adelante tomen asiento!

Simona: - Permiso, yo me voy.

Diego: - No, no Simona, quédate.

Simona: - Gracias patrón, traje café para ambos.

Diego: - Gracias.

Marilina: - Gracias mi niña.

Diego: - Bueno. Soy el Dr Diego Guerrico especialista en Traumatología. Dante es mi sobrino.

Marilina: - Un gusto Marilina Mendoza, fisioterapeuta. Simona ya me comentó algo del caso.

El patrón comenzó a relatar toda la historia desde el día del accidente hasta hoy con lujo de detalles, también le advirtió que probablemente iba a ser un caso difícil porque Dante se negaba, que le tenga paciencia, mucha paciencia y le dijo que si era necesario lo iban a obligar.
Una vez dicho todo le dijo:

Diego: - Bueno pasemos a ver a Dante así lo revisa.

Marilina: - Por favor puede tutearme.

Diego: - Usted... digo vos también.

Fuimos a la habitación de Dante y como era de esperar no le gustó para nada la noticia.

Dante: - ¿Qué? No no no te dije que no quiero, no quiero, no lo voy a hacer y no me podes obligar.

Diego: - Si que te puedo obligar, de hecho lo voy a hacer, lo estoy haciendo, te guste o no vas a hacer rehabilitación, es por tu bien, mañana comenzas - dijo el patrón firme y decidido, lo quiso abrazar pero él no se dejo.

Dante: - No me toques, no me toques, sos un traidor, te odio.

Dante estaba muy enojado, es obvio que no odia a su tío, pasa que le molesta que lo este obligando pero sé que después se lo va a agradecer.

Diego: - No no, sé que no me odias sólo estás enojado - le dijo abrazandolo aunque él se resistía y hacia fuerzas para quitárselo de encima.

Dante: - Tío por favor te lo pido, te lo suplico no me obligues por favor, no quiero.

Diego: - Perdóname pero no, es por tu bien - dijo Diego besando su cabeza.

Dante estaba que explotaba de bronca, su tío le hablaba y él lo único que hacía era morderse el labio mientras lloraba, no parecía escuchar las palabras de Diego. Pasaron unos minutos y al parecer Dante se calmó un poco. Mamá y yo estábamos ahí observando todo, el patrón sostenía la mano de Dante y secaba sus lágrimas.
Después le dijo:

Diego: - Dante ella es Marilina, es mamá de Simona, ella va a ser tu fisioterapeuta y ahora va a revisarte para indicarme que ejercicios vas a realizar y que instrumentos vamos a necesitar ¿Si?

Dante sólo trago saliva y sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez. No dijo ni una sola palabra, era como que asumió la derrota ante su tío y dejaba que hagan con él lo que quieran.
Mamá se sentó en la cama, con ayuda del patrón Diego quitaron las sábanas para que pudieran observar mejor las piernas. Dante estaba de short, él estaba ahí inmóvil y en silencio, con sus ojos llorosos y mordiéndose el labio.
Mamá comenzó a revisarlo y mientras lo hacía le indicaba cosas al Patrón, él también opinaba, ya que ambos saben del tema. Yo solo miraba a Dante que seguía igual o peor que antes y no podía comprender con exactitud lo que hablaban.
Al finalizar con todo nos retiramos de la habitación, Diego le dio un beso en la frente, él solo cerró los ojos para dormir.
Una vez afuera de la habitación, volvimos al despacho donde ultimaron detalles, coordinaron días y horarios para después despedirse.
Mamá me saludó y se fue camino a su casa.

Diego: - Simona, deja que Dante duerma, le va a hacer bien tiene que estar descansado para mañana.

Simona: - Si patrón.

El patrón se fue a la clínica, Javiera volvió del super, Romeo y Junior salieron, Dante dormía y yo continúe con los quehaceres de la casa.

El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora