El Amor Lo Cura Todo (DAMONA)

XIX

Salimos de la habitación de Dante, estábamos los tres un poco preocupados.

Diego: - Me preocupa que no resista y quiera dejar todo - dijo y la preparación se notaba en su rostro.

Marilina: - Tenemos que ayudarlo a que lo logre, se vienen etapas más difíciles que está y las tiene que aguantar para que pueda intentar caminar - añadió mi madre con el mismo rostro de preocupación que el patrón.

Simona: - ¿Qué es lo que se viene? ¿Como sigue esto? - pregunté confundida.

Marilina: - Y los dolores van a ir aumentando cada vez más hasta que este listo para ponerse de pie - dijo a lo que la interrumpí.

Simona: - ¿Eso significa que van a pasar cosas como las de hoy? ¿Que le va a doler y ustedes no van a hacer nada para que eso no pase? Pregunté molesta.

Diego: - Simona eso no es así - dijo él negando con la cabeza.

Simona: - Si que es así hoy le dolía un montón y sin embargo seguías con los ejercicios cuando él te pedía por favor que no sigas porque le dolía - dije mirando a mi mamá aún molesta.

Marilina: - Es que esto es así mi vida, son cosas que tiene que pasar para poder ponerse de pie... - dijo a lo que el patrón Diego agregó:

Diego: - Le duele porque sus huesos y músculos están despertando y tomando fuerzas.

Simona: - Pero es horrible. No me gusta que la pase mal, que le duela - dije triste.

Diego: - A nosotros tampoco y menos a mi pero sé que después va a pasar y él va a lograr caminar, mientras tanto voy a estar con él todos los días, en las terapias de principio a fin dándole ánimos.

Simona: - Pero no se puede hacer algo para que no le duela? No se darle algo... - pregunté preocupada.

Marilina: - Le puedo poner una loccion nada más, le va a reducir un poco el dolor pero no mucho - me dijo lamentándose.

Simona: - Pero no quiero que sufra mamá!

Marilina: - Lo sé mi niña pero vamos a estar fuertes para él - dijo acariciando mi hombro.

Nos fuimos a la cocina, Diego y mi mamá se fueron a la clínica yo me quedé a ayudar a Javiera con las compras.
Al rato llegaron Junior y Romeo y entraron a la cocina.

Romeo: - Hola - dijo entrando a la cocina.

Junior: - ¿El tío? - Preguntó tomando un vaso.

Javiera: - Sé fue a la clínica hace un rato.

Romeo: - Ah ¿Estaba aquí? - preguntó.

Simona: - Si vino a ver a Dante.

Junior: - ¿Cómo está él? - dijo bebiendo agua.

Javiera: - Bien ahora está durmiendo.

Junior: - ¿Todavía?

Simona: - Si pasa que hoy no la pasó bien en la terapia - le dije todavía triste.

Romeo: - ¿Por qué? ¿Qué le pasó? - preguntó preocupado.

Simona: - Sufrió mucho, le dolía un montón cuando mi mamá le hacía los masajes.

Javiera: - Pobrecito.

Simona: - Si y lo que peor es que esto recién empieza - dije bajoneada.

Romeo: - ¿Cómo que recién empieza?

Simona: - Si mi mamá dijo que va a seguir teniendo dolores hasta que pueda ponerse en pie y dar unos primeros pasos.

Javiera: - ¿Pero no sé puede dar algún calmante o algo así? - preguntó.

Simona: - No mi mamá solo va a ponerle una loccion antes de empezar con los ejercicios pero nada más y lo peor de todo es que no le va a calmar mucho y cada vez serán más fuertes - dije cabizbaja.

Todos quedamos tristes pero no había nada que hacer lamentablemente.

Junior: - Bueno me voy - se despidió.

Romeo: - Salimos juntos - le dijo palmeando su espalda.

Ambos se fueron y nosotras nos pusimos a preparar el almuerzo.