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- Tomé sus manos temblorosas y las lleve hacía mi rostro haciendo que me sienta, despacio deslizaba su mano derecha sobre mi cara para que pueda tocar y sentir hasta el detalle más mínimo de mi rostro, pase su mano sobre mis ojos suavemente para después llevarla hasta mi nariz y por último en mi boca todo esto a una mínima velocidad, mientras su mano izquierda reposaba junto a mi corazón, él estaba sonriendo, se veía tan feliz, contento.

Dante: - Es hermosa, eres hermosa - dijo emocionado - muy hermosa.

Simona: - Vos sos hermoso.

Dante: - Tienes una piel muy bella, muy suave - dijo tímidamente.

Simona: - Muchas gracias ¿Te gusto poder sentirme? Pregunté curiosa.

Dante: - Si me encantó hace mucho no lo hacía, pude hasta sentir tu corazón - dijo algo avergonzado por decirlo.

Simona: - Me alegro mucho de verdad. 

Dante: - Pude imaginarte, verte con el corazón y realmente eres hermosa... - dijo y agregó - igual siempre fuiste hermosa... por lo menos así te recuerdo... - dijo en un susurro pero logré oírlo.

Simona: - ¿Te acordas de mi? Pregunté curiosa y él se puso más rojo que un tomate porque se dio cuenta que logré oírlo.

Dante: - Si te recuerdo... eres uno de los pocos recuerdos con imagen que guardo en mi - dijo y pude notar la tristeza en sus ojos al pronunciar las últimas palabras.

Simona: - Ay me encanta ser uno de tu recuerdos... Muchas Gracias.

Dante: - No agradezcas - dijo tímidamente.

Simona: - ¿Y qué más recordas? - Pregunté pausadamente con deseos de que no le moleste mi pregunta.

Dante: - Recuerdo a... mamá - dijo y su voz se quebró - A mi mamá, la guardo aquí - dijo indicando su corazón y con ojos llorosos llenos de tristeza.

Simona: - Perdón - dije odiandome profundamente por haber hecho esa pregunta.

Dante: ¿Por qué? - preguntó con su voz aún quebrada.

Simona: - Por preguntar esto que te hace mal.

Dante: - No pidas perdón... esta todo bien - dijo con una sonrisa forzada en su rostro.

Simona: - ¿Puedo darte un abrazo? Pregunté y él solo asintió.

- Lo abrace fuerte tan fuerte como pude y él lloro sobre mi hombro por unos instantes y yo lloraba con él, quería contenerme pero me resultaba imposible. Pasaron unos minutos y después le pregunte si quería hablarme de su mamá, la mamma siempre me dijo que hacía bien hablar y no había que quedarse con cosas tristes porque hacían mal al alma.

Simona: - ¿Me querés contar de tu mamá? La mamma siempre me dijo que no es bueno tener todo adentro porque hace mal, es mejor charlar y te puedas desahogarte... - Él asintió y trago saliva.

Dante: - Mamá... mamá era... única, era tan especial, tan perfecta - dijo con voz entrecortada pero con una sonrisa...

Simona: - Dante... Si te hace mal no sigas - le dijo viéndolo así...

Dante: - No, no... Si quiero contarte - dijo largando un suspiro para después seguir - A ella le gustaba mucho cantar, bailar y lo hacía increíble... siempre antes de dormir nos contaba historias... historias de superhéroes, de magia...

Simona: - ¡Qué linda!

Dante: - Si ella era muy linda.

Simona: - Como vos - le dije y él se sonrojó.

Dante: - ¡Tú lo eres!

Simona: - Bueno, me voy a descansar, hasta mañana. Te Quiero - dije dándole un beso.

Dante: - Yo también.

Simona salió de la habitación y Dante estuvo dando vueltas y vueltas sin poder dormir recordandóla, recordando cada instante vivido con ella, cada una de sus palabras, cada uno de sus abrazos, cada uno de sus besos y se preguntaba cómo podía ser posible qué hace tan poco tiempo la conoce y no puede dejar de pensarla ni de quererla hasta incluso según su tío de amarla ¿Acaso era posible que el sintiera amor?
Pensó y pensó dando vueltas en la cama hasta que quedó profundamente dormido.

El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora