El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)

IV

- ¿Qué pasa con Dante? ¿Qué le pasó?- pregunté nuevamente

Javiera: - Hace varios años hubo un accidente, Mariana y Dante iban al médico porque él estaba muy engripado en el auto del Patrón Diego, chocaron de frente con otro auto, ella lamentablemente no sobrevivió y él quedó tetraplejico.

Simona: - ¿Qué? ¿Como nunca supe nada de esto? Ni siquiera sabía que la señora murió.
¿Por qué la mamma nunca me contó esto?

Javiera: - Rosa no te lo dijo porque era algo delicado y eras muy chica.

Simona: - Igual tendría que decírmelo. No puedo creer que estuve enojada con él por una pavada, porque al lado de esto es una boludez gigante, lo odiaba entiendes Javi, lo odiaba.

Javiera: - No te culpes Simona, vos no sabías.

Simona: - No sabía porque no me dijeron.

Javiera: - Si ya lo sé pero eso no importa, ahora lo sabes. Y es entendible que te hayas enojado, él rompió algo muy preciado para vos, como lo era la foto de tu papá, la única foto que tu mamá rescató y él la rompió por hacer otra de sus travesuras.

Simona: - Si lo sé pero fue sólo eso una travesura no se compara con esto. ¿Y después que pasó? ¿Qué pasa con él ahora?

Javiera: - Fue muy difícil estuvo 3 meses en coma, cuando despertó él no podía moverse, se culpaba diciendo que mató a su mamá y lloraba mucho... fueron unos meses muy difíciles, estaba con sedantes porque tenía crisis, pesadillas, tuvo muchas intervenciones quirúrgicas delicadas, Romeo y Junior eran chicos también hacían muchas preguntas y era difícil explicarles, preguntaban por su mamá, por Mauro, por Dante. Mauro se fue, los abandonó y el patrón Diego quedó sólo con todo.

Simona: - ¿Y después? Dije sin procesar todo lo que me estaba contando.

Javiera: - Después de unos meses comenzó rehabilitación pudo recuperar gran parte de su movilidad excepto las piernas.

Simona estaba atónita. Sólo escuchaba a Javiera sin parpadear.

Javiera: - Ya había pasado dos años y medio desde el accidente, empezaron rehabilitación de sus piernas pero él después de ocho semanas dijo que no quería que lo toquen, que no quería insistir más, que era inútil porque ya no volvería a caminar, al principio lo obligaban pero al pasar el tiempo ya no insistían porque él no ponia voluntad y eso era vital para su recuperación y por más que hagan lo que hagan si él se negaba no ayudaba mucho.

Simona: - No lo puedo creer - dije aturdida por tanta información.

Javiera: - Si es muy difícil de entender, lo sé también lo fue para nosotros y sobre todo para él. Sufrió y sufrimos mucho, por no poder hacer nada para ayudarlo.

Simona: - Si me imagino ¿Cuándo fue esto? ¿Hace cuánto tiempo?

Javiera: - Fue hace 8 años, el día de su cumpleaños, él todavía se culpa y no se perdona.

Simona: - ¿El día de su cumpleaños? - dije aún más sorprendida.

Javiera: - Si, él no lo festeja desde entonces, cuando llega ese día, se enferma, levanta fiebre, tiene crisis y pesadillas. Vive atormentado con eso.
Se convirtió en alguien sin deseos de vivir, apagado, triste.

Simona: -¿Y no hay nada que lo alegre? No se aunque sea un rato.

Javiera: - Si si, la música lo ayuda mucho, él canta y canta hermoso.
Ahora está teniendo días malos pero ya se le va a pasar.

Simona: - No sabía que cantaba.

Javiera: - Si sus hermanos tienen una banda aunque él sólo canta a veces con ellos, cuando está bien, cuando está de humor. Le ofrecieron ser parte pero él no quiso.

Simona: - Pero ¿Por qué si le gusta y además lo ayuda, le hace bien?

Javiera estaba hecha un mar de lágrimas, nunca la había visto así, se ve que es un tema que le duele mucho y que sufre por Dante.

Javiera: - Dice que no quiere ser una carga para ellos y que no quiere dar lastima en los concursos.
Que encima que tienen que trasladar los instrumentos también a él, una persona inútil que no ve ni camina.

Simona: - ¿Que no ve? - dije confundida.

Javiera: - Ah si se me olvidó decirte, en una de las tantas cirugías de la cabeza para ver si lo ayudaba para poder caminar perdió la vista. Fue una cirugía difícil él tenía 15 años y se complicó producto de eso perdió la visión.

Simona: - ¿Qué? No lo puedo creer.