XXVII

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Él estaba allí profundamente dormido, se veía tan perfecto, parecía un ángel al que sólo le faltaban las alas para poder volar, no podía dejar de mirarlo, estaba ahí sentada a su lado, tomando su mano con una sonrisa en mis labios y mis ojos puestos en él, no sé cuánto tiempo paso hasta que su voz me sacó de mis pensamientos y me di cuenta que había despertado.

- Simona ¿Qué haces aquí? - me preguntó dejándome sorprendida.

Simona: - Vine a ver a ver como está el hombre más valiente, guapo e inteligente.

Dante: - ¿Lo conozco? Preguntó y reí porque hablaba de él y él es tan puro e inocente que no se daba cuenta.

Simona: - Claro que lo conoces - le dije y quedó más confundido que antes.

Dante: - Ah ¿Si? ¿Quién es?

Simona: - Eres tú - le dije utilizando su manera rara de hablar, esa manera que sólo en sus labios se oía tan perfecto.

Dante: - ¿Yo? Preguntó muy sorprendido.

Simona: - Si vos.

Dante: - Simona... Yo no soy inteligente tampoco guapo y menos valiente... valiente es algo que definitivamente no soy.

Simona: - ¿Cómo que no? Si por supuesto que si, sos muy valiente - le dije y él hizo cara como diciendo "Y si vos lo decís" como que seguía sin creerme así que agregue - ¿te puedo confesar algo?

Dante: - Si, dime.

Simona: - ¿Me prometes que no te vas a reír de mi?

Dante: - Si lo prometo.

Simona: - ¿Y qué no se lo vas a decir a nadie?

Dante: - Si, lo prometo... Pero si no estas segura no es obligación que me lo cuentes.

Simona: - No, no, si te quiero contar... Yo también le tengo miedo... pánico... a las inyecciones y a todo eso - le dije.

Dante: - ¿De verdad? No, no te creo.

Simona: - De verdad... No te mentiría, a vos nunca te mentiría...

Dante: - suspiro profundo - estoy embroncado... ya quiero que esto se acabe...

Simona: - Tranquilo, ya va a terminar y yo voy a estar ahí contigo hasta el final.

Dante: - ¿Contigo? Preguntó con una sonrisa.

Simona: - reí - es tu culpa, me lo pasaste.

Dante: - Gracias... de verdad Simona, gracias - dijo tomando mi mano.

Simona: - De nada - le dije sonriendo.

Dante: - ¿Por qué eres así conmigo? - preguntó y no entendía a que se refería.

Simona: - ¿Así como? Pregunté confundida.

Dante: - Así... como eres... tan buena conmigo a pesar de que siempre te trato mal.

Simona: - No siempre me tratas mal... sólo cuando estás bravito... ahora no por ejemplo - le dije acariciando su rostro.

Dante: - Es cierto... Pero bueno dime ¿Por qué eres así conmigo?

Simona: - Porque te quiero... porque soy así... me sale del alma ser así con vos.

Dante: - Gracias de nuevo...

No dije nada y le di un beso en la mejilla.

Dante: - Bueno es tarde, creo que ya debes ir a descansar.

Simona: - Tenés razón. Buenas Noches - dije dándole un beso en la mejilla y me fui a dormir.

Narrador

Otro día comenzó, era domingo, Rosa, Marilina y Chipi venían a almorzar a casa de los Guerrico. Diego fue a buscar a Dante de la habitación para que almorzara con ellos, cuando llegó lo vio llorando...

Diego: - Dante ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? ¿Te sentís mal? ¿Te duele algo? - ingresando a la habitación bordandiandolo a preguntas, asustado.

Dante: - No pasa nada tío, estoy bien.

Diego: - Pero ¿De verdad estás bien? ¿Estás seguro que no te duele nada? ¿Por qué lloras? - volvió a preguntarle.

Dante: - Si estoy bien, no me duele nada, no te preocupes.

Diego: - Por supuesto que me preocupo ¿Me querés contar que te pasa? ¿Por qué lloras?

Dante: - Es que ni yo se lo que me pasa... Siento... algo extraño aquí - comenzó diciendo tocando su pecho.

Diego: - ¿Te duele?

Dante: - No no me duele... es algo que no puedo describir... algo muy fuerte, muy profundo... Y... me pasa cuando Simona está conmigo.

Diego se dio cuenta de que lo que Dante sentía tal vez es amor y él no lo sabía, inmediatamente después de escuchar las últimas palabras de Dante no pudo evitar sonreír y le dijo:

- Es muy lindo lo que te pasa cabezón.

Dante: - Pero... No entiendo... ¿Cómo sabes que es algo lindo? No sé podría ser algo feo, malo o grave... No sé tienes que hacerme unos estudios o algo por favor - decía el bastante asustado por su sensación desconocida.

Diego: - No créeme que estás bien, no hace falta nada, ni estudios, nada de eso, no es grave - dijo Diego acariciando su cabeza.

Dante: - Entonces ¿Qué es? ¿Qué me pasa? ¿Qué es lo que tengo? - preguntó confundido.

Diego: - Es amor cabezón... lo que te pasa es amor... estás enamorado de Simona - dijo dejando a Dante abonado.

El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora